By RAFAEL MEDOFF
En el climax de la campaña para liberar a la juderia sovietica en los años 70, Yossi Klein Halevi, hoy editor contribuyente del The New Republic, en aquellos dias un joven activista judio, escribio un articulo criticando a aquellos lideres judios americanos que estuvieron titubeando en su apoyo por la enmienda Jackson- legislacion vinculando los beneficios del comercio americano con la emigracion sovietica judia. El clasifico al Sen. Henry Jackson, auspiciante de esa ley, como el "unico lider judio que quedaba en America."
La columna de Halevi vino a mi mente recientemente cuando escuche las noticias que ocho jugadores de basketball de la Universidad de Long Island, al menos tres de ellos cristianos, fueron llevados al Salon de la Fama de los deportes nacional judio. Como Jackson, ellos nos recuerdan que a veces incluso un no judio puede ser una especie de lider judio- y uno bueno, en eso.
El año era 1936 y el basketball estaba por convertirse en un deporte olimpico oficial. Los equipos de las universidades lideres de la nacion- el pro basketball estaba aun en su infancia- se preparaban para competir por el honor de representar a los EEUU en la competencia inaugural ese verano. Pero cuando la ronda de apertura de pruebas tentativas estaba en camino en el Madison Square Garden, el equipo que muchos consideraron el mas probable para ganar no estaba siquiera en el campo.
En un movimiento que asombro a los deportes del mundo, los Blackbirds de la Long Island University decidieron, como un equipo, boicotear las Olimpiadas de Berlin de 1936 para protestar por la persecucion de los nazis a los judios alemanes.
En vista de las politicas antijudias de Hitler, los jugadores creyeron que "los EEUU no debian participar en los Juegos Olimpicos ya que estos estaban siendo llevados a cabo en Alemania", anuncio el presidente de la universidad Tristram Metcalfe. Por lo tanto, el explico, los Blackbirds decidieron no competir (en las pruebas clasificatorias) "porque la universidad bajo ninguna circunstancia seria representada en los Juegos Olimpicos en Alemania." Muchos otros equipos permanecieron fuera de las pruebas, pero por otras razones. Notre Dame no quiso que sus jugadores perdieran tantas clases. La New York University explico que a sus jugadores no se les permitia ausentarse de sus trabajos de medio tiempo. Los Blackbirdes fueron los unicos en pararse sobre principios.
La decision de los Blackbirds fue especialmente impresionante cuando uno considera que la probabilidad era que ellos hubieran ganado las pruebas y calificado para las Olimpiadas. En el tiempo de las pruebas, ellos habian ganado 33 juegos, incluyendo cada juego de la temporada 1935-1946. Y ellos ganaron por un margen promedio de 23 puntos. Cuatro de sus jugadores llegaron a jugar profesionalmente para la Liga Americana de Basketball (como se llamaba en aquellos dias), y el entrenador Clair Bee luego entreno a los Baltimor Bullets de la NBA.
Para atletas de alto calibre que tuvieron una chance seria de competir en el mas prestigioso evento atletico en el mundo, boicotear los juegos de Berlin era un enorme sacrificio personal y profesional- uno que muy pocos estaban preparados para hacer. Ademas de los Blackbirds, los atletas que anunciaron que ellos no irian a Berlin debido a su opresion de los judios podian ser contados con las manos: el patinador de velocidad Jack Shea, el velocista Herman Neugass, la entrenadora de natacion Charlotte Epstein y las estrellas de pista y cancha Norman Cahners, Milton Green, Lilian Copeland y Syd Koff. Los boicoteadores no fueron mostrados exactamente con elogios. El columnista de deportes Frank Eck, por ejemplo, castigo a la Long Island University por causar "malos sentimientos" trayendo a discusion el tema de los alemanes judios. La Long Island University declaro que la razon para boicotear los juegos fue, el escribio, "la equivocada respuesta desde un angulo deportivo". Quizas. Pero fue la respuesta correcta desde un angulo humano.
Los Blackbirds estaban hechos de una tela diferente. Algunos de los jugadores de la Long Island University eran judios. Algunos no lo eran. El gerente del equipo era judio. El entrenador no lo era. Ellos venian de diferentes entornos religiosos y etnicos, pero Ben Kramer, Marius Russo, Jules Bender, Ken Norton, Leo Merson, Arthur Hillhouse, Bill Schwarz y Harry Grant compartieron una vision clara de lo que estaba pasando en Alemania.
Contrasta eso con la confusa vision del presidente Franklin Roosevelt. El justifico la participacion americana en los juegos de Berlin sobre la base que dos turistas que asistieron a las Olimpiadas le dijeron "que las sinagogas estan atestadas y aparentemente no hay nada malo en la situacion de los judios alemanes en el presente." Hoy, incluso entre los fanaticos de los deportes, los nombres de los Blackbirds de la Long Island University estan casi completamente olvidados. El entrenador Bee es recordado por algunos entusiastas por inventar la zona de defensa 1-3-1 y el tiro reloj de 24 segundos, o por la serie de libros de deportes para adolescentes "Chip Hilton" que el luego escribio. Y unos pocos New York Yankees de los viejos tiempos pueden recordar que Marius Russo cambio los deportes y, como "Zurdo" Russo se convirtio en el lanzador estrella de la temporada 1941 de los Yankees y la victoria de la Serie Mundial.
Pero por lo que ellos y sus compañeros de equipo realmente merecen ser recordados es por su voluntad de poner la causa de los oprimidos por encima de su propio interes. Esa es una cualidad mucho mas preciosa que la capacidad de destacarse en un circuito, campo, pista de patinaje o cancha de basketball.
Y, uno podria agregar, es una cualidad que debe definir a un verdadero lider judio.
El autor es director del David S. Wyman Institute para Estudios del Holocausto.
www.WymanInstitute.org
Fuente: The Jerusalem Post
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