lunes, 21 de marzo de 2011

A MITAD DE CAMINO DEL INFIERNO

Esta columna sobre la asesinada familia Fogel fue escrita unas pocas veces en otras superficies antes que yo la pusiera en papel. Primero yo la grabe dentro de mi corazon con un escalpelo, luego la inscribi sobre el pergamino sagrado de la historia judia con una pluma; finalmente, la pinte con spray en el tablon de anuncios de la raza humana. Despues de todo esto, yo pense que quizas, solo quizas, podria estar lo suficientemente lucido como para compartirlo con mis amigos a traves de la pagina impresa.
Hay dos pequeñas comunidades en Israel, Elazar e Itamar, nombradas como los dos hijos sobrevivientes de Aaron. Sus dos hermanos murieron terriblemente para inquietar un periodo feliz para los israelitas, no mucho despues del Exodo. La tradicion enseña que hubo un decreto divino para que todos los hijos de Aaron murieran, pero Moshe rezo y tuvo exito en salvar a la mitad de ellos. Ahora, 3300 años despues, el cuadro es repetido en el pueblo de Itamar.
Seis niños viven en casa en la misma familia, asesinos brutales invadieron su hogar, pero la mitad de los niños sobrevivieron. Un niño estaba durmiendo sobre un sofa en vez de una cama, el de dos años estaba enroscado en una pequeña bola sobre su cama, y probablemente paso inadvertido. La hermana de 12 años permanecio fuera tarde en un grupo juvenil de Shabat; los padres en Israel son asombrosamente tolerantes con estas reuniones salubres y suspenden sus toques de queda habituales.
Entonces un descorazonado, desalmado, cobarde asesino de una familia durmiendo solo tomo a los padres y la mitad de los hijos, incluida una beba de tres meses de edad. Esas son las buenas noticias. Todo el resto es tragecia infernal, atrocidad, inhumanidad. Hamas anuncio que aunque ellos no enviaron al asesino, aplaudian su obra. Aquellos palestinos amantes de la paz atacan nuevamente!
ESTA ES LA ESTACION MAS FELIZ DEL CALENDARIO judio. La fiesta de Purim, celebrando el heroismo de la Reina Esther salvando a su pueblo de los persas 2300 años atras, sera observada la semana proxima. Es un dia de vestimentas tontas y comedia, comer y tomar, una vertiginosa epoca de esperanza. Las obras escolares siendo llevadas a cabo delante de la fiesta, asi que pequeños niños y niñas llevando coronas brillosas estan brincando las escaleras de los autobuses escolares por todo Israel.

Contra este telon de fondo llega un acto sangriento de crueldad al azar. Trepando en un pacifico hogar suburbano para cortar las gargantas de sus habitantes dormidos; ahora hay una declaracion politica. Que dice eso al mundo sobre la cultura de la gente que puede perpetrar tales actos -- no como ejemplos aislados de amenaza torcida sino como expresiones de un espiritu nacional celebradas publicamente?
Si, ustedes leyeron bien. Los residentes de Gaza salieron a las calles para expresar su jubilo, entregando caramelos y dulces en honor de la ocasion. Nosotros tenemos a nuestros asesinos tambien, pero los perseguimos en sus cuevas oscuras y los confinamos en jaulas.
Puede alguien argumentar razonablemente que un tratado de paz negociado por alguna gente en traje este pacificando una cultura que lanza una fiesta para honrar al asesino de un niño de tres meses de edad?
Bueno, quizas yo no me he calmado hasta la lucidez despues de todo. Yo estoy airado, ofendido, provocado a una guerra de estado. Yo rechazo la nocion de estado para los sanguinarios, la legitimidad para los implacables. Implacables es una palabra apropiada aqui; la mujer a la que ellos mataron con tres de sus vastagos era Ruth Fogel. Fogel es un pajaro, asi que Ruth Fogel significa Pajaro de Paz. No hace falta ser un genio para entender el mensaje de apuñalar al pajaro de la paz.
Ustedes y yo amamos la imagen del pajaro planeando alto y libre; nosotros amamos la paz tanto que estamos dispuestos a pasar por alto todo tipo de agravios y afrentas e irritaciones y provocaciones. Nosotros queremos tanto imputar la buena voluntad y buena fe a toda la humanidad, a hombres y mujeres de toda raza y religion. Pero nosotros no podemos cerrar nuestros ojos al mal, al crudo mal depredador, al mal desnudo esgrimiendo su guadaña de destruccion contra todo lo que es gentil y amable e inocente.
Yo quiero tanto unirme a mis hijos y nietos en sus obritas de Purim, entrar en la moda de la epoca. Una vez mas los brutos han robado la luz de mis ojos. Gracias a Di-s ellos no pudieron quitarlo todo; la oracion a salvado a la mitad de nuestra bondad del cuchillo. Atesoremos lo que queda.

Jay D. Homnick, comentarista y humorista, es un frecuente contribuyente de El Espectador Americano. El tambien escribe para Acontecimientos Humanos.
Fuente: El Espectador Americano

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