martes, 27 de septiembre de 2011

Los palestinos, entre la esperanza y un gran escepticismo sobre su futuro


'No es un buen momento para un Estado palestino. Antes quiero un trabajo'

Qué ganamos con un Estado sin derecho a voto y con represalias?, preguntan

La decisión es criticada por Hamas y vista con recelo por dirigentes en Ramala

El deseo de los palestinos por ver reconocido un Estado independiente y libre se mezcla con el enorme escepticismo ante el atrevido paso dado por su presidente Abu Mazen. Un órdago personal y colectivo producto de las circunstancias, la imprevisible inercia regional tras una Primavera inesperada, la debilidad estadounidense y la frustración por las colonias y una larga travesía de negociaciones (sin éxito ni horizonte) con Israel.

La decisión del rais es criticada por el grupo islamista Hamas (un Estado en las fronteras del 67 supone reconocer a Israel) y vista con recelo por algunos dirigentes en Ramala como el primer ministro palestino Salam Fayad que no ve con muy buenos ojos el desafío a Estados Unidos. Pese al anuncio de Abu Mazen y la nula confianza entre las partes, Washington sigue intentando la reanudación del proceso de paz.

Tras las felicitaciones y los aplausos de la Mukata al discurso presidencial, muchos palestinos se preguntan: ¿Y después qué? ¿Qué pasará después de que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas tumbe (con o sin veto de EE.UU) la petición de un Estado de pleno derecho y Abu Mazen deba "consolarse" con un estatus de observador sin voto. O la posibilidad que el Consejo de Seguridad retrase su veredicto durante semanas y meses.

'¿Qué ganamos con un Estado sin derecho a voto?'

"Nosotros queremos que el mundo reconozca Palestina pero sin dialogar o pactarlo con los israelíes que son los que ocupan Cisjordania no habrá ningún cambio en la vida diaria", afirma en Ramala un viejo palestino tocado con una kefia, que asimismo denuncia lo que llama "alianza americana-sionista".

"El presidente tiene razón cuando dice que con Netanyahu no tiene sentido dialogar pero ¿qué ganamos enfrentándonos a EEUU? ¿Qué ganamos con un Estado sin derecho a voto provocando represalias israelíes y sin ningún cambio tangible?," se preguntan en una peluquería.

Una pregunta que hace unos días contestó a EL MUNDO.ES, el dirigente de la OLP y asesor de Abu Mazen, Mohamed Shtaye: "Nosotros también pensamos que en el terreno no habrá modificaciones. Éstas solo se producirán con el fin de la ocupación israelí. El verdadero cambio tras nuestra iniciativa será político y diplomático... cuando Palestina sea un Estado miembro de la ONU ocupado por otro miembro, forme parte de las agencias de la ONU y cuando la comunidad internacional reconozca nuestros derechos. Entonces, Israel ya no podrá decir que son territorios disputados".

Cerca de la Plaza Manara encontramos a Karim, un palestino natural del campo de refugiados de Jalazun, a menos de 10 kilómetros de la capital administrativa de Cisjordania. "Respeto mucho a Abu Mazen pero antes de un Estado, deseo el fin de los controles militares israelíes en las carreteras. No es un buen momento para un Estado palestino. Yo no tengo agua en mi casa, no puedo ir a mi casa sin permiso y no trabajo desde hace dos años. Antes de un Estado, quiero un trabajo", nos dice.

Otra pregunta es cómo Abu Mazen dirigirá un Estado con la Franja de Gaza controlada por Hamas, el principal rival de Al Fatah. El movimiento islamista denuncia que el presidente ha preferido acudir a la ONU antes que una reconciliación interna que, por cierto, pese a los solemnes anuncios y acuerdos, está lejos de sellarse. Varios portavoces de Hamas han afirmado estos días que "es una táctica para volver a negociar" con Israel.

La sensación en la calle palestina es que no hay interés alguno de iniciar una nueva Intifada aprovechando las masivas manifestaciones y marchas convocadas esta semana. La previsión es que los enfrentamientos, si es que hay, serán de baja intensidad.

Es más, hay una inesperada indiferencia entre muchos ciudadanos de Ramala que están más preocupados en poder llegar a Jerusalén que seguir la batalla diplomática que esta semana se centrará en la sede de la ONU. Nueva York sigue estando muy lejos.

http://www.elmundo.es/elmundo/2011/09/18/internacional/1316334689.html
NOTI OLEI

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