Fuente: The Wall Street Journal- Traducido por Marcela Lubczanski especialmente para el blog de OSA Filial Cordoba
17/7/12
17/7/12
por John Bolton
Dejen a una pequeña y poco conocida agencia comprobar precisamente cuan fuera de control puede volverse las Naciones Unidas.
Nosotros nos enteramos el mes pasado que la Organizacion Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), la cual supervisa tratados multilaterales que involucran patentes, marcas registradas y derechos de autor, ha estado entregando equipos informaticos y "ayuda tecnica" a ningun otro que Iran y Norcorea. Las acciones del organismo de la ONU estan en abierto desprecio de las sanciones del Consejo de Seguridad contra Teheran y Pyongyang, provocando que la presidente del Comite de Asuntos Extranjeros de la Casa de Representantes, Ileana Ros-Lehtinen pidiera la semana pasada congelar las contribuciones americanas a la organizacion.
La OMPI dice que esta meramente cumpliendo con sus responsabilidades, en este caso mejorando las capacidades de las agencias de propiedad intelectual irani y norcoreana. Traducido: Los burocratas de la ONU creyeron (o fingieron creer) que Pyongyang y Teheran querian redes informaticas para reforzar sus oficinas de patentes, seguramente verdaderas colmenas de actividad. Los denunciantes que revelaron las transgresiones haciendo publico lo que sabian ahora enfrentan represalias que podrian hacer peligrar sus empleos.
Multiples resoluciones del Consejo de Seguridad sancionando los programas de armas nucleares y misiles balisticos irani y norcoreano prohiben no solo la ayuda directa sino tambien "elementos, materiales, equipo, bienes y tecnologia... que podrian contribuir" con esos programas. Evitar que tecnologia de doble uso caiga en las manos erradas ha sido largamente central para los embargos de armas (incluidas campañas de la Guerra Fria como "CoCom" para negar materiales sensibles al Pacto de Varsovia).
Consideren la audacia de Iran y Norcorea, sacandole los dulces a los bebes. Evadiendo las sanciones dentro del propio templo de la ONU, estos proliferadores nucleares muestran como derrotar incluso los regimenes de sanciones ampliamente apoyados a traves de la muerte por medio de mil cortes.
Solo el mas dispuesto u obtuso funcionario de la ONU podria dejar de comprender la delicadeza de los programas en capitales canallas como Teheran y Pyongyang. Desafia la credulidad que la OMPI gastara fondos de la agencia sin molestarse en consultar con sus miembros—especialmente Washington, dado el liderazgo mundial en propiedad intelectual de America. La falta de supervision americana efectiva solo subraya la seriedad del problema a traves del sistema de la ONU.
Uno solo puede imaginar como otros organismos de la ONU estan tambien socavando las sanciones. Como revelaron los denunciantes, la OMPI no se sintio inicialmente restringida por las sanciones del Consejo de Seguridad. Esta reaccion es sintomatica de actitudes a traves de los secretariados de la ONU y en circulos academicos que los organismos de la ONU no son de y para sus gobiernos miembros, sino que estan por encima de ellos.
La OMPI dice que esta meramente cumpliendo con sus responsabilidades, en este caso mejorando las capacidades de las agencias de propiedad intelectual irani y norcoreana. Traducido: Los burocratas de la ONU creyeron (o fingieron creer) que Pyongyang y Teheran querian redes informaticas para reforzar sus oficinas de patentes, seguramente verdaderas colmenas de actividad. Los denunciantes que revelaron las transgresiones haciendo publico lo que sabian ahora enfrentan represalias que podrian hacer peligrar sus empleos.
Multiples resoluciones del Consejo de Seguridad sancionando los programas de armas nucleares y misiles balisticos irani y norcoreano prohiben no solo la ayuda directa sino tambien "elementos, materiales, equipo, bienes y tecnologia... que podrian contribuir" con esos programas. Evitar que tecnologia de doble uso caiga en las manos erradas ha sido largamente central para los embargos de armas (incluidas campañas de la Guerra Fria como "CoCom" para negar materiales sensibles al Pacto de Varsovia).
Consideren la audacia de Iran y Norcorea, sacandole los dulces a los bebes. Evadiendo las sanciones dentro del propio templo de la ONU, estos proliferadores nucleares muestran como derrotar incluso los regimenes de sanciones ampliamente apoyados a traves de la muerte por medio de mil cortes.
Solo el mas dispuesto u obtuso funcionario de la ONU podria dejar de comprender la delicadeza de los programas en capitales canallas como Teheran y Pyongyang. Desafia la credulidad que la OMPI gastara fondos de la agencia sin molestarse en consultar con sus miembros—especialmente Washington, dado el liderazgo mundial en propiedad intelectual de America. La falta de supervision americana efectiva solo subraya la seriedad del problema a traves del sistema de la ONU.
Uno solo puede imaginar como otros organismos de la ONU estan tambien socavando las sanciones. Como revelaron los denunciantes, la OMPI no se sintio inicialmente restringida por las sanciones del Consejo de Seguridad. Esta reaccion es sintomatica de actitudes a traves de los secretariados de la ONU y en circulos academicos que los organismos de la ONU no son de y para sus gobiernos miembros, sino que estan por encima de ellos.
La OMPI podria ser desdeñosa de sus miembros en parte debido a sus canales de financiacion—en su mayoria pagos de cuotas de tratados que administra, mas que de contribuciones directas de los gobiernos miembros. La mayoria de las agencias de la ONU, por el contrario, se basan en contribuciones "evaluadas" (o sea, obligatorias en realidad) de los gobiernos, asignadas como partes de porcentaje del presupuesto total de cada agencia.
La actual parte de Estados Unidos es 22%, facilmente la mas elevada. Durante años, debido a que todos los miembros tienen un voto sin importar su nivel de evaluacion, Washington ha sido incapaz de restringir el crecimiento del presupuesto de la ONU aun cuando lo ha intentado.
La ONU ve generalmente nuestro "impuesto" del 22% como un derecho asegurado, con todas las desventajas inevitables creadas por la mentalidad de derechos. Solo cambiando a contribuciones voluntarias, donde cada miembro determine por su cuenta con cuanto contribuir, podria arreglar este problema y restaurar la influencia americana.
Tan dañino como es el sistema de evaluacion, la financiacion por pagos de cuotas de la OMPI empeora las cosas. Tal sistema de financiacion ininterrumpida basada en pagos de cuotas, independiente de los gobiernos miembros, constituye el gran sueño de la turba de la "gobernancia global." Ellos esperan terminar incluso la posibilidad residual de que el Congreso recorte las cuotas evaluadas, y ven la financiacion voluntaria como el veneno seguro para sus objetivos supranacionales.
Este debate esta lejos de ser hipotetico. Los principales canales de financiacion para la Ley del Tratado del Mar—la cual el Presidente Obama ha presionado para que ratifique el Senado- son sistemas analogos de pagos de derechos de la produccion submarina de minerales. Esto pone en cuestion si las provisiones de toma de decisiones del tratado realmente dan a America la influencia que los defensores del tratado afirman.
Aunque el armado del presupuesto de las organizaciones internacionales puede parecer arcano, es precisamente alli donde America gana—demasiado a menudo—pierde sus batallas en la ONU.
Tan dañino como es el sistema de evaluacion, la financiacion por pagos de cuotas de la OMPI empeora las cosas. Tal sistema de financiacion ininterrumpida basada en pagos de cuotas, independiente de los gobiernos miembros, constituye el gran sueño de la turba de la "gobernancia global." Ellos esperan terminar incluso la posibilidad residual de que el Congreso recorte las cuotas evaluadas, y ven la financiacion voluntaria como el veneno seguro para sus objetivos supranacionales.
Este debate esta lejos de ser hipotetico. Los principales canales de financiacion para la Ley del Tratado del Mar—la cual el Presidente Obama ha presionado para que ratifique el Senado- son sistemas analogos de pagos de derechos de la produccion submarina de minerales. Esto pone en cuestion si las provisiones de toma de decisiones del tratado realmente dan a America la influencia que los defensores del tratado afirman.
Aunque el armado del presupuesto de las organizaciones internacionales puede parecer arcano, es precisamente alli donde America gana—demasiado a menudo—pierde sus batallas en la ONU.
El Sr. Bolton, alto miembro del American Enterprise Institute, es el autor de "Rendirse no es una opcion: Defender a America en las Naciones Unidas."
