domingo, 8 de julio de 2012

Risas de preocupación

ESCRITO POR SAL EMERGUI. EL MUNDO.COM 0 COMENTARIOS El espectador del Teatro Habima de Tel Aviv se ríe a carcajadas hasta que se da cuenta que el chiste es a costa suya. Pero se recupera rápidamente y vuelve a reírse. Como nos dice el prestigioso periodista y director de la obra, MotiKirshenbaum, "la única forma de analizar la política israelí y sobrevivir es a través del humor". "Si no ves todos los trucos y mentiras de la política con una sonrisa estás perdido y caes en una profunda depresión. O acabas diciendo ´ya no me interesa la política´. Sin las gafas humorísticas no podría seguir ocupándome de la actualidad en Israel", asegura Kirshenbaum que dirige "Ministros de la Guerra", escrita por el humorista israelí Shai Goldstein. Tras reírse un buen rato, el público abandona el imponente Teatro Habima sin saber si debe llorar o hacer las maletas. La hilarante sátira desnuda al liderazgo israelí en una situación de emergencia. En este caso, nada original, el estallido de una guerra. El jefe de Gobierno, interpretado por el famoso artista local Eli Yatzpan, es sorprendido por un ataque de los países vecinos. Las informaciones de su inútil ministro de Defensa provocan un ataque de pánico en los altos estamentos: Las tropas sirias avanzan hacia los Altos del Golán, el Ejército egipcio está a punto de cruzar la frontera del Sinaí, el grupo chíi libanés Hizbulá dispara sus misiles contra el norte de Israel y el movimiento islamista Hamas lo hace desde Gaza contra el sur y como postre, Irán envia aviones, quizá, con armas nucleares. "¡Póngame con el presidente de los Estados Unidos!", exige el jefe de Gobierno israelí como primera e instintiva reacción. "Lo siento, el presidente está durmiendo. Anoche se casó su hija y él bebió más de la cuenta", responde su secretaria enfadando a un primer ministro al borde del colapso. "Los sirios camino de la frontera, los egipcios...y el presidente de Estados Unidos está borracho. Ya no se puede confiar en nadie... Bueno, póngame con el rabino", exclama ante la carcajada de la sala. La breve conversación telefónica con el jefe del Estado Mayor enciende al titular de Defensa: "Hijo de puta, lo único que le preocupa es la comisión de investigación que se creará después de la guerra". Como en la realidad, las palabras "comisión de investigación" aterrorizan al primer ministro que balbucea: "¿Qué? ¿qué? ¿Habrá comisión?". Es cuando decide pactar con su ministro de Defensa y la titular de Exteriores una estrategia....para coordinar sus testimonios y dejar como único culpable al jefe militar. Cuando el ministro de Defensa se entera de que los egipcios han invadido la ciudad turística de Eilat, llama a su agente: "Quiero que vendas mi casa en Eilat". ¿Surrealista? No tanto ya que horas después de que Hizbulá atacara el norte de Israel y estallara la llamada Segunda Guerra del Líbano (12 julio 2006) el entonces jefe del Estado Mayor israelí, Dan Jalutz, llamó a su agente para vender sus acciones de bolsa. "El objetivo es enseñar y denunciar la farsa. Como toda sátira, hay exageración. Pero si en la obra se viera al ministro de Defensa siguiendo una maniobra con los prismáticos sin destapar, usted diría que es una exageración ¿verdad? Pues es exactamente lo que pasó con Amir Peretz", recuerda Kirshenbaum que, como la obra misma, articula un discurso de humor y resignación. Ironía e Indignación. Volvemos al escenario. El soldado que vigila el bunker donde se refugian los dirigentes,informa: "Se han infiltrado algunos aviones iraníes. No sabemos cuántos y qué armas disponen". Con la amenaza del proyecto nuclear iraní sobrevolando el auditorio, el jefe de Gobierno entiende que ha llegado la hora del juicio final. Da un sonoro golpe en la mesa y se dispone a anunciar una medida trascendental. "Vale. No hay más remedio. Debemos... adelantar las elecciones", proclama. "¿Qué?" Le preguntan . "Si elecciones no se celebran antes de la comisión, luego vete tu a saber cuantos escaños se nos van...." Kirshenbaum afirma que "vivir en Israel es una profesión" y lamenta que la creatividad esté en el mundo de los negocios, tecnología o ciencia pero no en la política. "La sociedad israelí tiene una gran creatividad e incluso con ejemplos de genialidad pero políticamente esta dividida en mil pedazos y sectores. Cada ciudadano es un partido que sabe cómo solucionar los problemas. Cuando hay una crisis, lo único que le interese al político es cómo influirá en las elecciones", comenta. "Soy pesimista por lo que veo que sucede en Israel y en la región. Además, el pesimismo es una característica típica del pueblo judío", concluye Kirshenbaum que recupera el optimismo sólo cuando habla de sus admirados Rafael Nadal y Leo Messi. http://www.elmundo.es/blogs/elmundo/blogoterraqueo/2012/06/28/risas-de-preocupacion.html