martes, 10 de enero de 2012

Aumenta la presión por la búsqueda nuclear de Irán

Brian Segal

Irán parece decidido a confirmar que es el principal bravucón y bandido del mundo, la mayor amenaza a la paz mundial. Su búsqueda de capacidad de armas nucleares, apoyo al terrorismo internacional, y absoluto desprecio por el derecho internacional son clarísimos.
La comunidad internacional ha recurrido a la diplomacia y las sanciones económicas para tratar de modificar la conducta iraní. Sin embargo, la rebeldía de Irán exige medidas mucho más enérgicas. Una nueva legislación estadounidense aumentaría significativamente la presión.
Los rasgos terroristas del régimen iraní quedaron expuestos nuevamente en octubre, cuando funcionarios norteamericanos revelaron un complot iraní para asesinar al embajador saudita ante Estados Unidos. El crimen se iba a llevar a cabo en un famoso y concurrido restaurante de Washington, y de haberse concretado, hubiera habido muchas víctimas fatales. Según informantes del gobierno, también se habían planeado atentados contra las embajadas saudita e israelí en Washington y Buenos Aires,
El complot de asesinatos fue “dirigido y aprobado por elementos del gobierno iraní” declaró el Fiscal General Eric H. Holder Jr., quien agregó que “funcionarios jerárquicos” de organismos que son “parte integrante del gobierno iraní, eran responsables del complot” que atacaría el corazón de Washington.

Posteriormente, el 8 de noviembre, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) emitió un informe que sostenía que, si bien aún no había producido una bomba, “Irán ha llevado a cabo actividades relevantes para el desarrollo de un dispositivo explosivo nuclear”. No se trata de tecnología nuclear con fines pacíficos, como afirma el gobierno de Irán, sino de mecanismos “específicos para armas nucleares”.
El Departamento de Estado calificó al informe de “integral, creíble, condenatorio, y alarmante”. Un arma nuclear iraní transportada por misiles pondría en peligro a Arabia Saudita, los Estados del Golfo, Israel, e incluso Europa –sin hablar siquiera del caos que provocaría al suministro de petróleo en el mundo,

El 29 de noviembre, después de que Gran Bretaña ampliara sus propias sanciones prohibiendo todo trato con el Banco Central de Irán –del que dependen las exportaciones de petróleo del país- decenas de iraníes atacaron dos sedes de la embajada británica en Teherán creando una conmoción, mientras varios centenares más de iraníes manifestaban afuera, gritando “Muerte a Gran Bretaña”! Seguro de que las autoridades iraníes estaban involucradas en esta violación de la legislación internacional, el Secretario de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña William Hague advirtió sobre “serias consecuencias”.
Los británicos cerraron su embajada y expulsaron a todos los diplomáticos iraníes de Londres. Algunos gobiernos europeos retiraron sus embajadores de Irán en protesta. Si bien Rusia y China probablemente no repliquen la medida, seguramente la UE como unidad debería retirar sus embajadores, como lo hizo en 2009 en protesta por un golpe de estado que derrocó al gobierno legalmente constituido de Honduras. (Estados Unidos no tiene misión diplomática en Irán).
Las naciones industrializadas deben emular a los británicos adoptando medidas más enérgicas contra el sistema bancario y la industria petrolera de Irán. Existen razones para creer que esto tendrá un impacto. Una encuesta de opinión de diciembre de 2010 realizada por el International Peace Institute señala que si bien la mayoría de los iraníes apoya el programa nuclear, consideran que las sanciones económicas actuales representan el problema externo No. 1 del país, y 65 contra 32 por ciento considera que Irán debería centrarse en resolver sus problemas internos en lugar de tratar de convertirse en la potencia líder de la región.

La Enmienda a las sanciones contra Irán propuesta por Menéndez y Kirk, aprobada por unanimidad en el Senado de EE.UU., impediría a las instituciones financieras estadounidenses mantener relaciones comerciales con instituciones financieras extranjeras que a sabiendas realicen negocios significativos con el Banco Central de Irán. También congelaría los activos iraníes en Estados Unidos y exigiría al presidente que actúe desde la diplomacia para persuadir a otras naciones de que dejen de importar petróleo de Irán. No es el caso de EE.UU., pero la UE representa 18 por ciento de las exportaciones de petróleo de Irán.
Los intentos del gobierno por debilitar las sanciones antes de que se apruebe el proyecto de ley fracasaron al emerger la enmienda intacta de un comité de conferencia.
El Presidente Obama deberá convertir el proyecto en ley. Menendez-Kirk, con enérgicas sanciones y un cumplimiento vigoroso, será una señal para el gobierno iraní de que la violación de las obligaciones impuestas por el tratado y las sanciones del Consejo de Seguridad en relación con la búsqueda de armas nucleares le impondrá un alto precio. Y las autoridades de EE.UU. alentarán a las naciones europeas y otras a seguir el mismo camino.
Con cada día que pasa, Irán avanza en su programa de armas nucleares. Un aislamiento diplomático enérgico y sanciones económicas pueden detener el impulso.
Brian Siegal es director de la oficina del Gran Miami y Broward del American Jewish Committe

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