lunes, 23 de julio de 2012

LA VERDAD SOBRE LITUANIA


Fuente: The Jerusalem Post- Traducido por Marcela Lubczanski especialmente para el blog de OSA Filial Cordoba
por Efraim Zuroff
19/7/12

El columnista invitado, Efraim Zuroff habla sobre el rol extensamente unico desempeñado por los lituanos en el asesinato masivo de los judios.

Photo by: Reuters

Despues de leer las respuestas del primer ministro lituano a las preguntas afiladas y de sondeo de Michael Freund con respecto a las relaciones judeo-lituanas y a las politicas del actual gobierno lituano sobre un amplio rango de temas relacionados con el Holocausto la semana pasada, no es dificil comprender por que los lideres politicos son a menudo comparados con venderores de coches usados. Ambos describen su mercaderia mediocre en terminos elogiosos con el objetivo de cerrar tantas ventas como sea posible. 
De esta forma Kubilius hubiese hecho creer a los lectores del The Jerusalem Post que su pais esta enfrentando honestamente y exitosamente su sangriento pasado y que no hay problemas serios entre judios y lituanos que una sana dosis de educacion y comprension no pueda resolver. Si tan solo ese fuera el caso.
Al contrario, las descripciones ofrecidas por Kubilius en la entrevista estan llenas de distorsiones y tergiversaciones de la actual situacion, y si agregamos una tendencia pronunciada a evadir dando alguna respuesta clara e inequivoca a preguntas dificiles, nosotros surgimos con una version "lavada" de la realidad que hace parecer a Lituania como un refugio de floreciente vida judia contemporanea alimentada por un pasado legendario, con solo unos pocos episodios desagradables que continuan echando sombras sobre el glorioso presente.
Por ejemplo, sobre el tema del antisemitismo local, Kubilius afirma que el gobierno siempre "ha condenado firmemente y sin vacilacion todos los actos de vandalismo" – una declaracion evidentemente falsa que no refleja la realidad en Lituania de los ultimos años, durante los cuales la cantidad de cementerios judios, recordatorios del Holocausto e incluso sinagogas profanadas ha subido en una tasa alarmante, sin practicamente ninguna respuesta del gobierno y tampoco un perpetrador atrapado y condenado.
Si nosotros agregamos el fenomeno relativamente reciente (desde el año 2008) de las marchas neonazis en Vilna y Kaunas en los dias de la independencia lituana (dos fechas diferentes son celebradas), a las que mas y mas gente esta asistiendo cada año, y que nunca han sido condenadas por el gobierno de Kubilius, es obvio que no hay correlacion entre la aparente realidad actual lituana descripta por el primer ministro y la desalentadora situacion enfrentada diariamente por los judios lituanos.
La tendencia de Kubilius a alivianar los problemas serios en las relaciones lituano-judias en ninguna parte es mas descarada que en sus comentarios relacionados con los dos temas mas serios que afectan las relaciones entre judios y lituanos, tanto en Lituania como a traves de la Diaspora.
Yo me estoy refiriendo al rol extensamente unico desmpeñado por los lituanos en el asesinato en masa de los judios, tanto en Lituania como fuera de sus fronteras (en Polonia y especialmente en Bielorrusia), tanto como las recientes campañas de Lituania para promover la patraña de la equivalencia entre la Shoah y los crimenes comunistas.
En lo que respecta a la primera, un tema es la falta del pais en reconocer en forma suficiente el rol altamente critico desempeñado por los colaboradores nazis locales en la aniquilacion de la juderia lituana y en incorporar en forma suficiente esa dolorosa dimension de la historia local del Holocausto en el programa escolar.
Otro es el fracaso total de Lituania en castigar a cualquiera de los muchos criminales de guerra nazis locales que deben y podrian haber sido llevados ante la justicia en el pais luego de la renovacion de la independencia, y cuyo exitoso enjuiciamiento no solo hubiese provisto una excelente leccion de historia para la sociedad lituana, sino que tambien hubiese contribuido significativamente en curar las heridas y promover la reconciliacion.
El segundo tema continua siendo una fuente de constante friccion entre las dos comunidades.
Desde la promulgacion de la Declaracion de Praga el 3 de junio del 2008, el manifiesto del movimiento del doble genocidio, para la consternacion de los judios del mundo el gobierno lituano ha promovido activamente la patraña de la equivalencia y ha trabajado muy duro para alentar la adopcion de resoluciones en los foros europeos que reflejan un enfoque similar para los crimenes cometidos tanto por los regimenes nazi como comunista.
Asi, por ejemplo, el llamado a designar el 23 de agosto (el dia de la firma en 1939 del acuerdo Molotov-Ribbentrop) como un dia de recordacion conjunta para todas las victimas de los regimenes totalitarios, una fecha elegida intencionalmente para dar a entender que los sovieticos cargan igual culpa por las atrocidades de la IIª Guerra Mundial, y un paso que finalmente haria del dia de recordacion del Holocausto redundante, apunta claramente a la determinacion de socavar el actual status de la Shoah como un caso de genocidio sin precedentes y unico.
En las respuestas de Kubilius a las preguntas especificas de Freund sobre estos temas, el usa repetidamente frases ambiguas y eufemismos para circunvalar los temas y continua siendo leal a la narrativa distorsionada del Holocausto. Con respecto a la complicidad lituana en los crimenes del Holocausto, la cual el admite es "dolorosa", Kubilius habla de la participacion de "algunos" lituanos, un termino neutral y en este contexto insignificante que no refleja la realidad historica y evita a sus compatriotas una confrontacion honesta con sus crimenes masivos contra sus compatriotas lituanos judios durante el Holocausto.
Al responder al reciente reentierro en Kaunas de los restos de Juozas Ambrazevicius, el primer ministro del gobierno provisional establecido por los lituanos luego de la invasion alemana, el cual apoyo totalmente a los nazis y participo activamente en la persecucion y asesinato de los judios, Kubilius afirma que el gobierno no estuvo oficialmente involucrado.
Esto a pesar del hecho que financio todo el proyecto, y luego pontifico acerca de la necesidad que ambas partes esten abiertas a la narrativa de la otra parte, esencialmente un pedido para que los judios perdonen el asesinato masivo de sus hermanos, quienes fueron asesinados, de acuerdo con el primer ministro, por "gente ingenua y romantica que fue capturada por las circunstancias historicas y tiempos muy complicados cuando estaban intentando lograr la independencia de Lituania."
El luego agrego en la defensa de estos romanticos que ellos luego se convirtieron en los lideres del movimiento anti-nazi, el cual es basicamente una quimera de fantasia lituana y nunca, si es que alguna vez existio, logro ningun resultado importante.
En respuesta a las preguntas con respecto a los intentos por igualar al Comunismo con el Nazismo y el desafio final de si categorizar a los lituanos como victimas o perpetradores. Kubilius recurre al mismo tipo de doble discurso que busca satisfacer a ambas partes, pero finalmente refleja claramente su lealtad a la teoria del doble genocidio y su obstinada negativa a admitir la condicion unica del Holocausto.
Asi el comienza predicando contra cualquier intento por comparar las dos tragedias, pero luego nos recuerda inmediatamente que 14 millones de personas fueron asesinadas en "esta zona" durante mediados de la decada de 1930 y mediados de la decada de 1940, y que "nosotros y el pueblo judio, por supuesto, sufrimos el destino mas terrible.”
Agregando insulto a la injuria, Kubilius luego concluye la parte "judia" de la entrevista yuxtaponiendo el asesinato masivo de judios durante el Holocausto con las deportaciones a gran escala de lituanos a Siberia.
Kubilius destaca con orgullo el exito de los muchos lituanos que han logrado protagonismo fuera de Lituania, como si el pudiera afirmar sus logros como parte de la historia de Lituania, pero como demuestra claramente esta entrevista, la comprension de la historia por parte del primer ministro, especialmente la de la juderia lituana, deja mucho que desear.

El Dr. Efraim Zuroff es el principal cazador de nazis del Centro Simon Wiesenthal y director de su Oficina Israel. Su libro mas reciente, Operacion Ultima Oportunidad; La Busqueda De Un Hombre Para Traer Ante La Justicia A Los Criminales De Guerra Nazis (Palgrave/ Macmillan), trata extensamente con el fracaso de Lituania desde su independencia para enjuiciar a criminales de guerra nazis locales.