lunes, 30 de enero de 2012

La Dieta del Rambam (03)

La Dieta del Rambam (03)
Manual básico basado en las enseñanzas del Rambam y otros Jajamim acerca de qué, cómo y cuándo comer, aplicado a nuestros días.
La compilación de este manual son gentileza de Salomon Michan Mercado, basadas en el Rambam, el Kitzur Shulján Aruj, Rab Yehezkel Ishayek y libros de medicina contemporáneos.

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BEBER CUANDO SE COME

Como ya mencionamos, al momento que llega el alimento al estómago, la saliva sigue haciendo su trabajo para digerirlo durante dos horas después de haber sido ingerido. Si llega agua al estómago junto con la comida, la digestión no se realiza debidamente, pues el agua no tiene las características de la saliva para digerir y descomponer la comida dentro del estómago. Debido a esto, no debemos tomar agua mientras comemos, sino esperar dos horas después de haber acabado de comer. Los líquidos que no son agua pura (por ejemplo, leche, vino o sopa), se consideran como comida, por lo que se puede tomar un poco de éstos, mientras se come.

CONSEJOS PARA NO TOMAR AGUA AL COMER

1. Llegar sin sed a la comida. Es importante tomar agua antes de comer para no sentir la necesidad de tomar agua mientras se come. Como mínimo, conviene tomar agua 20 minutos antes de empezar, ya que es el tiempo que tarda el estómago en digerir el líquido. Antes del desayuno basta con 10 minutos, ya que el estómago todavía está vacío. Está probado y comprobado que si se sigue esta forma de beber agua, no se sentirá sed a la hora de la comida.
2. Comidas saladas o condimentadas. Otro de los motivos por los cuales da sed durante la comida, es que los alimentos están muy salados o condimentados. Mientras más salada o condimentada esté la comida, más dará sed. Es muy aconsejable reducir lo más posible la sal o los condimentos en la comida.
3. Apoyos para que la comida resbale. Si se toma agua durante la comida, el alimento resbalará más fácil y rápido, por lo cual se sentirá la necesidad de comer más, ya que el cuerpo no sentirá que está comiendo. Si no se toma agua durante la comida, y se cumple con lo antes dicho (masticar bien la comida, revolviéndola con la saliva), el alimento va a llegar al estómago a la velocidad adecuada y no vamos a comer más de lo debido. Además, automáticamente estaremos haciendo dieta sin obligarnos a ella.
4. Hablar mientras se come. Como ya mencionamos, no se debe platicar mientras se come. Respecto a beber agua, es algo que influye mucho en el proceso digestivo. Si platicamos mientras estamos comiendo, tendremos la necesidad de descomponer más la comida (ya que no estamos concentrados en masticar como se debe) y nos veremos obligados a tomar agua para hacer resbalar el alimento desde la boca hacia el estómago.

Dicen los Jajamim: "Si la persona no se queda con sed al recitar el Birkat Hamazón, de acuerdo con todas las opiniones cumple con la mitzvá de la Torá" (en otras palabras, si nos quedamos con sed, hay quien opina que el Birkat Hamazón que pronunciamos se considera mitzvá de los Jajamim y no de la Torá).[62] Es posible no quedarse con sed sin haber tomado agua durante la comida, ¿Cómo? Cumpliendo los consejos antes dados: tomar agua antes de comer, no condimentar mucho la comida, no llenarse de más, no hablar mientras se come, masticar bien la comida. Así, la digestión será buena y no se presentará la necesidad de tomar agua, y por tanto, no nos quedaremos con sed. Esto está probado y garantizado.

EJERCICIO PARA DIGERIR LA COMIDA

Escribe el Rambam: Que no coma la persona sino hasta que tempere (caliente) su cuerpo, o que haga algún ejercicio hasta que se canse. La regla es: que canse su cuerpo hasta que se caliente, que repose un momento y luego coma.[63] Con el objetivo de quemar ciertas grasas, es necesario calentar el cuerpo y hacer ejercicio; por ejemplo, caminar ayuda a quemar las grasas. Un consejo del Rambam constituye la base de esto: Ejercitar el cuerpo antes de ingerir alimentos. Esto provoca que, desde antes de comer, la digestión mejore, por lo que los alimentos nunca se convertirán en grasa sino en energía, y no entrará en los depósitos de grasas. Así, poco a poco, los depósitos de grasa se vaciarán.

No debe hacerse ejercicio después de comer; ya que podría ocasionar serios daños al aparato digestivo (ya que no se realiza correctamente el proceso de digestión). Lo recomendable es ejercitarse antes de comer, descasar un poco y luego comer. Si se desea hacer ejercicio después de la comida, hay que esperar como mínimo una hora luego de haber ingerido los alimentos.

COMER DE MÁS

Escribe el Rambam:
Comer de más es tan grave para el cuerpo como el veneno, y es la base principal de todas las enfermedades; la mayoría de los padecimientos son provocados por ingerir alimentos malos, o por llenarse de más (incluso de alimentos sanos).[64] Agrega el Rambam: "No se debe comer hasta llenarse, sino hasta tres cuartos de su capacidad."[65] La persona que acostumbra llenarse a su máxima capacidad puede pensar que no logrará cumplir con esta ordenanza; pero cuando comprenda lo grave que es, se le hará más fácil cumplirla al pie de la letra.

El proceso de digestión dentro del estómago depende del espacio en él; es decir, la capacidad que se disponga para digerir bien los alimentos. El estómago necesita espacio para realizar su trabajo; mientras más lleno se encuentre, más difícil le resultará hacerlo. Al comer poco, el estómago tiene la fuerza y la capacidad de digerir bien la comida, y estará sano y hará con eficiencia su labor toda la vida.[66] A fin de ilustrar la gravedad de comer mucho y llenarse de más, comparemos el cuerpo humano con una lavadora. ¿Qué pasa si la llenamos al doble de su capacidad? Por supuesto, la ropa no quedará limpia como debería; el detergente no llegará a todas las fibras de la ropa y, después de un tiempo, la lavadora se descompondrá.

¿Por qué nuestra voluntad y nuestros deseos nos obligan a comer hasta saciarnos excesivamente? Aparte de que tenemos el deseo de comer, provocado por la vista de los alimentos o su olor agradable, el simple hecho de tener hambre nos obliga a comer en exceso. En este sentido, el hambre puede describirse como un fenómeno mental y no corporal.[67] Nuestro cuerpo y cerebro trabajan juntos para digerir la comida. Sin embargo, hay algunas diferencias entre ellos que provocan cambios en la digestión. Durante los primeros 20 minutos desde que el alimento llega al estómago, el cerebro no tiene la capacidad de "entender" que está ingiriendo alimentos. Necesitamos tomar en cuenta esto cuando comemos. ¿Que debemos hacer?

Lo más recomendable, como escribe el Rambam, es lo siguiente: Se debe empezar a comer alimentos suaves y ligeros (esperar 20 minutos), y luego que coma el platillo principal.[68] Si así hacemos, nuestro cerebro sabrá que ya hay alimento en el estómago y comeremos el plato fuerte sin la sensación de hambre, e ingeriremos sólo lo necesario. Si comemos el plato fuerte antes de esos 20 minutos, nuestro cerebro no ha captado que ya ingirió alimentos y va a "pedir" a nuestro cuerpo que coma sin límites, hasta llenarse. En el caso de que hayamos comido correctamente (es decir, después de esperar 20 minutos) y todavía sintamos hambre, es bueno llevar a la boca un alimento que deba masticarse mucho, para que el cerebro capte que estamos comiendo.

Comer excesivamente para cumplir una mitzvá, como en Shabat o Yamim Tobim, o decir Birkat Hamazón, es una transgresión de tres prohibiciones de la Torá.[69] Es cierto que cumplimos una mitzvá al comer y deleitarnos en Shabat comiendo todo tipo de manjares, pero no hay que exagerar. También está escrito que no se trata de cantidad, sino de calidad.[70] Se cuenta que Rab Menejem Man Shaj, z''l, tenía en su casa una báscula, y una vez a la semana se pesaba en ella. Si subía de peso, aunque fuera lo mínimo, se preocupaba y cuidaba de comer menos. Cuando llegó a la edad en que ya no podía levantarse, tenía una báscula de silla, a fin de seguir con su costumbre de pesarse cada semana.

DORMIR DESPUÉS DE COMER

Otra causa de una mala digestión es dormir después de haber comido. Durante la digestión, varios órganos trabajan para digerir bien la comida; mientras se duerme, algunos de ellos dejan de trabajar y eso provoca que el alimento no se digiera bien. Respecto a los alimentos con grasas (normalmente, la mayoría de los guisados preparados contienen grasas, a excepción de ciertas frutas y verduras), es necesario que la vesícula[71] funcione correctamente para digerir ese tipo de comida; pero esta no trabaja mientras dormimos. Por ello las grasas no se digieren bien y se convierten en veneno para el cuerpo.

A esto se refiere lo que está escrito en el Kitzur Shulján Aruj y que ya citamos anteriormente: "Por eso no se debe dormir inmediatamente después de comer." De hecho, se puede sentir el efecto: si nos vamos a dormir inmediatamente después de haber cenado, al otro día nos sentimos mal, y sobretodo al cenar grasas o muy pesado.

CONSEJOS SABIOS AL COMER

1. Concentrarse en la comida; es decir, al momento de comer, debemos tragar los alimentos sólo hasta después de haberlos masticado bien.
2. No leer, hablar, escribir, o distraernos en otras cosas mientras comemos.
3. Todo el tiempo que el alimento se encuentra dentro de la boca, debemos dejar el tenedor o la cuchara sobre la mesa, y no volver a tomar alimentos sino hasta después de tragar el bocado que tengamos en ella.
4. Si nos quedamos con hambre después de comer, tenemos que esperar 20 minutos y luego decidir si realmente nos faltó alimento.
5. No llenar la cuchara con comida, ya que la garganta no soporta la cantidad de alimento que cabe en una cuchara grande.

EL AGUA EN NUESTRA VIDA

El agua es probablemente el componente más importante en la pérdida de peso. El agua suprime el apetito de manera natural y ayuda al cuerpo a metabolizar la grasa almacenada. Diversos estudios han demostrado que al disminuir la cantidad de agua que bebemos, los depósitos de grasa aumentan, mientras que al incrementar la cantidad de agua, los depósitos de grasa disminuyen. Los riñones no pueden trabajar apropiadamente sin la cantidad de agua necesaria, y cuando esto ocurre algunas de sus funciones son transferidas al hígado. El hígado, por su parte, metaboliza la grasa almacenada para convertirla en energía que el cuerpo puede utilizar, pero si tiene que realizar alguna de las funciones de los riñones, no puede trabajar a toda su capacidad y, en consecuencia, metaboliza menos grasa.

Por tanto, queda más grasa en los depósitos del cuerpo y la pérdida de peso se detiene. La gente propensa a retener agua piensa que reducir el consumo de agua le ayudará a remediar el problema, pero en realidad ocurre lo contrario. El cuerpo "percibe" la falta de agua como una amenaza a su supervivencia y empieza a retener cada gota de agua. Esta agua es almacenada en los espacios extracelulares (fuera de las células), causando hinchazón de pies, manos y piernas. La mejor manera de evitar la retención de agua es dar al cuerpo lo que necesita: la cantidad de agua necesaria.

El agua ayuda al cuerpo a desechar materias tóxicas durante la pérdida de peso; el cuerpo tiene que desechar estas materias y toda la grasa metabolizada, por lo regular eliminando también los problemas de estreñimiento. De preferencia, el agua debe estar fría (no demasiado), pues es absorbida por el cuerpo más rápidamente que el agua caliente. Además, algunas evidencias sugieren que el agua fría ayuda a quemar calorías. Para resumir, beber suficiente agua es esencial porque:
1. El cuerpo no metabolizará sin ella la grasa almacenada.
2. La retención de agua se manifiesta como exceso de peso.
3. Más grasa será usada como energía, porque el hígado estará libre para metabolizar la grasa almacenada.[72]
La cantidad ideal de agua depende del peso de la persona. Por cada kilo es necesario tomar entre 35 y 40 mililitros de agua. Una persona que pesa 60 kilos, debe tomar entre 2.1 y 2.4 litros diarios de agua. La manera más recomendable de consumir agua es la siguiente: en la mañana, debemos tomar medio litro de agua, ya sea antes de la tefilá[73] o diez minutos antes del desayuno.[74] El agua que se toma en la mañana ayuda a quemar las grasas del cuerpo. Dos horas después del desayuno, es bueno tomar más agua. A la hora de la comida no hay que tomar agua, sino antes (20 minutos antes de empezar a comer) y hasta dos horas después de haber terminado de comer.

Igualmente, a la hora de la cena, no debemos tomar agua sino hasta después de dos horas, y podemos tomarla hasta llegar a la cantidad deseada (dependiendo del peso de la persona). Si realmente no tenemos sed, o no nos gusta tomar agua natural, podemos agregarle un saborizante (limón, naranja) en poca cantidad y beberla hasta llegar a la cantidad deseada.

AGUA EN SHABAT

Es bueno tomar mucha agua antes de que empiece Shabat, ya que durante laseudá de Shabat no debe tomarse agua sino hasta después de dos horas. En Shabat por la mañana se permite ―y es bueno― tomar mucha agua antes de Shajarit, y no hay ningún problema de acuerdo con la Halajá, como escribe el autor del Tur: "Mi padre, elRosh, tomaba agua en Shabat antes de Shajarit, ya que la obligación de hacer Kidush empieza después de hacer Tefilá".[75] En la seudá de Shabat, la manera más recomendable para beber podría ser la siguiente: pronunciar la berajá del pan (Hamotzí) y comer un poco de él, después beber la cantidad de agua deseada[76] y esperar diez minutos para seguir comiendo la seudá y el kezait de pan.

LA IMPORTANCIA DE EVACUAR Y ORINAR BIEN

Como ya mencionamos, una buena digestión se inicia desde que se ingiere el alimento, y depende de la manera de masticar y la forma en que se procesa dentro del aparato digestivo. Ahora hablaremos sobre cómo sale el alimento del cuerpo.
El Jafetz Jaim escribe que cuando los yehudim comían man (maná) en el desierto, no desechaban y no evacuaban absolutamente nada. Ellos no creían que era posible vivir sin evacuar y por eso hablaron mal de Hashem.[77] El Rambam repite varias veces la halajá de que está prohibido abstenerse de orinar o evacuar: Está prohibido abstenerse de orinar o evacuar; todo el que se abstiene hace desagradable y repugnante su cuerpo, y pone en peligro su vida.[78]

A fin de que el lector entienda mejor el proceso de la evacuación, describiremos nuevamente la etapa final de la digestión: A la salida del estómago, el tubo digestivo se prolonga en el intestino delgado, de unos cinco metros de largo, aunque muy replegado sobre sí mismo. En su primera parte, recibe secreciones de las glándulas intestinales, la bilis y los jugos del páncreas. Todas estas secreciones contienen una gran cantidad de enzimas que degradan los alimentos y los transforman en sustancias solubles simples. El tubo digestivo continúa por el intestino grueso, que mide alrededor de metro y medio de longitud. Su parte final es el recto, que termina en el ano, por donde se evacuan los restos no digeribles de los alimentos.

Desde que el alimento entra al intestino grueso deja de ser comida y se convierte en desecho; a partir de ahí se conoce como excremento.
Mientras más tiempo se encuentre el excremento dentro del cuerpo, éste se halla más tiempo en contacto con materia muerta. Esto no es bueno, ya que el cuerpo fermenta las sustancias del excremento en lugar de desecharlas inmediatamente. Por eso el Rambam enfatiza tanto la necesidad de evacuar rápidamente. A menudo, el estreñimiento es provocado por ingerir grandes cantidades de carnes, alimentos procesados y/o secos (o con poca de fibra), y falta de ejercicio, así como beber pocos líquidos. En nuestros días, el estrés se ha convertido en una de las principales causas de este muy generalizado padecimiento.

Entre otras causas del estreñimiento se encuentran: tomar líquidos con las comidas y comer demasiado, y con mayor razón por la noche. Estos hábitos inadecuados tienden a trastornar el proceso digestivo. Para lograr una buena evacuación, es necesario masticar bien la comida, comer en horarios estrictos, beber mucha agua (no dentro de la comida) y consumir frutas y verduras. Como señala el Rambam, es necesario orinar cuando el cuerpo lo pida, pues el hígado filtra la sangre y separa las toxinas por medio de la orina. Es dañino que la orina se quede mucho tiempo dentro del cuerpo. Quien se abstiene de orinar o evacuar, aunque haya comido alimentos sanos y haya cuidado su salud, toda su vida tendrá dolores y un cuerpo débil.[79]

62 Mishná Berurá, simán 197, saif katán 26, ya que hay una opinión sobre que si aún se tiene sed, al recitar el Birkat Hamazón no se cumple con la mitzvá de la Torá.
63 Rambam, Halajot Deot, Pérek 4, halajá 2.
64 Rambam, Halajot Deot, Pérek 4, halajá 15.
65 Rambam, Halajot Deot, Pérek 4, halajá 2.
66 Iguéret Hamusar del Rambam.
67 El cerebro decide el momento en que la persona ya está satisfecha y vamos a explicar a continuación, la profundidad de esto.
68 Rambam, Halajot Deot, Pérek 4, halajá 7.
69 Shela, hoja 84; ver Mishná Berurá, simán 170, saif katán 45.
70 Séfer Jasidim.
71 La vesícula biliar es un órgano que se encuentra por debajo del hígado y tiene la función de almacenar y concentrar la bilis que se produce en el mismo hígado. Al tomar alimentos con grasas, la vesícula se exprime y libera la bilis a la primera parte del intestino delgado a través de los conductos llamados cístico y colédoco, teniendo la función de digerir las grasas en moléculas muy pequeñas para que puedan ser absorbidas por la sangre y posteriormente utilizadas como fuente de energía.
72 The Snowbird Diet, escrito por Donald S. Robertson, M.D., M.Sc.
73 Aunque no está permitido comer antes de la Tefilá, se permite beber agua (Shulján Aruj, simán 89, saif 3).
74 Normalmente debe esperarse 20 minutos entre tomar agua y la comida, pero ya que es el primer alimento del día y el estómago está vacío, el agua se digiere más rápido y basta con 10 minutos.
75 Tur Oraj Jaim, simán 89 y simán 289.
76 Que sólo pruebe el pan que le dieron y no es necesario en este caso comer kezait inmediatamente después de haber dicho u oído la berajá de Hamotzí, ya que se hace por una necesidad (ver Mishná Berurá, simán 167, saif katán 35).
77 Shemirat Halashón, Jélek 2, Pérek 21.
78 Rambam, Halajot Maajalot Asurot, Pérek 17, halajá 31; Halajot Deot, Pérek 4, halajá 1, 2 y 15.
79 Rambam, Halajot Deot, Pérek 4, halajá 15.

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