lunes, 3 de noviembre de 2014

Esta Jerusalem en Israel? Pregunten a la Corte Suprema

El Departamento de Estado dice que no, el Congreso dice que si. Ahora los jueces decidiran un caso que involucra el pasaporte de un niño.


Fuente: The Wall Street Journal- Traducido por Marcela Lubczanski especialmente para el blog de OSA Filial Cordoba
por Akiva Shapiro
31/10/14

Menachem Binyamim Zivotofsky pronto se convertira en un bar mitzvah, pero su lugar de nacimiento esta todavia en disputa.
Esto esta muy claro: El nacio el 17 de octubre del 2002, en el Hospital Shaare Zedek, en el Oeste de
Jerusalem. Sus padres, Ari y Naomi, son ciudadanos americanos, lo cual lo convierte a el en un ciudadano americano tambien. Pero cuando su madre visito la embajada americana en Tel Aviv para solicitar un pasaporte y documentacion de nacimiento para su hijo recien nacido, y registro su "lugar de nacimiento" en ambas solicitudes como Israel, los funcionarios consulares se opusieron.
Desde 1948, sucesivos presidentes americanos han tomado la posicion que Jerusalem es una ciudad sin pais, en espera de la conclusion de las conversaciones de paz entre israelies y palestinos. Bajo la politica del Departamento de Estado, los documentos de condicion personal de ciudadanos americanos nacidos en Jeruslem tales como el Sr. Zivotofsky registran solo la ciudad “Jerusalem” como el lugar de nacimiento del titular del pasaporte, y no Israel. Que Jerusalem ha sido, como una cuestion de hecho, el asiento del gobierno de Israel durante casi siete decadas no es de relevancia para el Departamento de Estado.
En el año 2002 el Congreso intervino y aprobo una ley que ordena al Secretario de Estado permitir que los ciudadanos americanos nacidos en Jerusalem elijan registrar "Israel” como su lugar de nacimiento. El proposito de la ley fue proporcionar a ciudadanos como el Sr. Zivotofsky la oportunidad de la auto-identidad habiendo nacido en Israel. Pero los Presidentes Bush y Obama se han negado a implementar el estatuto, citando lo que llamaron los poderes "exclusivos” del presidente para dirigir los asuntos extranjeros de la nacion y para reconocer las fronteras de potencias extranjeras. Sus padre presentaron una demanda legal en nombre de su hijo, entonces de un año de edad.
Avanzamos rapidamente una decada. El Sr. Zivotofsky esta ahora en el centro de una escaramuza entre el presidente y el Congreso con consecuencias profundas para nuestro sistema de controles y equilibrios. La Corte Suprema de los Estados Unidos esta por escuchar los argumentos la proxima semana en Zivotofsky c/Kerry.
La sabiduria convencional es que este es un caso que el demandante no puede ganar. Por que la Corte Suprema debe honrar la solicitud de un chico de 12 años de edad para superar efectivamente la politica exterior americana de largo tiempo sobre una cuestion candente—el status de Jerusalem—de importancia internacional?
The city of JerusalemENLARGE
The city of Jerusalem CORBIS
La respuesta es que no es una causa perdida—porque el Congreso esta del lado del Sr. Zivotofsky. La ley que le da el derecho a registrar "Israel" como su lugar de nacimiento fue aprobada casi unanimemente en ambas camaras del Congreso. El Senado entero, tanto como una cantidad de diputados americanos individuales, han enviado informes de amigo-del-tribunal instando a la Corte Suprema a que aplique la ley. 
La pregunta correcta a formular, entonces, es si el poder ejecutivo es libre de hacer caso omiso a las directivas del Congreso siempre que la legislacion toca asuntos extranjeros. Sucesivos presidentes han asumido la posicion que lo es, pero hay dos problemas importantes con esta posicion.
En primer lugar, ustedes pueden buscar en la Constitucion de principio a fin por un compromiso exclusivo de autoridad en asuntos extranjeros para el presidente. No lo encontraran. Al contrario, la Constitucion equipa al Congreso con muchos poderes de asuntos exteriores, incluyendo comercio con otras naciones, la ratificacion de tratados, regulaciones de inmigracion y control sobre las declaraciones de guerra. Como destaco hace mucho tiempo atras el erudito constitucional Edwin Corwin en su libro “El Presidente: Cargo y Poderes, 1787-1984,” la Constitucion es “una invitacion a luchar por el privilegio de dirigir la politica exterior americana.” Desde la fundacion de la nacion, el Congreso y el presidente han estado involucrados en esa guerra infructuosa y dinamica. Nuestro sistema tripartito no termina en nuestras fronteras.
En segundo lugar, la Corte Suprema ha repelido repetidamente afirmaciones generales de poder ejecutivo exclusivo que, como insta el presidente en Zivotofsky, se proponen negar legislacion razonable por parte del Congreso. Por ejemplo, en 1977 la corte rechazo el desafio del Presidente Nixon a un acta del Congreso posterior a Watergate que colocaba los documentos de Nixon bajo custodia federal—para frustrar su destruccion. En 1988 la corte rechazo la afirmacion del Presidente Reagan que las restricciones que impuso el Congreso sobre la remocion de un consejo independiente por parte de un nominado presidencial interferia en forma no permisible con los poderes de la "clausula de nombramientos" del presidente.
La Constitucion permite—e incluso alienta—cierto tipo de entremezcla entre los poderes del gobierno, en tanto el Congreso no impida al poder ejecutivo "lograr sus funciones asignadas constitucionalmente", como escribio la Corte Suprema en el caso Nixon. El estatuto del pasaporte de Jerusalem que aprobo el Congreso ofrece meramente a un ciudadano americano la oportunidad de auto-identificarse como habiendo nacido en Israel en esos documentos de viaje y condicion personal del ciudadano. No trata de alterar la posicion del presidente de neutralidad oficial con respecto a la condicion de Jerusalem. Permitir al presidente blandir una "negativa absoluta sobre la legislatura" incluso donde el Congreso ha actuado tan modestamente abriria la puerta, como advirtio James Madison en el Nº51 del Federalist, a que los poderes ejecutivos sean "abusados perfidamente."
Con estos principios en mente, la Corte Suprema debe rechazar una vez mas la afirmacion del presidente de poder ejecutivo ilimitado y sostener el derecho en terrenos estrechos, perservando el rol correcto del Congreso en los asuntos exteriores. En esa forma, los invitados al bar mitzvah del Sr. Zivotofsky pueden levantar una copa no solo por establecer finalmente el lugar de nacimiento de este joven hombre—sino tambien por el rol enorme que ha desempeñado el en preservar nuestro sistema de controles y equilibrios.
El Sr. Shapiro es un abogado constitucionalista litigante en Gibson, Dunn, & Crutcher en New York, y consejero en miembros amici curiae del Congreso en Zivotofsky c/Kerry.

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