EL ESTADO PALESTINO Y LAS LECCIONES DE OSLO

EL ESTADO PALESTINO Y LAS LECCIONES DE OSLO



Las deliberaciones en la ONU son teatro. No puede haber ningun evitar las negociaciones directas.
23/9/11

Por FOUAD AJAMI
'ONU 194" es el lema de la campaña para conceder a los palestinos una banca en las Naciones Unidas, reconocer su autoridad como la 194ª nacion en ese organismo mundial. Esta es la segunda opcion de los palestinos, porque estuvo la sesion de la Asamblea General en 1947 que encaro la cuestion de Palestina, y la lucha entre arabes y judios por esa tierra disputada.
Una votacion tuvo lugar sobre la resolucion de particion ese noviembre y previo dos estados que vivieran lado a lado. Fue un tema cerrado. Requirio una mayoria de dos tercios, y el conteo final fue de 33 estados a favor, 13 opuestos, 10 abstenciones y una ausencia registrada. Israel se convertiria en el 58º estado miembro. Los palestinos rechazaron la 59ª banca.
La diplomacia arabe habia buscado la derrota de la resolucion, y los palestinos habian esperado la salvacion en las manos de sus posibles
respaldadores arabes. La amenaza de guerra ofrecio a los palestinos una falsa promesa; no hubo necesidad sentida de compromiso. El influyente secretario-general de la Liga Arabe, el egipcio Azzam Pasha (por un exquisito giro del destino abuelo materno del lider de al Qaeda Ayman al-Zawahiri), iba a decir a un talentoso y joven diplomatico sionista, Abba Eban, que el mundo arabe no estaba en un estado de animo de compromiso. "El mundo arabe ve a los judios como invasores. Va a combatirlos", dijo el. "La guerra es absolutamente inevitable."
Para los sionistas la votacion fue equivalente a un titulo basico de independencia. Pero la comunidad judia en Palestina habia ganado la carrera por la independencia donde realmente importaba- en el terreno. Pero, la suya era una empresa fragil.
Inglaterra, la Potencia Mandataria en Palestina desde el fin de la Iª Guerra Mundial, se habia cansado de los sionistas, de los arabes, y de toda la sordida carga de adjudicar sus derechos en competencia. El Imperio Britanico estaba quebrado y buscando una forma de reducir sus cargas. En agosto de 1947, habia entregado India, la Joya de la Corona, y permanecio a un lado mientras una ola de violencia cataclistica entre hindues y musulmanes daba un vergonzoso final al largo dominio imperial. Era inutil derramar sangre y dinero en Palestina, y Pax Britannia estaba dispuesta a pasar el problema a la ONU.
Tampoco estaban los temas resueltos para la particion, y para la causa de un estado judio, en los consejos de poder americanos. El Presidente Harry Truman estaba indeciso. El se alimentaba de la Biblia y la causa de la creacion del estado judio lo tironeaba, pero el estaba bajo inmensa presion de una burocracia de seguridad nacional que no tenia simpatia por el proyecto sionista. Un presidente accidental que habia llegado a la presidencia despues de la muerte de Franklin Delano Roosevelt, el carecia de la confianza que requeria una crisis de este tipo.
Su secretario de estado, General George Marshall, estaba dudoso de la idea de la particion, temeroso que una guerra estallaria sobre Palestina que requeriria la intervencion de tropas americanas. Truman estaba impresionado por Marshall, lo veia como uno de los "grandes comandantes de la historia." El Secretario de Defensa James Forrestal era mas antagonista aun. Habia intereses petroleros en el mundo arabe, y una gran posicion estrategica que proteger en la region.
La votacion en la ONU fue confusa. Al final, todas las dudas americanas fueron puestas a un lado, y EEUU opto por la particion, presiono por ella, y se le unio la Union Sovietica. Inglaterra se abstuvo. El magnate de los neumaticos Harvey Firestone aseguro el voto de Liberia por la particion. Filipinas dudo pero dio un voto favorable. India habia dado a entender que tenia simpatia por la particion pero al final eligio no ir contra las sensibilidades de su propia poblacion musulmana. Hubo rumores que el delegado de Costa Rica vendio el voto de su pais por $75000.
"La linea de particion no sera mas que una linea de fuego y sangre", advirtio Azzam Pasha. Y la historia lo reivindicaria. Seis meses mas tarde, con Inglaterra renunciando a Palestina sin siquiera una entrega de responsabilidad ceremonial, la guerra estallaria.
Pero los escenarios fatidicos para el nuevo estado judio no iban a ser cumplidos. Israel tuvo lo propio. Y los palestinos que habian apostado a la caballeria arabe viniendo al rescate iban a conocer la derrota y desposesion. Su causa fue subsumida bajo un reclamo arabe mas amplio, la Palestina del mandato iba a ser dividida-estaba el nuevo estado judio, la soberania jordana sobre Cisjordania y Jerusalem oriental, y el control egipcio sobre Gaza. La victoria de Israel dos decadas mas tarde en la Guerra de los Seis Dias reunio la tierra e ironicamente, dio a los palestinos una posibilidad de liberarse del cautiverio pan-arabe.
"Nosotros tenemos que tener membresia plena en la ONU. Nosotros necesitamos un estado, una banca en las Naciones Unidas", declaro el presidente palestino Mahmoud Abbas la semana pasada en Ramallah cuando el lanzo este intento, en desafio a los deseos americanos. Asi la creacion del estado seria circunvalada, y los palestinos, en un patron conocido de su historia, colocarian su fe en la salvacion a traves de la indulgencia de otros.
Pero si los palestinos observaran su historia, ellos llegarian a reconocer que la primera oportunidad que se les cruzo sucedio en 1993, a traves de negociaciones directas con Israel. La paz de Oslo que les aseguro su autoridad nacional, que trajo a Yasser Arafat de su exilio tunecino a Gaza, fue un regalo de la diplomacia directa. Arafat estaba buscando la redencion; el habia apostado a Saddam Hussein en la Guerra del Golfo de 1990-91 y perdio el apoyo financiero de los estados arabes petroleros. Israel, por su parte, habia recien elegido a un heroe de guerra, un hombre estoico y determinado, Itzjak Rabin, como su lider, y al habia hecho campaña bajo la promesa de sacar a "Gaza fuera de Tel-Aviv."
Cierto, la ceremonia de reconciliacion el 13 de septiembre de 1993, habia tenido lugar en el Parque Sur de la Casa Blanca, con Bill Clinton empujando a Arafat y Rabin para ese reticente apreton de manos. Pero los americanos estuvieron entregando a la novia mucho despues que la pareja se habia fugado.
Una generacion despues de ese apreton de manos, la leccion de ese acuerdo continua inalterable. No puede haber un evitar el trabajo y los esfuerzos de las negociaciones directas. Las deliberaciones en la ONU son solo teatro, solo otra ilusion.

El Sr. Ajami es un investigador senior en la Institucion Hoover de la Universidad de Stanford y co-presidente del Grupo de Trabajo sobre Islamismo y el Orden Internacional
Fuente: The Wall Street Journal- Traducido por Marcela Lubczanski especialmente para el blog de OSA Filial Cordoba