martes, 6 de noviembre de 2012

Los millones saudíes para el Mossad

Por José Brechner En un artículo publicado el pasado Viernes 26 de Octubre, el ex productor de CBS News, Barry Lando, una de las personas más respetadas del mundo periodístico, productor entre otras cosas de “60 Minutos”, y autor de “Red de Decepción; la Historia de la Complicidad Occidental en Irak, de Churchill a Kennedy a George W. Bush”. Afirma que Arabia Saudí es la que está financiando las operaciones del servicio secreto de Israel en su lucha contra Irán. Lando junto a otros pocos, son de los que sabe y comprende a ciencia cierta lo que ocurre en el Medio Oriente. Diputados, senadores, e inclusive presidentes, son más de las veces simples figurones que entienden poco o nada de la realidad internacional y están más preocupados por conservar su puesto que encargarse de los temas en los que se juega la vida de todos. Para los que estudiamos lo que pasa en Oriente Medio, la declaración de Lando es totalmente lógica y nos ayuda a refinar detalles. Lando tiene información fidedigna. Como que Arabia Saudí le ha dado 1.000 Millones de dólares al Mossad para que continúe su excelente labor contra Irán, que ha logrado demorar su programa nuclear en varias oportunidades. Entre las exitosas misiones que le atribuye el gobierno iraní al Mossad, está la eliminación por motociclistas de varios de sus principales científicos, los ataques cibernéticos sobre sus centrifugadoras y otras operaciones menos publicitadas. Los ataques cibernéticos tuvieron su represalia justamente sobre Arabia Saudí, a quienes los iraníes respondieron también cibernéticamente en Agosto, alterando la data de Saudi Aramco, la empresa estatal más valiosa del mundo. ¿Pero por qué Arabia Saudí e Israel actúan de aliados cuando el mundo entero los ve como enemigos mortales? La respuesta es simple: Los saudíes saben que si Irán obtiene poderío nuclear lo va a usar contra ellos. Esto tiene que ver con el legendario tema de quién manejará el ansiado Tercer Califato cuando los musulmanes dominen el mundo, asunto que va ligado a la animadversión entre chiís y suníes. Los israelíes han tenido armas nucleares desde que se creó el Estado Judío y nunca las han utilizado; los saudíes saben que pueden confiar en Jerusalén. Los israelíes quieren paz, los musulmanes quieren Yihad o guerra. ¿Pero acaso los saudíes no quieren Yihad? Claro que sí, son ellos los autores intelectuales de la Yihad y de todo el lío que existe hoy en la región, pero su Yihad se les escapó de las manos, ahora está en las garras de la Hermandad Musulmana, y estos consideran a los saudíes traidores a la causa musulmana por haber permitido la entrada de tropas norteamericanas a la tierra de Mahoma durante la Guerra del Golfo. La ironía es tal, que después de haber invertido centenares de miles de millones de dólares en su guerra contra Israel, el único que puede salvar a Arabia Saudí de la “Primavera Árabe” dirigida por la Hermandad Musulmana, que busca derrocar a la monarquía saudí, es Israel. Por supuesto la necesidad es mutua. Si Israel obtiene el apoyo y reconocimiento oficial de Arabia Saudí, su pacífica existencia en el Medio Oriente está prácticamente garantizada. Si los saudíes y los demás árabes, hubiesen aceptado el derecho a la existencia de Israel y vivido en paz con los judíos, en vez de tratar de aniquilarlos, el Medio Oriente hoy podría estar a nivel competitivo con los países asiáticos y tal vez con algunos europeos, porque con la plata árabe y la tecnología israelí se podía haber realizado maravillas en la región. Lando se burla de la falta de conocimiento de la realidad y de la mentalidad de los protagonistas en Asia Menor que tienen los líderes políticos occidentales. Cuando cayó el Sha en 1980, debido al extenuante esfuerzo del imbécil más grande que llegó a Washington, antes de Barack Obama, el funesto Jimmy Carter. Los demócratas pusieron un gran cartel en la calle 57 de New York con la imagen del Ayatola Khomeini. Lando los calificó entonces de “ignorantes” y sabía lo que decía. Hoy la situación es peor.
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