viernes, 30 de abril de 2010

EL EJE AUSTRO-IRANI

SIMONE DINAH HARTMANN

Mientras el mundo occidental esta intentando reunir apoyo internacional para sanciones mas duras contra Teheran para frenar su programa de armas nucleares, Austria parece buscar vinculos aun mas estrechos con los mullahs. En vez de aislar a la Republica Islamica, Viena recien dio la bienvenida a Manouchehr Mottaki, el ministro del exterior de Iran, quien en 2006 dio el discurso de apertura en la Conferencia de Negacion del Holocausto en Teheran.
A pesar de los informes mediaticos de la oposicion americana, britanica y francesa a la visita, el gobierno austriaco procedio el domingo a llevar a cabo una recepcion para el Sr. Mottaki. Mientras el estrechaba las manos del Ministro del Exterior austriaco Michael Spindelegger, la bandera de la Republica Islamica flameo en lo alto del edificio del ministerio del exterior, junto con aquellas de Austria y la Union Europea. Durante la conferencia de prensa conjunta, el Sr. Spindelegger declaro que el "dialogo es un elemento central" y presiono a Iran a cooperar para que las sanciones puedan ser evitadas. El Sr. Mottaki afirmo que la reunion fue llevada a cabo en una atmosfera muy placentera y llamo a su contraparte austriaca "mi amigo."
Las exportaciones austriacas a Iran, incluyendo la maquinaria sofisticada y bienes electronicos, ascendieron a casi 6% en 2009, alcanzando aproximadamente €350 millones. Esa cifra es aun mas asombrosa dado que durante la crisis financiera mundial del año pasado, las exportaciones austriacas al resto del mundo cayeron 20%. Muchas compañias austriacas estan sospechadas de trabajar con compañias fachada afiliadas con la Guardia Revolucionaria Irani.
La visita de Mottaki no fue aberracion. Viena tiene una larga tradicion de apaciguar a la Republica Islamica. En 1984, el social-democrata austriaco Erwin Lanc fue el primer ministro del exterior occidental en visitar Iran despues de la Revolucion Islamica. Kurt Waldheim, el presidente austriaco cuyo termino en el cargo fue oscurecido por revelaciones acerca de su pasado nazi, se volvio el primer titular de estado occidental en hacer una visita de cortesia al regimen en Teheran en 1991. Waldheim incluso coloco una ofrenda floral en el sarcofago del Ayatollah Khomeini. Su viaje a Teheran asfalto el camino para posteriores visitas por parte de politicos de alto rango de otros paises europeos occidentales- especialmente de Alemania.
Elegira Austria la continua colaboracion con aquellos que amenazan con aniquilar al estado judio?
Seria lindo ver a Austria hoy no alineada con un regimen antisemita.
FUente: The Wall Street Journal

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