Mientras el enviado especial de Estados a Oriente Medio, George Mitchell hace su camino a Israel, el presidente estadounidense Barack Obama (foto) promete que no tiene intención de impone su propio plan de paz para israelíes y palestinos. En una carta a Alan Solow, el presidente de la Conferencia de Presidentes de Organizaciones Judías, Obama escribió que no tiene planes de imponer la paz "desde fuera".
La carta de Obama se produjo en respuesta a las preocupaciones expresadas por los líderes judíos sobre las políticas de Washington hacia Israel.
"Debido a que nos conocemos desde hace mucho tiempo", escribió Obama, "estoy seguro de que se puede distinguir el ruido y la distorsión de mis puntos de vista que han aparecido recientemente, y el enfoque actual de mi gobierno hacia Medio Oriente".
El presidente estadounidense subrayó en su carta que, "por más de 60 años, los presidentes norteamericanos han creído que la paz entre árabes e israelíes está en los intereses de seguridad nacional de los Estados Unidos". Agregó que la búsqueda de esta paz una prioridad desde su primer día en la Casa Blanca.
Además, dijo: "Estoy profundamente comprometido a cumplir el importante papel que Estados Unidos debe desempeñar para que la paz sea alcanzada, pero también reconozco que para que cualquier acuerdo sea duradero, la paz no puede ser impuesta desde el exterior, sino que debe ser negociada directamente por los líderes que están obligados a tomar las difíciles decisiones y compromisos históricos".
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