lunes, 18 de mayo de 2009

Actuó una patota de entre 15 y 20 jóvenes armados con palos. Hay cinco detenidos

























AGRESOR Y VICTIMA. UNO DE LOS ATACANTES, ESPOSADO, LLEVABA UNA NAVAJA Y UN NUNCHAKU. A LA IZQUIERDA, UNO DE LOS HERIDOS EN BUSCA DE ATENCION MEDICA. PARTE DE LOS AGRESORES HUYO, PERO CINCO FUERON DETENIDOS, ENTRE ELLOS UNA MUJER.
Fueron unos 15 o 20 jóvenes, que emergieron de la boca del subte A, en Avenida de Mayo y Perú. Algunos estaban armados con palos y uno llevaba un nunchaku, un arma usada en artes marciales, que tiene dos palos unidos por una soga. También cargaban una pancarta que decía, en letras azules: "Israel, genocida". A pocos metros de allí, frente al ex edificio del diario La Prensa, se desarrollaba un acto en homenaje al 61 aniversario de la creación del Estado de Israel, organizado por el Gobierno de la Ciudad. Sobre el escenario se leían poemas acerca de Buenos Aires, en castellano y en hebreo. Había no más de 500 personas, muchas de ellas ancianos y niños. Eran casi las cuatro de la tarde y los jóvenes actuaron rápido, según contaron testigos a Clarín.

Tiraron algunos panfletos que cuestionaban la política del Estado de Israel en la Franja de Gaza y golpearon a los que tenían más cerca. La custodia del embajador de Israel, Daniel Gazit, también se movió rápido, para retirar del palco al diplomático e ir en buscar de un lugar más seguro La pelea fue breve pero intensa, a tal punto que en la enorme farmacia de la esquina de Avenida de Mayo y Perú, asustados, cerraron rápidamente las puertas. Un ratito más tarde venderían gasas y alcohol para curar a los heridos. "Fue bravo. A uno lo agarraron entre varios en el garaje de acá al lado y le dieron con todo", relató uno de los empleados de ese negocio.

Los agresores fueron enfrentados por algunas personas del público y después de un corto intercambio de golpes salieron corriendo por Avenida de Mayo, en dirección a 9 de Julio, escapando de algunos que los corrían. Según aseguró el presidente de la DAIA, Aldo Donzis, recién allí intervinieron los pocos policías que estaban custodiando el acto.

Fueron los policías que cuidaban justamente la embajada de Israel, que está en Avenida de Mayo y Chacabuco, quienes cerraron el paso a los que huían y facilitaron la tarea de los policías y los civiles que participaban de la persecución. En esa esquina detuvieron a tres varones y a una mujer. Y sobre Chacabuco, casi llegando a Hipólito Yrigoyen, lograron arrestrar al joven que llevaba el nunchaku. Los demás escaparon.

Anoche, fuentes del ministerio de Justicia informaron a este diario que uno de cinco los detenidos había sido identificado como parte de la agrupación Quebracho.

Quedaron tres personas del público golpeadas, que fueron trasladas al Hospital Argerich, dijo el director del SAME, Alberto Crescenti. También resultaron con heridas leves dos policías, que fueron atendidos en el Rivadavia. Uno tenía un traumatismo en un dedo y el otro, en una pierna.

Rápidamente, después de los incidentes, las actividades se reanudaron en el escenario, decorado con banderas de la Argentina e Israel. Hubo danzas folklóricas judías y la actuación del dúo de música klezmer de César Lerner y Marcelo Moguilevsky.

"Había apenas cinco policías custodiando el acto, que sólo intervenieron cuando los agresores escapaban. Fue todo demasiado sencillo para ellos. Una actividad callejera debe tener otro tipo de resguardo", dijo el presidente de la DAIA. También el funcionario del Gobierno de la Ciudad a cargo de la organización, Claudio Avruj, que es un ex directivo de la DAIA, se quejó de que "la policía tardó demasiado en intervenir".

Las autoridades de la comisaría 2a., a cargo del comisario Mario Morales, rechazaron las críticas y dijeron que en la custodia del acto había "unos 15 policías, que actuaron enseguida. Lo que pasa es que fue todo demasiado rápido. Debe haber durado veinte segundos".

Un rato después de la pelea sí se veía en el lugar un importante despliegue policial, con dos patrulleros y un grupo de agentes antimotines, con cascos y escudos. Donzis contó que se había comunicado inmediatamente con el ministro de Justicia, Aníbal Fernández, para pedirle más seguridad.

El jefe de Gabinete de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, llegó hasta el lugar para lamentar el hecho.



Antecedentes


Pintadas antisemitas. El mes pasado aparecieron cruces svásticas, estrellas de David tachadas e insultos en el cementerio de Liniers, ubicado en Ciudadela, que es el más antiguo de la comunidad judía argentina.



Por Medio Oriente. A principios de año, la DAIA, que ejerce la representación política de la comunidad judía, denunció la presencia de expresiones de antisemitismo en las protestas contra la invasión a la Franja de Gaza desarrolladas en la Argentina. En esa época grupos piqueteros escracharon al empresario judío Eduardo Elsztain en el Hotel Intercontinental. El ministro de Justicia, Aníbal Fernández, negó que hubiera un brote antisemita aunque admitió la existencia de "manifestaciones desafortunadas" hacia la comunidad judía.



Informe. En septiembre de 2008, un estudio de la DAIA reveló que la cantidad de agresiones antisemitas había disminuido en 2007 con respecto a 2006, aunque había aumentado su violencia. Citó el caso del hijo de un rabino que fue atacado a golpes cuando subía a un ómnibus.
"Es una amenaza a la democracia"
El embajador israelí en la Argentina, Daniel Gazit, calificó al ataque de ayer como "una amenaza a la democracia". Gazit se encontraba ayer en el lugar del festejo cuando irrumpieron los violentos y fue rápidamente sacado del lugar por su custodia. Todo pasó a pocos metros de donde él se encontraba y, según una versión, Gazit fue resguardado en la sede del Gobierno porteño.
"Esta gente busca la violencia aprovechando cada oportunidad y no dejando que se festeje con tranquilidad", se quejó Gazit, quien cumple sus funciones en el país desde hace pocos meses. "No dejen triunfar a estos malignos", reclamó Gazit en diálogo con la Agencia Judía de Noticias (AJN).
"Esto es terrorismo, y se trata de la cultura contra el terrorismo. Contra esto luchamos todos los días", completó el embajador.
Por su parte, el presidente de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), Guillermo Borger, expresó su "indignación y repudio a los hechos antisemitas" ocurridos frente a la jefatura del Gobierno porteño.
El secretario de la AMIA, Julio Schlosser, dijo que el ataque fue "una vergüenza" y se quejó de una supuesta "zona liberada" por la Policía, lo que fue rotundamente negado desde el Gobierno.
COMUNICACIONES CON EL EMBAJADOR ISRAELI, DAIA Y AMIA
El Gobierno repudia el hecho y niega que haya habido "zona liberada"
Por: Lucio Fernández Moores
El Gobierno repudió anoche el ataque a quienes participaban del acto por un nuevo aniversario de la creación del Estado de Israel y negó que haya habido una "zona liberada" para que actuaran los violentos.El vicecanciller, Victorio Tacetti, le manifestó al embajador israelí, Daniel Gazit, la "solidaridad" del Gobierno nacional. Fue a pedido del canciller, Jorge Taiana, quien le solicitó que expresara así "el repudio de todo el Gobierno argentino a los incidentes ocurridos hoy". En similares términos se refirió la titular del INADI, María José Lubertino.A su vez, el ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos, Aníbal Fernández, negó a través de su vocero que haya habido una "zona liberada", como dijo el secretario de la AMIA, Julio Schlosser."¿De qué zona liberada hablan si hubo cinco personas que fueron detenidas inmediatamente?", se preguntó ante Clarín el vocero de Fernández. El ministro se comunicó personalmente con los presidentes de la DAIA, Aldo Donzis, y la AMIA, Guillermo Borger, y también les expresó el repudio del Gobierno al ataque sufrido ayer.
De acuerdo con fuentes policiales, los atacantes -una veintena- salieron de la estación Perú del subte y agredieron con palos a los manifestantes. Hubo tres heridos (uno de ellos policía) y cinco detenidos, uno de los cuales fue identificado como Leonardo Del Grosso, un militante de Quebracho que se habría separado de esa organización, según dijeron fuentes de la investigación.
El Ministerio de Justicia explicó que la mayoría de los policías se encontraban vestidos de civil y estaban allí desde una hora antes del acto. La Policía incautó un palo tipo "chaco" (nunchaku, dos palos unidos por una soga, en este caso una cadena) y una sevillana. Además fueron vistas pancartas del Frente de Acción Revolucionaria. Los detenidos fueron llevados a la Unidad de Investigación de Conductas Discriminatorias, acusados de violar la ley antidiscriminatoria y atentado y resistencia a la autoridad. Hoy serán indagados por el juez federal Claudio Bonadio.
LOS GRUPOS ANTISEMITAS
El carisma de los cadenazos
Por: Alberto Amato
El ataque sufrido ayer, otro más, por la comunidad judía argentina (por los argentinos que profesan la religión judía, para que se entienda bien) tiene el sello y la hediondez de las salvajadas cometidas a lo largo de nuestra historia democrática. Han estado siempre a cargo de grupos nazis, neo nazis, pro nazis, seudo nazis, ultra nazis, skinheads, en su versión más moderna, o como quieran llamarse esos extraños elementos sociales cuyo carisma radica en los cadenazos. Se llama nazis a ese grupo de individuos que, en cualquier lugar del mundo, se ha hecho masacrar con prusiana puntualidad en cuanta guerra han encarado. En la Argentina, que alberga la mayor comunidad judía de América latina y la memoria de los dos más grandes atentados contra esa comunidad, los grupos antisemitas han actuado siempre en épocas de paz y democracia. En las sangrientas dictaduras que supimos conseguir, no frecuentaron las calles por razones que no han sido aún estudiadas.
Los criminales que ayer interrumpieron el acto recordatorio de la creación del Estado de Israel, lo hicieron bajo una sigla, FAR, que recuerda a la guerrilla de izquierda de los años 70. Pero uno de los detenidos fue identificado como perteneciente a esa entelequia social, política y todo servicio que se ha dado en llamar "Quebracho". La confusión juega en favor de la violencia.
Lo de ayer no requiere un análisis, sino un test de salud mental. Aún así, la identificación plena y clara de los detenidos hará que, en forma excepcional, un atentado antisemita en el país no quede en la nada. A modo de curiosidad: una de las armas capturada a un atacante, hace aparecer una insólita y novísima versión ninja del antisemitismo. Pero en el fondo, la filosofía de quienes convencen sólo cuando arrasan, sigue siendo la misma. Son los organismos de la democracia los que tienen que aggiornarse para combatirlos. Y esa es una decisión política.Fuente Clarin

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