Fuente: The Washington Post- Traducido por Marcela Lubczanski especialmente para el blog de OSA Filial Cordoba
26/7/12
por Emb. Michael Oren
 
Durante las primeras horas del 5 de septiembre de 1972, ocho terroristas palestinos armados se deslizaron dentro de la Villa Olimpica en Munich, Alemania, irrumpieron en los cuartos de dormir de la delegacion israeli, dispararon a un luchador y entrenador a muerte, y tomaron rehenes a otros nueve atletas y funcionarios. Veintiuna horas mas tarde, durante un enfrentamiento sobre la pista de un aeropuerto militar aleman cercano, uno de los secuestradores hizo explotar a cuatro de los rehenes con una granada y los cinco restantes fueron ejecutados por disparos a quemarropa de ametralladora.
Contra el telon de fondo de las primeras Olimpiadas en Alemania desde la IIª Guerra Mundial, la Masacre de Munich, como paso a ser conocida, es uno de los actos de terror mas despiadados y horrorosos que el mundo haya presenciado. Hoy, 40 años mas tarde, las familias de las victimas y el pueblo israeli todavia luchan para comprender como pudo ocurrir tal atrocidad, como un acto tan cruel fue llevado a cabo en un evento dedicado a la celebracion del deportismo y cultural. Y todo lo que nosotros pedimos es solo un minuto.
Cada cuatro años desde los Juegos del '72, las viudas de los atletas asesinados han peticionado al Comite Olimpico Internacional que observe un minuto de silencio en la ceremonia de apertura para honrar su recuerdo. Y cada cuatro años el COI se ha negado. Conforme a una explicacion reciente de su presidente, Jacques Rogge, "la ceremonia de apertura es una atmosfera que no es adecuada para recordar tan tragico incidente." Esta explicacion no solo es insatisfactoria, sino que es tambien insultante. Las Olimpiadas de hecho son una celebracion, pero hay una responsabilidad de recordar a los participantes anteriores asesinados DURANTE los Juegos, SOBRE suelo olimpico. Si la atmosfera de la ceremonia de apertura no es adecuada para recordar la tragedia, entonces el COI debe crear una atmosfera que lo sea, precisamente como lo hizo apropiadamente en los Juegos 2002 inaugurandolos con un minuto de silencio para honrar a las victimas del 11/S.
Desafortunadamente, nosotros los israelies observamos muchos minutos de silencio cada año. Nosotros nos paramos en silencio por los seis millones de judios que perecieron en el Holocausto, por nuestros soldados que cayeron defendiendo al estado, y por las victimas del terror. Nosotros nos paramos en silencio por los cinco turistas israelies asesinados recientemente por un atacante suicida de Hezbollah en Bulgaria. Y nosotros aun nos pararemos en silencio mañana por nuestros atletas que fueron asesinados insensiblemente en Munich. Nosotros nos paramos en silencio debido a que recordamos y honramos, y nosotros nos paramos en silencio debido a que esta es la expresion mas fuerte de nuestra humanidad.
De hecho, un momento de silencio echa toda la retorica y lucha politica y revela nuestra colectividad. El silencio nos recuerda que hay un vacio en nuestras vidas que no puede ser llenado. Nos recuerda apreciar. En una reunion internacional tal como las Olimpiadas, el silencio es el idioma mas universal de todos, entendido por todos sin forzar ninguna interpretacion o creencia. Un estadio olimpico entero lleno de atletas de cada pais y religion observando un minuto de silencio envia un fuerte mensaje que todos los pueblos se posicionan juntos en rechazar al terrorismo y odio. Nosotros estamos pidiendo sesenta segundos de silencio debido a que queremos la oportunidad de hacer una pausa, reflexionar, llorar, y por sobre todo, unir.
De acuerdo con el Estatuto Olimpico, el rol del COI es "alentar y apoyar la promocion de la etica en el deporte... tomar accion a fin de fortalecer la unidad... actuar contra cualquier forma de discriminacion que afecte al Movimiento Olimpico." Pero, el COI cita su compromiso de mantener apoliticos los juegos como un interes supremo y discute que un minuto de silencio para las victimas israelies comprometera esa prioridad. La negativa del COI a observar el minuto de silencio por esta razon se enmarca dentro de un contexto politico y demuestra que es tono sordo para la causa: un recordatorio para once atletas olimpicos. De hecho, si aceptar observar un momento de silencio es una declaracion politica, rehusarse a observar un momento de silencio es tambien una declaracion politica. Y una mucho mas poderosa en eso.
El 6 de septiembre de 1972, el COI decidio tomar una medida sin precedentes y suspender los juegos durante 34 horas. Mas de 80000 espectadores y casi 3000 atletas asistieron a un servicio recordatorio oficial. Muchos de los atletas de todos paises diferentes pidieron que las restantes competencias sean canceladas, pero Israel insistio en que los juegos debian continuar. Nosotros hacemos una pausa, nosotros recordamos, y nosotros miramos hacia adelante. Este es el momento para que el COI hable y preserve la integridad de los Juegos, pero precisamente ahora, inexcusablemente, permanece en silencio. 
Nosotros recordamos a:
David Berger
Ze'ev Friedman
Yossef Gutfreund
Eliezer Halfin
Yossef Romano
Amitzur Shapira
Kehat Shorr
Mark Slavin
Andre Spitzer
Yakov Springer
Moshe Weinberg

El autor, Michael Oren, es el Embajador de Israel ante los Estados Unidos. El escribio este articulo para On Faith.