por Daniel Nisman
28/1/12
Despues de la acumulacion de tension antes del primer aniversario de la revolucion de Egipto, la nueva elite gobernante del pais puede respirar con alivio. Si bien decenas de miles de activistas liberales inundaron la Plaza Tahrir para protestar contra el liderazgo militar de Egipto, ellos no reconvirtieron la furia nacional qe llevo al derrocamiento de Hosni Mubarak.
Parece claro que despues de un año de malestar politico, violencia sectaria, huelgas civiles, y agitacion economica, la mayoria de los egipcios hayan optado por asegurar su seguridad, aun cuando significa olvidar las metas originales de la revolucion. Esta seguridad ha sido lograda por el surgimiento de un nuevo equilibrio de poder, negociado cuidadosamente contra el telon de fondo de las elecciones parlamentarias entre la Hermandad Musulmana y el consejo militar gobernante.
Este acuerdo en las sombras se hizo evidente por primera vez en noviembre del 2011, cuando activistas liberales alborotaron en el centro de Cairo, amenazando la estabilidad antes del inicio de las elecciones parlamentarias. Mientras los medios de comunicacion concurrieron en masa a la calle Mohammed Mahmoud para capturar imagenes romanticas de jovenes arrojando piedras, los lideres de la Hermandad Musulmana se reunieron secretamente con funcionarios del consejo militar para encontrar un camino de salida a la violencia en una forma mutuamente beneficiosa.
Fue durante estas reuniones detras de escenas que las dos partes supuestamente reconciliaron sus diferencias previas sobre la naturaleza de la constitucion de Egipto, aceptando a cambio cada una hacer su parte para asegurar la estabilidad en el pais.
Como resultado, la Hermandad Musulmana acepto apoyar el calendario para la transferencia del poder del consejo militar, prometiendo refrenarse de contribuir con cualquier movimiento de protesta que pueda surgir. Mientras tanto, funcionarios militares aceptaron permitir un parlamento dominado por la Hermandad para decidir la constitucion mientras supuestamente aseguran un sistema presidencial que garantizaria la continua influencia del ejercito en el gobierno.
Cuando comenzaron a transmitirse a traves de los medios de comunicacion locales informes del acuerdo, la Hermandad Musulmana nego enfaticamente su participacion. Pero, sus acciones desde noviembre dan un evidente indicador que la faccion mas influyente de Egipto esta ahora en connivencia con el cada vez mas impopular consejo militar.
Cuando estallaron nuevamente los alborotos en diciembre del 2011, la Hermandad salio en apoyo del calendario del consejo militar para las elecciones presidenciales, yendo contra los pedidos hechos por los politicos liberales. Asi como Egipto parecio dividido por la naturaleza celebratoria del aniversario de la revolucion, la Hermandad Musulmana sostuvo abiertamente concentraciones de apoyo en la Plaza Tahrir opuestas a miles de activistas laicos y liberales que estaban pidiendo por la remocion del poder de los gobernantes militares.
La Seguridad triunfa por sobre la Democracia
Dada la fascinacion de los medios de comunicacion con al aparentemente continua revolucion de Egipto, uno pensaria que el apoyo de la Hermandad Musulmana al muy odiado consejo militar seria en detrimento de su popularidad. El consiguiente exito de la Hermandad en las elecciones parlamentarias y su siempre creciente popularidad prueban que la realidad egipcia es inconmensurada con el retrato de los medios de comunicacion.
En realidad, el acuerdo de la Hermandad con el consejo militar no atrajo la ira del egipcio promedio por el simple hecho que mucha de la poblacion solo busca la restauracion de la seguridad. La inestabilidad e incertidumbre a raiz del derrocamiento de Mubarak no solo ha puesto a muchos egipcios fuera del trabajo, sino que tambien ha causado que muchos residentes teman por su seguridad personal en un creciente vacio de seguridad.
Por lo tanto, la indignacion de la elite liberal educada por temas como los bloggers encarcelados ha fallado continuamente en resonar con una poblacion que se encuentra luchando por sobrevivir. Ante los ojos de los egipcios, la violencia desestabilizadora causada por la busqueda de estos grupos de una gobernancia democratica liberal solo ha contribuido a sus dificultades, volviendose mas efectivamente en un perjuicio que en una lucha legitima.
La Hermandad, como el egipcio promedio, aun ve al ejercito como la unica entidad capaz de mantener al pais a flote. Para un grupo que necesita desesperadamente esa estabilidad para su ascenso al poder durante el extenso periodo electoral, un acuerdo para cooperar con el consejo militar fue claramente un movimiento bien calculado.
Mientras Egipto ingresa en el segundo año desde su renacimiento, grupos activistas liberales es probable que continuen atrayendo la atencion de los medios de comunicacion a traves de coloridas manifestaciones en la Plaza Tahrir. Pero fuera de Cairo, el egipcio promedio se ha reconciliado con la idea que asegurar la seguridad personal bajo un gobierno influenciado por el ejercito es preferible a la prolongada inestabilidad que viene de la busqueda de la democracia liberal.
Desde la expulsion de Mubarak, los activistas liberales que tomaron primero las calles para iniciar el levantamiento han afirmado constantemente que la revolucion ha sido robada bajo sus narices. Corporizando ese sentimiento esta su protesta del 27 de enero, la cual fue llamada "Viernes de Furia." Su enojo no obstante, no tiene que estar con el gobierno militar o la Hermandad Musulmana. Como con cualquier regimen no democratico, el consejo militar continua gobernando no a pesar del pueblo egipcio, sino con su conformidad.
El autor trabaja para Max Security Solutions , una compañia consultora de riesgo geo-politico radicada en el Medio Oriente.
Fuente: Yedioth Ahronoth- Traducido por Luisa Kasvin para el blog de OSA Filial Cordoba
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