miércoles, 7 de septiembre de 2011

NINGUN LUGAR AL QUE HUIR‏

Hay una simple e inexplicable fuerza en estar en casa. No te hace mas seguro, y puede, de hecho, convertirte en un objetivo. Pero elegir un hogar como ese promueve la claridad.

No hay nada como estar en una cabaña junto a un lago en Ontario por unos pocos dias para poner al Medio Oriente completamente fuera de tu sistema.
Rodeado por nada mas que arboles, pajaros, agua y un par de maravillosos amigos, todo comienza a evaporarse. La huelga de los doctores, las omnipresentes pilas de basura apestosa en las calles de Jerusalem, la politica histrionica y el voto en ciernes de la ONU- todo se desvanece con el tiempo.
Como hay poco para hacer mas que caminar, kayak y leer, yo traje la reciente - y realmente maravillosa - autobiografia de su padre de Yair Lapid (no, ese no es un error de tipeo) para las vacaciones. El libro abre con la niñez de Tommy Lapid en la Budapest ocupada por los nazis. Es un doloroso relato, como lo son la mayoria de ellos, particularmente cuando el nota luego de un estrecho escape en una letrina que aunque el estaba vivo, el peligro no habia pasado. Los nazis y sus colaboradores estaban en todas partes; simplemente no habia un lugar al que huir.
Sobrio, por decirlo suavemente; pero ni siquiera la exquisita escritura de Lapid pudo deshacer la placidez del lago. El agua estaba muy calma, el bosque muy espeso con los sonidos de castores y loquillos (pajaros reales, no parlamentarios) para que aquellos dolorosos recuerdos socavaran la calma. No hay internet en la cabaña y apenas algun 3G.
El mundo como nosotros lo conocemos podria tambien haber sido un planeta diferente. Yo senti que podria haberme quedado alli por siempre.
HABIA, NO OBSTANTE, un antepecho donde podias dejar tu BlackBerry, donde de tanto en tanto, llegaba una señal. Entonces si tu dejabas el BB alli de noche, las posibilidades eran que en la mañana, podias al menos controlar tu e-mail y no quedar muy atras. Un gran error.
Una mañana desperte y controle mi e-mail. No habia mucho, gracias a Di-s, pero uno de mi hermano llamo mi atencion. “Estan todos bien?” era el asunto, sin ningun texto. Pero no hacia falta. Un e-mail como ese puede significar solo una cosa. Subi al coche, maneje hasta el pueblo, compre un cafe que no queria asi podria sentarme en el comedor equipado con Wi-Fi y leer acerca de lo que estaba aconteciendo en la frontera sur.
Bravo por la calma que llega con caer dormido ante el sonido de los grillos.
Yo pase la mayoria del dia a traves de ese antepecho, intentando coaccionar mi BlackBerry para obtener las noticias. Los detalles lentamente surgieron. Terroristas habian infiltrado el Negev. Entre otros, dos hermanas, con sus esposos de vacaciones, habian estado dirigiendose al sur cuando la ruta de la frontera fue bloqueada por pistoleros que les dispararon a cada uno a quemarropa, dijo un testigo ocular. Las otras historias no fueron menos terribles.
Yo hable con alguien que esta razonablemente alto en la Inteligencia, generalmente un poco muy confiado en nuestros “socios de la paz" para mi gusto, pero muy astuto y siempre digno de ser escuchado. Estuvo esto en cierta forma conectado con la inminente voltacion de septiembre en la ONU?, pregunte. En lo absoluto, dijo el. Estos ataques llevan meses en ser planificados. Ellos los lanzan cuando pueden.
“Entonces cual es el punto?” pregunte.
“Que hace esto para ellos?” El se rio. “Que quieres decir con, ‘Cual es el punto’? Ellos querian matar judios.”
Tommy Lapid vino a mi mente. Setenta años mas tarde, realmente no hay un lugar al que escapar. Tu puedes estar de vacaciones cerca de Eilat con tu esposo, tu hermana y tu cuñado, no en los “territorios,” ni cerca de ninguna frontera disputada. Y ellos bloquean la ruta y te disparan a quemarropa de todas formas – porque “ellos querian matar judios.” Un siglo diferente. Un continente diferente. Un enemigo diferente. Nada cambia.
EN EL CAMINO A CASA, yo pare en New York para dos dias de reuniones, incluida una con uno de los periodistas judios prominentes de America. Ella, tambien, es extraordinariamente inteligente, le importa Israel y esta preocupada.
Ella esta preocupada por la construccion en los asentamientos y lo que hace al proceso de paz. Ella esta horrorizada que el Primer Ministro Binyamin Netanyahu insultara al Presidente americano Barack Obama durante el gran intercambio de discursos unos pocos meses atras, y al hacer eso, avergonzara a muchos judios americanos. Ella estaba perpleja porque Israel no esta tomando los pasos necesarios hacia la paz.
Pero ella vio una causa para optimismo - la tienda de la ciudad en boulevard Rothschild.
Una lastima que Israel no hizo mas de eso en la prensa internacional, dijo ella.
Incluso su hija estaba finalmente extasiada acerca de Israel. "Ma", ella llamaria a casa desde Tel Aviv y diria, "esto es totalmente maravilloso." Mi interlocutora queria saber que pensaba yo que sucederia a partir de las protestas.
“Nada,” le dije. Bibi habia estado en un poco de problemas internos, pero el tuvo una nueva linea de vida con los recientes ataques. Las protestas menguarian y el pais seria forzado a pensar acerca de lo que es siempre forzado a pensar - mantener vivos a los judios.
Ella miro un poco desconcertada, y el salon se silencio. Nosotros estabamos ambos asombrados, pienso, por las formas radicalmente diferentes en que ambos vemos el mundo. Ella estaba entristecida por los ataques, pero ellos le parecieron ser incidentes. Para mi, sin embargo, ellos no fueron incidentes. Ellos son una forma de vida - para nosotros y para ellos - e indican un odio insaciable que nos sigue dondequiera que vamos. Ella cree, honesta y sinceramente, que si nosotros simplemente hacemos la paz, la violencia cesara.
Yo solia creer eso, y desearia poder seguir haciendolo. Ella esta desesperada porque nosotros hagamos la paz para que podamos volver nuestra atencion hacia la justicia social. Y yo pienso que vamos a tener que aprender a enfocarnos en la justicia social aun cuando estemos en guerra, porque yo no veo posibilidad que ella o yo vivamos para ver este conflicto arreglado.
YO DEJE SU OFICINA golpeado por cuan similares eran nuestros valores y cuan diferentes nuestros puntos de vista mundiales. Y yo tuve una concientizacion repentina - yo habia tenido demasiadas vacaciones. Era hora de ir a casa.
En el subterraneo, yo abri el libro de Lapid. Un par de paginas mas tarde (pagina 89 de la edicion hebrea), yo lei esto: “Durante 60 años, yo vivi en el Estado de Israel, y mi identificacion con el fue absoluta... [Yo supe] que estaba en el unico lugar en el cual un judio puede vivir, el unico lugar en el que yo podria vivir... El ghetto me enseño que necesitaba un lugar al que pudiera ir, pero nada me preparo para la fuerza de haber encontrado ese lugar."
No sorprendentemente, Lapid lo entendio correctamente una vez mas. Hay una simple e inexplicable fuerza en estar en casa. No te hace mas seguro, y puede, de hecho, convertirte en un blanco. Pero elegir un hogar como ese promueve la claridad; te fuerza a decidir que aquello en lo que crees es mas importante que tu propia supervivencia. Tu sabes que incluso cuando estas en casa, no hay ningun lugar al que escapar. Y aun asi, a pesar de todo eso – o mas bien, debido a todo eso – tu sabes que no hay ningun lugar mas en el que estarias.
El autor es presidente de la Fundacion Shalem e investigador asociado en el Centro Shalem en Jerusalem. Su ultimo libro, "Salvar a
Israel: Como el Pueblo Judio Puede Ganar una Guerra que Puede Nunca Terminar" (Wiley), gano el Premio Nacional al Libro Judio del año 2009. El ahora esta escribiendo un libro sobre la defensa de Israel y la nacion-estado.
Fuente: The Jerusalem Post- Traducido por Marcela Lubczanski especialmente para el blog de OSA Filial Cordoba

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