Por: Idafe Martín. BRUSELAS. Especial.
Decenas de miles de judíos polacos, rusos, ucranianos y bielorrusos fueron transportados en vagones de ganado desde sus hogares hasta los campos de concentración y exterminio nazi durante la Segunda Guerra Mundial. Como tantos otros de casi toda Europa.
Hitler y sus secuaces habían decidido borrar al pueblo judío del mapa europeo. Casi 70 años después, los sobrevivientes y sus descendientes quieren que Alemania les compense económicamente.
Dos organizaciones polacas pidieron el pasado mes de enero a los ferrocarriles alemanes, la empresa pública Deutsche Bahn, compensaciones económicas por haber participado en la maquinaria de exterminio nazi. Pidieron "una ayuda humanitaria" para sus miembros y aseguraron que sería destinada a gastos sanitarios.
Entienden que Deutsche Bahn es la heredera legal de Deutsche Reichsbahn, la empresa que gestionaba los trenes durante el nazismo y que fue utilizada por el régimen nazi para el transporte de los judíos cuyo destino final serían las cámaras de gas y los hornos crematorios de la red de campos de exterminio.
Deutsche Bahn rechazó la demanda y aseguró que ya financia a una fundación que asiste a las víctimas de trabajos forzados. A partir de ahí, otras 18 organizaciones que defienden la memoria y los intereses de los supervivientes del Holocausto, se unieron a sus homólogas polacas y plantean llevar el caso a los tribunales.
La asociación alemana 'Zug der Erinnerung' (Tren de la memoria) calcula que la Deutsche Reichsbahn ganó unos 445 millones de euros (unos 600 millones de dólares) durante la Segunda Guerra Mundial transportando judíos y disidentes políticos a lugares como Auschwitz, Treblinka o Bergen Belsen.
Porque el gobierno nazi era, para algunas cosas, tan ordenado y eficiente, que pagaba a sus ferrocarriles por transportar detenidos. Como en tiempos de paz y turismo, por los niños menores de 10 años se pagaba la mitad y por los menores de cuatro nada. Viajaban gratis a la muerte.
Estas organizaciones, en un comunicado enviado a la agencia AFP y firmado en Varsovia hace dos semanas, exigen que "los descendientes históricos de la Deutsche Reichsbahn deben asumir de una vez sus deberes morales y financieros. Somos supervivientes de los transportes de la muerte. La Deutsche Reichsbahn cobraba por cada kilómetro de nuestro recorrido hacia la deportación, el encarcelamiento y la muerte. Se enriqueció con los crímenes masivos".
Roman Giertych, abogado que representa a estas asociaciones, explicó que su reclamación "no es un asunto político, es justicia para los últimos supervivientes de la guerra". El abogado explicó que presentarán su demanda judicial en Polonia y en Estados Unidos "porque no tenemos opciones de ganar en Alemania". Estas asociaciones calculan que unas 800.000 personas podrían tener derecho a compensaciones económicas si su iniciativa prospera.
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