martes, 24 de enero de 2012

Caricaturas antisemitas en el diario progresista argentino Página/12

aricaturas antisemitas en el diario progresista argentino Página/12

La similitud del apellido de David Guetta -el francés considerado, el año pasado, como el mejor disc jockey (DJ) del mundo por la revista británica DJMagazine- con el infame gueto, inspiró al caricaturista argentino Gustavo Sala para dibujar el 19 de enero -un día antes del Día Internacional de Recordación del Holocausto y a los 70 años de la puesta en marcha de la “Solución Final” decidida en la Conferencia de Wannsee- una repulsiva viñeta antisemita en el suplemento NO del diario porteño Página 12, considerado históricamente un bastión del progresismo y conspicuo defensor de los derechos humanos.

En el cómic de marras, titulado “Una aventura de David Gueto el DJ de los campos de concentración en: Fiessta", con la doble s gótica que representaba a las SchutzStaffe- los “Escuadrones de Protección”, organización militar y de seguridad del Partido Nacionalsocialista Alemán de los Trabajadores (Partido Nazi) en Alemania, gran responsable del exterminio de judíos durante el Holocausto- se puede ver al DJ David Gueto con lenguaje procaz y soez, instando a un grupo de estereotipados judíos presos en un campo de concentración nazi a divertirse. ¡¡“Vamos putos, bailen!! ¡Fiesta, Fiesta!”. Los aludidos replican: “No tenemos nada que festejar, David, nos matan y nos exterminan en masa”. En el cuadro siguiente, el DJ insiste: “Vamos, che, no sean mala onda, chicos. ¡A bailar, a bailar!”, pero sus interlocutores vuelven a quejarse: “Nos matan en cámaras de gas y hacen jabones con nosotros. ¿Sabías eso?”. Finalmente irrumpe en la deleznable y macabra tira, Adolfo Hitler quien le dice al pinchadiscos: ”Che, David, tenés razón: un poco de diversión no les vendría mal”, mientras que dos integrantes del grupo responden: “Sí, señor Hitler”. En el último recuadro, el personaje que representa al abominable Führer le agradece al disc jockey sus esfuerzos por divertir al grupo: “Si están relajados, el jabón sale mejor”, espantosa afirmación que David Gueto festeja, diciendo “me imagino”.

Las ilustraciones antisemitas, evocan penosos recuerdos. Los diarios en Alemania, sobre todo Der Stürmer (El Atacante), imprimían tiras cómicas que usaban caricaturas antisemitas para representar a los judíos. Después que los alemanes empezaron la Segunda Guerra Mundial con la invasión de Polonia en septiembre de 1939, el régimen nazi usó la propaganda para inculcar en los ciudadanos y soldados alemanes que los judíos eran no solamente subhumanos sino también enemigos peligrosos del Reich alemán. La publicidad, en sus distintas vertientes, también fue esencial para motivar a los que llevaban a cabo el asesinato en masa de los judíos europeos y de otras víctimas del régimen de Hitler y para asegurar la aquiescencia de millones de otros, como testigos inocentes, en la persecución racial y el exterminio masivo.

La edición de viñetas antisemitas en periódicos conceptuados como progresistas, no es inédita y registra lamentables antecedentes. El diario El País de España de clara ideología de izquierda, que pertenece al grupo de medios de comunicación PRISA, en su edición del 30 de junio de 2009, publicó una caricatura de Carlos Romeu Muller, que repugna por su caracterización del estereotipo judío con expresión facial de nariz aguileña y prominente, cabello rizado, levita negra y tirabuzones. El texto que acompaña al dibujo, no le va en zaga y produce idéntica aversión. En éste, una mujer le pregunta al judío estigmatizado, “¿pero cómo puede Israel violar con total impunidad todas las leyes humanas e internacionales?” y obtiene como respuesta: “nuestro buen dinero nos cuesta”.

Otros caricaturistas antisemitas reconocidos, como Pat Oliphant difunden historietas antisemitas en periódicos como The New York Times. Una imagen publicada en el diario norteamericano que circuló rápidamente por Internet mostraba una figura sin cabeza y con botas militares que marchaban a paso de ganso, a la usanza de los militares nazis, con una espada en la mano, mientras empujaban una Estrella de David sobre una rueda, con la otra. Además, en el dibujo, la Estrella de David tiene colmillos y persigue a una mujer con un niño, al que nombró “Gaza”.

Numerosas publicaciones árabes contienen caricaturas contra Israel en particular y los judíos en general. El “socio” para la paz y presidente de la Autoridad Palestina Mahmoud Abas, digno discípulo de Yasser Arafat, además de los textos escolares impregnados de judeofobia, consiente y estimula las ilustraciones filo-nazis en el diario oficial “Falastín”.

Un informe publicado en enero de 2005, presentado por el Departamento de Estado de Estados Unidos al Comité de Relaciones Exteriores y al Comité de Relaciones Internacionales, advertía sobre el aumento del antisemitismo en el mundo.

“La proliferación de los diversos puntos de difusión -televisión, radio, prensa escrita e Internet- ha aumentado ampliamente las oportunidades para que los abastecedores de material antisemita difundan su propaganda sin obstáculos. Las leyes contra la discriminación y prejuicios brindan una cierta protección, pero en muchos países occidentales las salvaguardias de la libertad de expresión han limitado la adopción de medidas preventivas que los gobiernos podrían adoptar. La programación de televisión por satélite cambia fácilmente de un proveedor a otro y lo que se ofrece por Internet atraviesa las fronteras internacionales con poco o ningún impedimento”.

La posición antinorteamericana de muchos medios que absurdamente especulan que la política exterior estadounidense se formula en Israel o que los judíos controlan los medios de difusión y los mercados financieros en los Estados Unidos y en el resto del mundo, coadyuva al antisemitismo de izquierda, que por prurito disfraza a la judeofobia como una postura antiisraelí.

Ante la airada protesta y el profundo malestar que causó el cómic de Gustavo Sala en la comunidad judía argentina, el diario Página 12, paradójicamente dirigido periodísticamente por Ernesto Tiffenberg y presidido por Fernando Sokolowickz, ambos de apellido judío, escuetamente dio a conocer un comunicado : “En las últimas horas, este diario recibió protestas institucionales y personales por la tira publicada el jueves pasado en el suplemento NO, en la que se hacía referencia a los campos de exterminio nazi. De acuerdo con su histórica toma de posición en contra de la discriminación, Página/12 lamenta haber provocado angustia o dolor y pide disculpas a todos los que pudieran sentirse afectados”.

Enfrentados ideológicamente con el oficialista Página 12, los diarios La Nación y Clarín se limitaron a reproducir el llamado “chiste”, el pedido de disculpas del primero y a transcribir las declaraciones de repudio por parte de dirigentes judíos de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) de La Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) y el Centro Simon Wiesenthal , sin mayores comentarios. Distinta tesitura adoptaron el diario Perfil, los digitales Urgente24, Tribuna de Periodistas y El Intransigente de Salta que publicó un magnífico artículo.

El autor de la viñeta inequívocamente antisemita, Gustavo Sala pidió disculpas y aseguró que no quiso herir a nadie y que el director de contenidos de Página 12 había aprobado la publicación. El hallazgo en los archivos del diario de caricaturas del mismo sesgo tornan inceptables las hipócritas disculpas. Es impensable que una caricatura de Sala burlándose de, por ejemplo, los horrorosos “Vuelos de la Muerte”, la práctica de exterminio de personas detenidas desaparecidas durante la dictadura militar de Argentina utilizada para arrojar al mar a miles de personas o de las salas de torturas de los “pozos”, puedan ser autorizadas por el encargado de contenidos. Tampoco es probable que a Sala, probablemente conocedor de la violenta reacción que provocó la publicación, en 2005 en Dinamarca, de 12 caricaturas satíricas que aludían al profeta Mahoma en el diario Jyllands- Posten, se le ocurra pergeñar una tira cómica que aluda al Islam.

Hasta el momento, dolorosamente, no hubo pronunciamiento de condena en contra del cómic de Sala, por parte de la Secretaría de Derechos Humanos, funcionarios y/o legisladores del oficialismo ni de la oposición, con excepción del rabino Sergio Bergman, legislador de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires del partido PRO. El rechazo masivo e indignación se canalizó a través de las redes sociales Facebook y Twitter. Sorprende que no haya actuado de oficio a quien le compete actuar, el Instituto Nacional Contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI), para penalizar el hecho racista, que seguramente recibirá la denuncia de las entidades judías argentinas.
De haber publicado Gustavo Sala la viñeta antisemita en 2006, podría haber participado con éxito en el concurso patrocinado por el Ministerio de Cultura y Orientación Islámica de Irán, que convocó ese año a caricaturistas de varios países para satirizar el Holocausto
Rubén Kaplan
http://www.rkpress.com.ar/

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