Fuente: El Med.io
19/2/14
Cuatro muertos y diecinueve heridos es el balance provisional de víctimas por una doble explosión ocurrida en unas instalaciones iraníes situadas en el sur de Beirut, zona de mayoría chií controlada por Hezbolá.
Según las autoridades libanesas, todo parece indicar que el atentado pudo tener su origen en un coche y una motocicleta cargados con explosivos.
La embajada de Irán en el Líbano ya fue objeto de ataque el pasado mes de noviembre por terroristas de Al Qaeda, en represalia por la participación de combatientes de Hezbolá en la guerra de Siria al lado de Bashar al Asad.
En una visita a un hospital militar israelí de los Altos del Golán, donde se atiende a los heridos que huyen del conflicto sirio, el primer ministro aprovechó para incidir en los riesgos que un hipotético acuerdo de los poderes mundiales con Teherán puede acarrear a toda la zona.
“Me gustaría decirle al mundo”, subrayó Netanyahu, “que Irán no ha cambiado nada su política agresiva ni su carácter brutal. Irán continúa apoyando al régimen de Asad, que masacra a su propio pueblo. Esa es la verdadera cara de Irán que el mundo no debe olvidar”.
La Fiscalía presentó ayer formalmente cargos contra dos presuntos agentes de la Inteligencia israelí y dos ciudadanos egipcios, a los que acusa de realizar tareas de conspiración y espionaje.
Los dos acusados egipcios están ya en la cárcel, pendientes de investigación por orden de la Fiscalía, que además ha ordenado el arresto de los dos oficiales israelíes, aunque en este último caso se desconoce su paradero.
La capital del país y la ciudad de Hilla (sur) han sido los escenarios en los que el terrorismo sectario ha golpeado esta vez, dejando casi medio centenar de víctimas mortales, según el último balance ofrecido por fuentes oficiales.
En Hilla, al menos 35 personas han muerto por la explosión de siete coches bomba. En la capital las explosiones han tenido lugar en barrios de mayoría chií.
Según las autoridades libanesas, todo parece indicar que el atentado pudo tener su origen en un coche y una motocicleta cargados con explosivos.
La embajada de Irán en el Líbano ya fue objeto de ataque el pasado mes de noviembre por terroristas de Al Qaeda, en represalia por la participación de combatientes de Hezbolá en la guerra de Siria al lado de Bashar al Asad.
En una visita a un hospital militar israelí de los Altos del Golán, donde se atiende a los heridos que huyen del conflicto sirio, el primer ministro aprovechó para incidir en los riesgos que un hipotético acuerdo de los poderes mundiales con Teherán puede acarrear a toda la zona.
“Me gustaría decirle al mundo”, subrayó Netanyahu, “que Irán no ha cambiado nada su política agresiva ni su carácter brutal. Irán continúa apoyando al régimen de Asad, que masacra a su propio pueblo. Esa es la verdadera cara de Irán que el mundo no debe olvidar”.
La Fiscalía presentó ayer formalmente cargos contra dos presuntos agentes de la Inteligencia israelí y dos ciudadanos egipcios, a los que acusa de realizar tareas de conspiración y espionaje.
Los dos acusados egipcios están ya en la cárcel, pendientes de investigación por orden de la Fiscalía, que además ha ordenado el arresto de los dos oficiales israelíes, aunque en este último caso se desconoce su paradero.
La capital del país y la ciudad de Hilla (sur) han sido los escenarios en los que el terrorismo sectario ha golpeado esta vez, dejando casi medio centenar de víctimas mortales, según el último balance ofrecido por fuentes oficiales.
En Hilla, al menos 35 personas han muerto por la explosión de siete coches bomba. En la capital las explosiones han tenido lugar en barrios de mayoría chií.
