jueves, 22 de septiembre de 2011

El procedimiento para el logro del Estado palestino ante Naciones Unidasde

cidipal,


Wall Street Journal



¿Son merecedores los palestinos de un estado? Antes que ciertos lectores salten ante la sola escucha de la pregunta, el argumento que, quizás, los palestinos no sean tan merecedores, destacaremos que los kurdos -uno de los grupos étnicos más antiguos del mundo- carecen de estado. Tampoco lo tienen los tamiles en Sri Lanka, los tibetanos en China, los vascos en España, los chechenos en Rusia o los flamencos en Bélgica. La lista de pueblos, con exigencias lógicas por un estado, es tan larga como la lista actual de países miembros de ONU, sino, aun, más larga. Cuando, esta semana, la ONU realice su Asamblea Anual en Nueva York, el tema principal de la sesión será el esfuerzo, por parte de la Autoridad Palestina, por declarar el estado. En primer lugar, la Autoridad Palestina se dirigirá al Consejo de Seguridad a fin de obtener la membrecía con derechos plenos en la ONU, donde el gobierno de Obama se comprometió a imponer su veto. Después, tendrá lugar la votación de la Asamblea General sobre si otorgar, a los palestinos, el status de “estado observador” al igual que el Vaticano. Es casi seguro que ese pedido será aceptado por mayoría de dos tercios (129 naciones). La votación en la ONU no creará el estado palestino y, según parece, solo lo retrasaría quizás durante años. La votación no moverá ninguna localidad israelí de Cisjordania y, quizás, hasta otorgue a Jerusalén un motivo para agilizar el ritmo de construcción. Podría, también, empujar a Israel a tomar medidas de castigo hacia los palestinos, que incluyen el congelamiento de la transferencia de fondos de impuestos que llegan a los 100 millones de dólares por mes. El Congreso norteamericano podría reducir la ayuda anual a los palestinos que se inscribe en el orden de los 600 millones de dólares.Entonces, ¿Por qué los palestinos se mantienen firmes en lograr esa nimia victoria simbólica cuando ya tienen de eso bastante en sus bolsos?

Según la explicación que justifica esa medida, hacen uso del pedido del estado como paso destinado a provocar que, Israel, acuerde con determinadas exigencias, incluido el congelamiento de la construcción en los asentamientos. El Presidente palestino, Mahmmud Abbas, insinuó su verdadera aspiración al escribir en The New York Times, en mayo, “La presentación de Palestina ante la ONU despejará el camino para la transformación del conflicto en una cuestión legal internacional y no solo política. Asimismo, nos despejará el camino para la presentación de acusaciones contra Israel ante la ONU, en los organismos de derechos humanos y en el Tribunal Penal Internacional”.

El propósito no se refiere a decisiones carentes de sentido en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU sino a limitaciones de viajes y órdenes de captura internacional contra soldados israelíes involucrados en la “ocupación” del supuesto estado independiente. En otras palabras, lo que los palestinos intentan conseguir con la votación en la ONU no es el reconocimiento de su derecho al estado, sino otro recurso en su lucha eterna por amedrentar, negar y, finalmente, eliminar al Estado de Israel. “Nos proponemos reclamar que, como palestinos, estuvimos bajo la ocupación, durante 63 años”, dijo Abbas hace unos días. Se trata, de otra manera, de decir que la “ocupación”, según la idea de Abbas fue iniciada con la independencia del Estado judío en 1948, y no con el control de Israel sobre Cisjordania y Gaza, tras una guerra que amenazó con su existencia en 1967.

Abbas, quizás también ve el paso ante la ONU como un ejercicio, sin riesgos, dado que la comunidad internacional (incluidos Israel y Estados Unidos) no pusieron atención en imponer la responsabilidad sobre los palestinos cuando esos traicionaron sus compromisos diplomáticos o políticos. Más tarde o temprano, leeremos un artículo de opinión que explicara por qué evitar la ayuda a la Autoridad Palestina, solo estimulará a los fanáticos de Hamas y, entonces, el único camino para avanzar será que Israel haga nuevas concesiones para empujar, a la Autoridad Palestina, a retornar a la mesa de debates que rechazaron cuando se dirigieron a la ONU.

He aquí un procedimiento más exitoso: el gobierno de Obama desperdició seis meses proyectando, para los palestinos, el cambio de orientación. Ahora puede afirmar que la declaración del estado palestino en Nueva York conducirá al cierre del despacho del representante palestino en Washington. El Congreso pude poner en práctica la propuesta de la representante republicana de La Florida, Ileana Ros- Lethinen, de interrumpir el financiamiento norteamericano a la ONU si aprueba el estado palestino.

Quizás llegó el momento de evaluar, otra vez, el salto hacia el estado palestino mientras, los palestinos, estan más interesados en la destrucción de sus vecinos que en la construcción de su cultura política.



Fuente: Jerusalem Center for Public Affairs

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