El Islam: la violencia cíclica. Por Jose Caro *
Que a los seres humanos no nos gusta recordar o gozamos de memoria corta, no es novedad; pero una verdad, no se puede esconder y tampoco relativizar permanentemente. Lo que está ocurriendo con el islamismo en todo el globo terraqueo no debería extrañarnos. Si revisamos la historia de esta religión que nació unida a la violencia, de la mano del profeta Mahoma, cuya biografía nos muestra a un ser ignorante y despiadado, inspirado por Alá, trajo un mensaje permisivo y de facil utilización, que se propagó como el fuego incontenible en una gran porción del planeta, por las regiones desérticas de nómades y olvidados individuos desde tiempos inmemoriales.
Nada es nuevo, en ese mundo de traiciones y actitudes deshumanizadas, -la musulmana-, donde la sociedad ha prevalecido sobre el individuo y lo ha sometido a una masa uniforme, que si bien es cierto lo protege, anula su capacidad de discernir y crecer, tal cual como conocemos el desarrollo individual en nuestra sociedad occidental.
Los gobiernos actuales se horrorizan por las escenas que vemos directamente por las cadenas de televisión mundiales, asesinatos a granel, decapitaciones, violaciones a las mujeres de los pueblos asaltados, asesinatos de los padres frente a sus hijos y de éstos frente a sus padres. Entre los muertos, cientos de cristianos e islámicos moderados.
Pero de que deberíamos asombrarnos?; ya en las décadas de los setenta, ochenta y noventa, se nos informaba de un resurgimiento del islam como un movimiento político y de violencia indiscriminada que despertaba temor e incredulidad. Mientras en el mundo, se derrotaba a los regímenes de los "ismos", desde el socialismo, el comunismo y el nacionalismo, y se volvía a ciertas raices religiosas como el budismo en China, la Iglesia Ortodoxa rusa, los Pentecostales en Latinoamérica, todos grupos que rechazaban la violencia y emitian un mensaje de paz universal, al reves, los musulmanes empezaban a concentrarse en grupos radicales extremistas.
Aquí empiezan los Hermanos Musulmanes a vincularse con Iran ,-si bien su nacimiento data de 1925 en Egipto-, se desparramaron ideologicamente por el Magreb, Sudan, Siria y Jordania. Cuando los Estados Unidos abandonan a su socio y amigo estratégico, el Sha de Iran, Reza Palevi, -en las década del 70-, comienza una nueva pesadilla que nos llega hasta el dia de hoy, la denominada Revolución Islámica en Iran, que además mostró el fracaso de los nacionalismos árabes y el abandono de miles de jóvenes que estaban instruidos, sin perspectivas de desarrollo personal o profesional.
Las tensiones abarcaron desde los muyahidines de Afganistan, -armados por los norteamericanos para combatir al invasor soviético de ese momento- y llegaron hasta Egipto, donde otro grupo de radicales asesinó a Anuar Sadat, por el hecho de haber firmado la paz con su vecino Israel.
Esta religión tan tolerante de la violencia descontrolada en nombre de Dios, nos mostró las matanzas de Argelia en 1997, donde fueron degolladas decenas de personas , incluidos niños. En ese infierno -desde 1922 a 1997- se asesinaron nada menos que a setenta y cinco mil personas. Comienza la violencia por el poder y se destacan nítidamente Irak, Iran y Afganistan, a los que se suma Libia y otros paises menores africanos. Esta ha sido siempre la respuesta del islam frente a lo que ellos consideran la decadencia occidental. Se enfrentan a las religiones judia o cristiana porque éstas se centran precisamente en lo opuesto, la no supresión de lo individual y el culto a la razón.
Hasta hace muy poco tiempo la horda de violencia era manejada y capitalizada por Al-Qaeda, como grupo madre y conductor de los hechos terroristas en los diferentes blancos occidentales, y hacia ese único foco occidente orientaba su defensa; hoy la conducción está totalmente fraccionada con diferentes grupos estancos, como Hamas, Hezbolla, Boko Haram, Al Nusra o el ISSIS o EI, es decir unos trece focos jihadistas alrededor del planeta.
Un cálculo optimista habla de que unos 16.000 combatientes extranjeros se han sumado ya a los conflictos de Siria e Irak, gente de mas de 80 paises que inexplicablemente "compran" la propaganda de violencia que se distribuye planetariamente por Internet y que de manera magistral el E.I., utiliza doblegando voluntades para convertirlos en fanáticos que moriran olvidados en algún sector del desierto, sin mas gloria que la propia idea de encontrarse con el paraiso, con Alá o con las vírgenes prometidas.
Otro nuevo desafio le llegará a occidente, luego de ésta guerra santa que han establecido ya claramente los islamistas radicales, donde una coalición occidental intenta tímidamente detener, mediante bombardeos inorgánicos tratando de apagar determinados focos, pero no cortando de raíz, el avance del Califato propuesto por el EI y al que van adhiriendo los diferentes grupos terroristas y a los cuales un solo pais los enfrenta directamente; el Estado de Israel.
La nueva modalidad terrorista, será la de los Lobos solitarios, aquellos descerebrados combatientes occidentales, que irán regresando a sus paises y que repentinamente cometerán atentados violentos de mayor o menor dimensión, según su prepartación, o de los medios de que dispongan como ocurrió recientemente en Londres o Bruselas. Se han detectado jovenes captados desde Noruega, las Islas Maldivas y hasta del remoto Chile, de América latina.
El mundo está y seguirá cada vez mas indefenso, los ciudadanos estaremos cada vez mas a merced de terroristas que son tolerados y hasta premiados por los hechos que realizan, -Hamas por ejemplo-. Si los líderes mundiales no toman verdadera conciencia de esta realidad, la verdadera pandemia del Siglo XXI, no será ni el SIDA ni el ÉBOLA, será la pesadilla islamista.
Los líderes de todos los paises árabes son los verdaderos responsables. Durante siglos han oprimido a sus pueblos. Por su sed de poder absoluto, les han negado el desarrollo, la educación y la libertad que toda sociedad necesita. Los Jihadistas en ésta última porción de la historia, quisieron remediar estas injusticias mediante la violencia extrema. Hoy los líderes occidentales son responsables de terminar con la barbarie y la locura, caso contrario, nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos tendrán que padecerla.
* Raanana, Israel
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