jueves, 5 de julio de 2012

Para los medios, los israelíes no son víctimas

por Monica Cooper Revista de medio Oriente
Nota: El lector tendrá una idea más completa de este tema visitando este sitio para ver una película de unos tres minutos. __________________________________________________ El domingo pasado, dos misiles cayeron sobre el oeste del Negev, al sur de Israel. Según reportó Ynet, uno cayó en la intersección de Gevim, al sur de Sderot dejando a dos mujeres sufriendo de shock. Otro Qassam cayó en un aula de la escuela “Hanativ Hayeshivati” en Sderot. El misil penetró el techo y cayó en el aula pero por algún motivo, no explotó. Afortunadamente, los niños estaban fuera, casi entrando al aula. Según Ynet, los niños, escucharon la sirena pero no se movieron del lugar para correr a los refugios. Un alumno dijo: “Estábamos todos parados, mirando el aula en shock.” La escuela, como casi todos los edificios de Sderot, tiene fortificaciones, pero no son suficientes. “¿Cuánto más podemos fortificar?” preguntó un oficial del ejército, según Ynet. Un estudio publicado hace unos meses mostró que el 70% de los niños de Sderot sufren de síntomas de estrés post-traumático. El sitio de las Brigadas Al-Qassam, el ala militar de Hamas, declara que ellos han lanzado 120 misiles hacia el sur de Israel en el período de una semana. Según este sitio, los objetivos eran militares. En el mismo sitio hay una lista de los objetivos. Sin embargo la lista de los objetivos de los misiles de las brigadas es una serie de Kibbutzim, colonias agrícolas donde civiles trabajan en los campos de cultivo. Kfar Aza, Nahal Oz, Re'im, 
Zikim, etc, son todos ellos kibbutzim. La ciudad de Sderot, ha creado el Sderot Media Center, un sitio en la web dedicado a informar sobre lo que ocurre en el sur de Israel. Allí se puede leer que en un sólo día, el miércoles pasado, 65 misiles cayeron en el sur de Israel, la gran mayoría en comunidades agrícolas. En total se cuentan 11 heridos israelíes en la semana, todos ellos por un misil que destruyó un edificio de la policía de fronteras en Ashkelon. Misiles han caído sobre fábricas, casas, campos, estaciones de autobús y escuelas. Según los artículos en el sitio de Sderot: Un misil cayó en una casa en la Región de Eshkol (en el borde con Gaza) donde se encontraban en ese momento una madre con su niño. La casa quedó destruida y la madre y el niño se salvaron por unos segundos al correr afuera prevenidos por la sirena. Niños que llegaban en un autobús escolar a su parada, vieron un misil explotar en la parada, segundos antes de descender. Max Yadgar, del kibbutz Nir Oz fue atacado por francotiradores desde Gaza mientras estaba en su tractor. Bajó y se escondió bajo el tractor y esperó allí a que soldados vinieran a ayudarlo. Yadgar tiene cuatro hijos y se encuentra en shock. “Seguiré arando las tierras,” declaró. Nadie ha abandonado la región de Eshkol, según Ronit Minaker, vocera del Consejo regional de Eshkol. “En realidad, gente se muda para Eshkol, porque hay sentido de comunidad. Somos personas normales y queremos vivir en paz,” añade Minaker. Según The Jewish Reporter, el embajador de Israel en la ONU, Ron Prosor, lamentó la débil respuesta de la comunidad internacional al fuego de los misiles sobre el sur de Israel. “Esta comunidad responde rápidamente con estridentes condenas de Israel cuando sus acciones ponen en peligro vidas palestinas,” dijo el embajador. La realidad es que los medios importantes, no están interesados en el bombardeo de poblaciones judías hasta que hay un alto número de muertos o, alternativamente, las represalias israelíes resultan en un alto número de víctimas palestinas. El corresponsal Sal Emergui, escribe en El Mundo.es que la situación política en Egipto juega un papel central en lo que acontece. “Por primera vez en mucho tiempo, Hamas asume la autoría de gran parte de los misiles y cohetes contra el sur de Israel,” escribe Emergui. Recalca el corresponsal, que Hamas – el que controla Gaza desde junio de 2007- “había preferido mantenerse al margen en las últimas escaladas limitándose a dejar que otras milicias disparasen.” Según los analistas israelíes, “Hamas se siente "más libre y fortalecido" con la posible victoria del candidato de los Hermanos Musulmanes, Mohamed Mursi.” Según los analistas palestinos, Hamas teme que el Yihad Islámico se fortalezca al ser estos quienes regularmente perpetúan los ataques contra Israel. Lo que queda claro es que Hamas ha lanzado 150 misiles sobre civiles israelíes por razones políticas, probablemente una amalgama de ambas: la escalada al poder de su aliado, los Hermanos Musulmanes en la vecina Egipto, y la consolidación interna de su poder sobre el Yihad Islámico. El corresponsal Emergui escribe: “Al anochecer, continuaba el intercambio de ataques elevando la tensión aunque sin descartar totalmente el regreso a la calma. Por un lado, decenas de misiles y cohetes disparados desde Gaza contra poblaciones del sur de Israel Por otro, ataques aéreos israelíes en la Franja de Gaza.” Este fue el magro reportaje que el acoso y terror vividos en el sur de Israel bajo el constante ataque de cohetes y misiles de Hamas ha recibido en la prensa internacional. La omisión en los medios del acoso a los civiles israelíes por Hamas es injusta e inexcusable. Los ciudadanos del sur de Israel no han acumulado muertos gracias a la suerte, la disciplina de correr con las sirenas anunciatorias que les otorgan 15 segundos de tiempo,y las fortificaciones de sus casas y edificios publicos. Estos hombres, mujeres y niños viven hostigados por Hamas. Pero son inexistentes seres humanos para los medios de difusión. Excusar a Hamas por estas acciones homicidas, desatadas por razones políticas, a tal punto de no exponer a Hamas en los medios, es un acto que contribuye a que la organización terrorista se envalentone y escale sus planes y acciones terroristas. El terrorismo debe ser condenado por los medios, cualquiera sea la nacionalidad de sus victimas civiles.