domingo, 11 de abril de 2010

Duras críticas de Turquía a Israel: "Es la principal amenaza a la paz regional




Todos los intentos de los últimos meses de apagar el fuego por sucesivos choques entre Turquía e Israel parecían ayer destinados al fracaso al término de una semana plena de expresiones muy poco diplomáticas. Los dos actores principales son el primer ministro turco Recep Tayyip Erdogan y el canciller israelí, Avigdor Lieberman. Ayer, el dirigente turco lanzó un misil desde París, donde se encuentra de visita oficial, poco antes de acudir a un almuerzo de trabajo con el presidente Nicolas Sarkozy: "Israel -dijo- es la principal amenaza para la paz regional".
"Si un país recurre a la fuerza de manera desproporcionada, en Palestina, en Gaza, (y) usa bombas de fósforo, no vamos a decir 'bravo'. Vamos a preguntarle por qué actúa de esa manera", continuó el líder de Ankara.
Desde Jerusalén, el primer ministro Benjamín Netenyahu condenó de inmediato los "ataques" de Turquía durante una conferencia de prensa, aunque trató de guardar una compostura diplomática. "Nos interesa tener buenas relaciones con Turquía -comentó- y lamentamos que Erdogan haya decidido atacar a Israel todo el tiempo".
Turquía, un país musulmán pero laico, ha sido considerado durante mucho tiempo como un aliado regional de Israel, tras la firma en 1996 de un acuerdo de cooperación militar. Pero sus relaciones se degradaron tras la ofensiva israelí en Gaza, a inicios de 2009. Erdogan se encuentra en París para buscar apoyo al ingreso de su país a la Unión Europea.
Uno de los últimos episodios de los choques entre Turquía e Israel se registraron hace dos meses, cuando el vicecanciller israelí, Dany Ayalón, decidió dar una "lección ejemplar" al embajador turco en Israel, Ajmad Ogoz Jalikol, a raíz de una serie de TV de claro tinte antiisraelí y antisemita. De manera ofensiva, se obligó al embajador turco a sentarse en un sofá muy bajo, mientras que frente a él se ubicó Ayalón, que indicó a los fotógrafos y periodistas que observaran que en la mesa no había una bandera turca, que no se ofrecía nada de beber y que el embajador turco estaba a los pies del israelí.
La respuesta de Turquía no se hizo esperar y finalmente Ayalón y el gobierno israelí debieron disculparse y esforzarse mucho para posibilitar el viaje de trabajo del ministro de Defensa, Ehud Barak, a Turquía, para profundizar las relaciones en materia de seguridad, que incluyen la lucha contra el terrorismo y las ventas de armas y mejoramiento de equipos de Israel a Turquía.

Durante la visita de Barak a Ankara se habló de abrir una nueva página en las relaciones, pero el muy temperamental Erdogan contribuyó a agitar las llamas al amenazar con que "Turquía no se quedará impasible si Israel trata de incendiar la Franja de Gaza". A esta amenaza respondió el canciller israelí, quien comparó al premier turco con controvertidos dirigentes como el venezolano Hugo Chávez o el libio Muammar Kadhafi.
Ankara condenó el martes las declaraciones de Lieberman como "sin fundamento", "repudiables" y "sin límites", un rechazo en el marco del idioma diplomático y con clara intención de no continuar con la escalada de violencia verbal que se mantiene con altibajos desde el comienzo de "Plomo Fundido" en enero del 2009, la acción militar israelí en Gaza que dejó 1.400 muertos, gran parte de ellos civiles palestinos.
El temor a que la violencia verbal asuma matices físicos redujo a menos de la mitad el flujo de cientos de miles de israelíes que llegaban cada año como turistas a Turquía.
Por: Shlomo Slutzky

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