domingo, 1 de julio de 2012

MALEVOLENCIA EN LAS MALVINAS

Fuente: The Jerusalem Report- Traducido por Luisa Kasvin para el blog de OSA Filial Cordoba por Hernan Dobry 26/06/12 Los judios combatiendo en la guerra de las Islas Malvinas/Falkland tuvieron que combatir el antisemitismo tanto como al enemigo. Photo by: HERNAN DOBRY Todos los conscriptos argentinos en la Guerra de Malvinas de 1982 sufrieron del frio y hambre constantes, pero los soldados judios llevaban una carga adicional – antisemitismo a manos de sus superiores. Estas historias fueron hechas publicas por primera vez en mi libro "Los rabinos de las Malvinas: La comunidad judia en Argentina, la Guerra del Atlantico Sur y el Antisemitismo", publicado en marzo en Buenos Aires. El conflicto comenzo el 2 de abril de 1982, despues que Argentina invadio las Islas Falkland*. Localizadas en el Atlantico Sur, las Malvinas habian estado bajo control britanico desde 1833. La intencion de Argentina fue reafirmar su soberania sobre las islas, la cual ya habia estado defendiendo en el escenario internacional durante muchas decadas. En realidad, fue un intento final y desesperado por parte del dictador Leopoldo Fortunato Galtieri por retener su permanencia en el poder en un momento en que el pais estaba en el medio de una severa crisis economica y social. La junta gobernante estaba tambien bajo fuego por violaciones a los derechos humanos y la desaparicion forzada de decenas de miles de personas desde que llego al poder en 1976. Frio y hambre El plan de la guerra no funciono en favor de Argentina. Los ingleses bombardearon las Malvinas el 1º de mayo y continuaron hasta el 14 de junio, cuando el gobernador argentino de las islas, General Mario Benjamin Menendez, firmo una rendicion con su homologo britanico, Jeremy Moore. Durante ese tiempo, los soldados argentinos tuvieron frio y hambre. Sus propios superiores retuvieron comida y comieron las raciones de los soldados. Aunque la mayoria de los conscriptos fueron tratados mal, los soldados judios fueron señalados para abuso selectivo que iba desde insultos verbales y discriminacion a trabajo forzado y tortura. Muchos conscriptos judios, no obstante, no fueron sorprendidos por el antisemitismo que habian experimentado. Muchos de ellos habian experimentado antisemitismo durante su servicio militar obligatorio, y el clima fue especialmente hostil durante la dictadura militar entre 1976 y 1983. Las actitudes y comportamiento antisemita han sido comunes en el ejercito – y desafortunadamente, continuaran probablemente. De todos los incidentes de antisemitismo durante la guerra, es el caso de Silvio Katz el que es el mas extremo. El abuso que el sufrio bajo el Teniente Eduardo Flores Ardoino fue tan intenso que el presento una demanda legal contra el. El caso actualmente esta pendiente de resolucion por parte de la Corte Suprema de Argentina. "Cada dia que estuvimos en la isla, el me castigo por ser judio", dijo Katz. “El congelo mis manos y cabeza en agua helada. El arrojo mi comida en heces y me forzo a recogerla con mi boca. El me dijo que yo era homosexual, que todos los judios eramos debiles y miles de otros insultos. El se relamia por lo que hizo y estaba feliz de verme sufrir. El me dijo que el hubiera hecho lo mismo a los otros, si ellos hubiesen sido judios tambien", dijo el. Un dia frio, Flores Ardoino ato las manos y pies de Katz a cuatro estacas clavadas en el suelo y lo dejo alli por horas en temperaturas muchos grados bajo cero, vistiendo nada mas que una remera y ropa interior. Luego el obligo a los otros soldados a orinar sobre Katz, y amenazo que quien se rehusara a obedecer seria atado a la estaca, casi desnudo y en el frio, y orinarian sobre el tambien. Sigrid Kogan recuerda que el escapaba con el colega soldado Omar Morales a Puerto Stanley a comprar comida con dinero que recibieron de sus padres. El ejercito no le daba comida para el debido a su rango. En una de tales ocasiones, un capitan los descubrio e informo a su oficial superior, Teniente Ricardo Ferrer. Nariz rota “Cuando el teniente nos atrapo, el dijo a su ayudante que le trajera guantes de box debido a que ibamos a tener un partido", dice Kogan. “El me golpeo y abofeteo dos veces a Morales. El me golpeo debido a que soy judio. Yo cai y el me golpeo, yo me levante y el me golpeo nuevamente. El estaba mas interesado en golpear al judio que escapo y fue al pueblo, y no al soldado catolico. Antes de comenzar a golpearme, el llamo a toda la unidad para mostrarles como el abusaba de mi. Se trataba sobre hacer lo que el hizo a un judio. No tenia que ver con dar el ejemplo con un soldado que se comporto mal o huyo, sino de mostrar lo que el podia hacer a un judio." Kogan dice que el no pudo comer despues de eso debido a que estaba muy dolorido. Su nariz estaba rota y su cuerpo y ropas estaban cubiertos en sangre. Pero, el eligio permanecer en su tienda en vez de ir al hospital por miedo a las represalias. “Yo estaba en mal estado,” dice el. “Yo no podia comer la poca comida que ellos nos dieron porque mi boca era un desastre y no podia masticar. Mi nariz nunca sano apropiadamente tampoco. Esa noche, se suponia que yo iba a estar en el deber de guardia pero el sargento de equipo me excuso y me dijo que descansara porque estaba tan dolorido que no podia moverme." Esta no fue la unica experiencia de Kogan con el antisemitismo en el ejercito. En otras ocasiones, el prefirio aguantar el maltrato en vez de evitar los insultos y abuso de Ferrer diciendo que el tenia que ver a un doctor. En el diario que el llevo despues de la guerra, Kogan escribio: "Aun cuando estaba dolorido, evitaba ir al hospital para poder sacarme de encima los frecuentes comentarios de los tenientes acerca del 'judio de mierda.'" Kogan recuerda que la discriminacion comenzo aun antes de la guerra. En los cuarteles en Buenos Aires, un oficial de otra compañia pasaba lista a las tropas seleccionadas para ir a Puerto Stanley y encontro que nombres de soldados judios faltaron en la lista. A Kogan y otro soldado, Dario Ertel, se les dijo que tomaran el lugar de los soldados no judios que no se habian presentado. Kogan dice que fue claro que la decision estuvo basada unicamente en su religion. “Ellos nos hicieron parar a todos en la playa. Ellos comenzaron a armar una lista y preguntaron, 'Los judios no van a ir? Quienes son los judios? Ertel, Kogan, parense aca.' Ellos me dijeron, 'Cuando nosotros llamemos a Fernandez, diga Presente.' Asi es como termine yendo a las Islas Malvinas. Yo no estaba en la lista original, pero tuve que tomar el lugar de un soldado catolico que no se presento. De lo contrario, no hubiese ido." Durante la Guerra de Malvinas, algunos oficiales afirmaron que los soldados judios eran extranjeros. Ante sus ojos, no era posible ser simultaneamente judio y argentino. Para los soldados argentinos judios que lucharon orgullosamente en esta guerra, esta era una acusacion insensata. “Estaba el tema acerca de si eras o no argentino. Era como que si eras judio, entonces no podias ser argentino", dice Claudio Szpin, un veterano que lo presencio. Pablo Macharowski, que es tambien ciudadano israeli, recuerda un incidente. “Un sargento llego y me dijo, ‘Que extraño que seas judio y estas combatiendo aca.’ Yo le dije, ‘Soy argentino, y no tiene nada que ver con si soy no judio.' El sargento se sorprendio, como que era un concepto totalmente extraño", dice Macharowski. La experiencia de Marcelo Nissim Eddi fue incluso peor. Su unidad fue elegida para cruzar a las Malvinas desde la ciudd de Comodoro Rivadavia en la Patagonia, donde ellos fueron movilizados. “Un dia estabamos todos alineados y el primer teniente dijo, ‘La unidad de morteros cruzara a Malvinas.’ Yo fui empujado a un lado. Este teniente que estaba con nosotros, el era como el hijo de Hitler. El era un nazi y se vestia como Hitler, hasta el gel en su pelo. “Este hombre vino y me dijo, ‘Estoy llevando solo soldados argentinos, no un judio.’ Yo conteste, ‘Nosotros somos todos valientes como usted y peleamos por lo mismo.’ El dijo, ‘No me conteste, soldado.’ Yo dije, ‘Que va a hacer? Va a golpearme, tirarme en la carcel?’ ‘Judio de mierda,’ grito el.” Al final, Eddi intercambio lugares con otro soldado sin el conocimiento del teniente. El llego a Malvinas el 8 de junio, una semana antes que terminara la guerra. La agresion fue irracional y completamente infundada. “Un dia, el Sargento Frinko me llamo y me dijo, ‘Sabe que? Yo odio a los judios. Por que? No se, pero los odio.’ Yo no dije nada porque el comentario me tomo por sorpresa", dice Adrian Haase. En algunos casos, el antisemitismo estuvo a menudo arraigado en creencias religiosas erradas. Daniel Kockziac, quien se desempeño como doctor en el Hospital de Stanley, dice que el cabo que trabajaba por debajo de el como un enfermero en el hospital lo culpaba a el y otros soldados judios por la muerte de Jesus. “Un dia el comenzo a decir cosas desagradables sobre los judios, que ellos mataron a Cristo. Yo no respondi, lo que lo puso mas enojado", recuerda Kockziac. Sus experiencias estan documentadas en el libro "Lagrimas de Hielo" de Natasha Niebieskikwiat. Durante la guerra, Sergio Vainroj tuvo que soportar el odio y envidia de su oficial superior en muchas ocasiones. “Muy a menudo, el me llamaria judio de mierda, y cuando podia, me daba trabajo extra. Por ejemplo, el me haria cavar una trinchera, luego llenarla y comenzar de nuevo. Los otros no tenian que hacer esto", dice Vainroj. Este abuso continuo mientras la guerra llegaba a un final. "Era junio, cuando la campaña de bombardeo britanica ya estaba bien en camino. Yo habia recibido un paquete y el sargento me ordeno llevarselo a el. El se lo quedo y dijo, 'judio de mierda, por que es que vos recibiste un paquete y yo nada?' El era impiadoso. Yo observe mientras el bajo su cierre y grito, 'Veni aca, chupa mi p...' Revocado Luego el intento violarme, pero yo me di vuelta. En ese mismo momento, Claudio Szpin llego y vio lo que estaba pasando y el intento defenderme. El se paro sobre la pierna del sargento, lo empujo y lo golpeo." En respuesta, el sargento llevo a Szpin ante el capitan, informo que Szpin habia desafiado ordenes, y le pidio que lo envie a las lineas del frente. Finalmente, un superior revoco al sargento y le permitio quedarse. La mayor paradoja de la guerra es que al mismo tiempo que los soldados judios eran sometidos a antisemitismo rutinario, Israel era el mayor proveedor de armas de Argentina. Las ventas de armas fueron llevadas a cabo a pesar del bloqueo que habian impuesto Inglaterra, Europa, los paises del Commonwealth y los Estados Unidos sobre la junta militar gobernante de Argentina. Las ventas totalizaron casi $173 millones – equivalentes a $403 millones hoy. El permiso fue dado en persona por el primer ministro Menachem Begin para ir adelante con las ventas despues de una reunion de gabinete a fines de abril de 1982. Las transferencias de armas fueron canalizadas a traves del gobierno peruano, el cual adquirio las armas y las envio a Argentina. Israel vendio a la junta argentina aviones de combate Mirage IIIC, sistemas de radares de advertencia, parkas militares, municiones, misiles Shafrir y equipo de comunicaciones. En los años que siguieron inmediatamente a la guerra, los veteranos fueron abandonados y olvidados en gran medida. Ellos fueron ignorados por los sucesivos gobiernos y no reconocidos por la sociedad, lo cual llevo a importantes problemas para reintegrarlos en la sociedad civil cuando retornaron al continente. A los veteranos no se les permitio tener pensiones estatales hasta 10 años despues de la guerra, y pasaron casi 10 años mas hasta que se les dio consejo y servicios de salud mental. Esta negacion a gran escala ha tenido consecuencias tremendas – a la fecha, mas veteranos han muerto por suicidio que victimas en combate. Tres decadas mas tarde, sus historias de abuso y descuido estan solo ahora comenzando a surgir cuando ellos comienzan a hablar acerca de sus experiencias de la guerra. Las principales instituciones judias en Argentina exhibieron la misma actitud y dieron poco pensamiento para los veteranos judios. El dolor emocional y angustia causados por la falta de reconocimiento es un tema actual y una fuente de dolor para los veteranos hasta hoy. Llevo tres decadas que la comunidad judia rinda tributo a sus compañeros judios. La primer iniciativa llego de la sinagoga Beit El en Buenos Aires, la cual los honro en marzo, seguida por la Asociacion Mutual Israelita Argentina el 19 de abril y la Delegacion de Asociaciones Israelitas Argentinas en junio. Aclaracion para los lectores del blog:* Falklands es el nombre que les pusieron los invasores ingleses. El verdadero nombre de las islas que pertenecen a Argentina y estan bajo ocupacion colonial inglesa es Malvinas.
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