HABLANDO FRANCAMENTE: OBAMA, NETANYAHU Y LOS JUDIOS AMERICANOS‏

Isi Leibler

Fue con sentimientos mezclados que volvi de New York despues de extensas discusiones con un amplio rango de lideres judios americanos.
El resultado de la proxima reunion del Primer Ministro Binyamin Netanyahu con el Presidente Barack Obama indicara la problable direccion de la relacion con nuestro mas crucial aliado y abastecedor de armas. Los optimistas predicen que un conflicto es improbable que se materialice ahora. Ellos argumentan que Obama tiene suficiente en su plato con la crisis economica, Afganistan, Norcorea e Iran sin buscar una confrontacion con Israel la cual tambien llevaria a fricciones domesticas. Ademas, la opinion publica aun es desbordantemente pro-Israel y el Congreso continua fuertemente partidario.
Pero la acumulacion de señales negativas en las ultimas semanas es altamente desconcertante. Lo que sean que puedan ser los genuinos puntos de vista personales de Obama, claramente el esta siendo fuertemente presionado por los democratas de derecha y europeos para adoptar un enfoque mas duro, incluso anti-israeli. Algunos de estos asistentes clave acusan a Israel por los problemas de la region y creen que la unica forma para que los EEUU tiendan puentes con el Islam es distanciarse del estado judio. Las nuevas politicas de Obama de "comprometerse" con estados delincuentes y esforzarse por modificar el comportamiento de los tiranos mediante la persuasion tiene ominosos paralelos con las politicas de apaciguamiento de la Europa de los años 30. Probablemente no es coincidencia que la Republica Checa sea el pais europeo mas comprensivo con Israel.
A la fecha, Netanyahu no ha dado un paso en falso. Pero su prueba real sera Washington donde el enfrentara el increible desafio de intentar lograr un entendimiento con Obama sobre Iran y los palestinos mientras simultaneamente resiste las presiones para concesiones que podrian posteriormente erosionar nuestra seguridad. En este contexto, el apoyo de la juderia americana es enormemente importante. Obama presumiblemente buscaria evitar alienar a su electorado judio, 80% de los cuales lo votaron y tambien contribuyeron en mas del 50% de la financiacion de la campaña democrata. Sin embargo si los judios fuesen percibidos como siendo ambivalentes, o peor, hostiles hacia el gobierno israeli, hay poca duda que esto influenciaria dramaticamente su enfoque.
Lamentablemente, ademas de una caida en el entusiasmo por Israel de una nueva generacion para la cual el Holocausto y la lucha para crear el estado judio son recuerdos borrosos, la relacion israeli con los judios americanos en las ultimas decadas, tambien ha pasado por considerable erosion. Los sucesivos lideres han descuidado nutrir el liderazgo laico judio americano, concentrandose en cambio principalmente en atraer a los judios ricos como donantes para sus proyectos politicos o personales. Los lideres laicos judios son en gran medida desconocidos y, ademas del AIPAC, el activismo politico nacional judio esta concentrado principalmente en manos de tres altamente capaces pero envejecidos profesionales- Abe Foxman de la Liga Anti-Difamacion, David Harris del American Jewish Committee y Malcolm Hoenlein de la Conferencia de Presidentes.
Adicionalmente, ademas del impacto negativo del colapso general financiero, los judios americanos han sido traumatizados por una escalada de virulentos y antisemitas estallidos anti-Israel, reflejados incluso en los medios supuestamente acreditados. La histeria anti-Israel en los campus universitarios ha crecido como hongos y las campañas para boicotear a Israel se han intensificado. Siniestramente, los judios americanos, especialmente despues de los embrollos de Freeman y el "espionaje" del AIPAC, estan ahora siendo acusados de albergar dobles lealtades.
Los lideres judios estan dispuestos a expresar abiertamente sus preocupaciones. Pero extraoficialmente, muchos desesperadamente predicen un choque frontal judio respecto de Israel con el mas popular presidente americano desde Franklin Roosevelt. Sus preocupaciones son exacerbadas por el comportamiento de los funcionarios judios clave en la administracion que en privado proclaman que ellos no se encogerian de una gran confrontacion con el estado judio y predicen que la mayoria de los judios americanos continuaran venerando y apoyando a Obama. A los lideres del AIPAC les dijo francamente el Jefe de Gabinete de la Casa Blanca, Rahm Emanuel que el fracaso en avanzar con los palestinos impactaria en el progreso con los iranies. Mensajes similares fueron enviados por el Vice Presidente Joe Biden y la Secretaria de Estado Hillary Clinton. El asesor de Seguridad Nacional Gen.James Jones aseguro a un ministro del exterior europeo que a diferencia de Bush, Obama seria "energico" con Israel. Mas escalofriante fue el insulso anuncio sin preaviso, de una secretaria asistente de estado pidiendo a Israel firmar el Tratado de No Proliferacion Nuclear. Los lideres judios estan tambien abatidos con la exposicion mediatica favorable provista a grupos marginales como JStreet, cuyo primer objetivo es "balancear" las actividades del AIPAC presionando a la administracion Obama a forzar a Israel para hacer mas concesiones unilaterales. En recientes informes del Departamento de Estado, los lideres judios quedaron tambien shoqueados por ser acompañados por organizaciones disfrazadas como Sionistas, quienes fueron urgidos por el gobierno americano a extender el mismo "amor duro" a Israel que los padres aplican a los "drogadictos".
J Street y sus aliados "pro-paz" alegan que el establishment judio esta practicando "McCarthyismo" y negandoles libertad de expresion. La mayoria de los judios efectivamente concurririan que es desmedido para los americanos judios ser presionados por su gobierno para intervenir en asuntos que afectan la vida y muerte de los israelies. Pero el tema no es la libertad de expresion. Lo que se requiere es que como los judios comunistas que se comprometieron en las falsas campañas de paz estilo sovietico y defendieron el antisemitismo sovietico, estos falsos "sionistas", deben ser expuestos y aislados de la corriente principal judia antes que socaven la posicion de Israel, particularmente en el Congreso.