CIDIPAL
Wall Street Journal
26 de julio, 2012
El atentado suicida, que mató a cinco turistas israelíes y al conductor búlgaro del micro local el miércoles pasado, fue el horror aunque conocido. El Estado de Israel se encuentra en una especie de situación de guerra continua desde su creación (1948) mientras, en los últimos años, la principal amenaza llega desde Irán y sus ramas terroristas. El Primer Ministro israelí, Biniamin Netanyahu dijo que, la organización terrorista libanesa Hezbollah- “brazo de Irán”- es quien perpetró el ataque en la ciudad veraniega búlgara de Burgas. Fuentes norteamericanas confirman que el terrorista pertenecía a una célula de Hezbollah. El atentado en Burgas ocurre el día del aniversario del atentado contra la sede de la comunidad judía en Buenos Aires ocurrido en 1994, donde murieron 85 personas. Y corresponde, en palabras de Netanyahu, al patrón de ataques con financiamiento iraní contra ciudadanos israelíes en el mundo, en especial en el último tiempo.
La semana pasada, fue detenido un hombre de Hezbollah en Chipre sospechado de planificar el ataque contra turistas israelíes en uno de los sitios de vacaciones en las costas. El mes pasado, los servicios en Kenia detuvieron a dos iraníes que infiltraron –según sospechas - explosivos al interior del país contra objetivos norteamericanos e israelíes. En febrero, funcionarios israelíes resultaron heridos en ataques en India, Georgia y Tailandia. Como señal de que Irán ataca no solo israelíes, en octubre pasado, el gobierno de Obama anunció que desbarató un intento iraní de atentar contra la vida del embajador saudita en un restaurante de Washington.
El horror en Bulgaria representa una mención más al estilo del régimen iraní. La República Islámica nació por medio del terror comenzando por una crisis, con rehenes, de la embajada norteamericana en Teherán, en 1979 y, hasta ahora, cuando se convirtió en financista líder del terrorismo en el mundo. Un régimen clerical odiado por su pueblo y aislado del mundo, se volvió más desvergonzado e inesperado.
No sorprende que Israel se muestre tan preocupado por los planes de Irán de conseguir armas nucleares y mantenga su determinación de frenar a Teherán por medio de un ataque militar directo, si aparece la necesidad. Tal como lo dijera Netanyahu, “No podemos permitir que un país terrorista cuente con armas nucleares”, en especial cuando ese mismo país prometió borrar a Israel del mapa. Lo que sí sorprende es que, Estados Unidos y sus aliados, continúen buscando caminos de llegar al entendimiento diplomático frente a todos esos atentados sin pausa, en lugar de llamar al régimen por su nombre e intentar superarlo. La muerte de inocentes, a manos de Irán, continuará hasta que el mundo decida ponerle fin a ello.
Fuente: Jerusalem Center for Public Affairs
