miércoles, 27 de enero de 2010

HOLOCAUSTO COMO CARRERA (Parte 4 de 5)‏

Parte 4: Ciega pero Creativa Obediencia

Asi, no hay merito para el argumento de Duch en la corte que el, como un esbirro del sistema, no tuvo opcion mas que hacer las cosas que hizo. Duch sabia que el partido sentia que "los opositores al regimen" estaban merodeando por todos lados y que querian que el les suministrara la prueba que necesitaban. Concedido, si el hubiese liberado a muchos de los sospechosos encarcelados en Tuol Sleng, el mismo podria haber sido ejecutado. Pero en su apresuramiento por obedecer ordenes, al calculador Duch excedio su cuota e incluso dio una propuesta al lider del partido sobre como el "baño de sangre limpiador" podria ser intensificado. En una inequivoca referencia a la "solucion final" de los nazis el titulo su panfleto "El Plan Final."
En el caso de Eichmann, argumentar que el fue meramente un pequeño diente en la rueda de aquellos con poder real tampoco tuvo exito. El tribunal en Jerusalem fue capaz de probar que el habia interpretado sus ordenes lo mas ampliamente-- y mas espantosamente-- que fue posible. El historiador Raul Hilberg describe el papel especial del burocrata diario en la implementacion del genocidio nazi: "El proceso podria no haber sido llevado a su conclusion si todos hubiesen tenido que esperar por instrucciones. Nada era tan crucial como el requerimiento que el burocrata tenia para entender las oportunidades y 'necesidades', que el debia actuar en concordancia con los imperativos percibidos." Esto se aplica tanto para Eichmann como para Duch. Obediencia ciega es un requerimiento basico para el genocidio; pero, en posiciones altas, significaba ser una forma creativa de obediencia ciega.
Confrontar lo Diabolico
Como un modelo explicativo para lo insondable, esto nos deja con lo que Hannah Arendt llamo la "banalidad del Mal"? Mientras informaba sobre el juicio de Eichmann para el The New Yorker, Arendt -- una filosofa que escapo apenas a las camaras de gas--acuño una de las frases mas tomadas, mas controvertidas y mas malinterpretadas de todos los tiempos. Los politicos israleies estabn ademas ellos mismos con furia en el momento que la historia de Arendt fue publicada. Incluso hoy, muchos vilipendian a Arendt (que murio en 1975) como una judia antisemita-- aunque esto puede tambien ser atribuido en parte al asunto romantico que ella tuvo con su maestro Martin Heidegger, un filosofo que tuvo vinculos cercanos con el regimen nazi.
Algunos han refundido las viejas afirmaciones que Arendt estuvo intentando minimizar el Holocausto. En realidad, aunque ella entendio mas que lo que sus criticos lo hicieron, a saber, que es equivocado interpretar el genocidio de los judios como algun tipo de acontecimiento metafisico y transformar a Eichmann en algun demonio inhumano. Ella reconocio que una persona podia cometer crimenes monstruosos sin ser un superhombre satanico y que, por consiguiente, incluso el inenarrable crimen contra los judios tiene un contexto historico y politico.
Es dificil para los parientes de las victimas aceptar que gente atemorizadoramente normal puede cometer crimenes tan horrorosamente perversos. Cuando los mas horribles de los crimenes son cometidos-- sin restricciones de ningun sentido de moralidad, fe o civilizacion-- todo parece perder su significado. Pero aquellos-- como Arendt-- que ven la ley totalitaria como un ataque sobre la naturaleza humana no se veran sorprendidos por encontrar que, aunque la Shoah no sera repetida, nuevas variaciones de genocidio pueden ocurrir una y otra vez. Que la muerte no sea (solo) una especialidad alemana no nos absuelve del legado de la era nazi, ni aminora aquellos crimenes. Sin embargo, podria ser capaz de ayudarnos a "confrontar lo diabolico con una cabeza fria", como el historiador de Dresden, Klaus-Dietmar Henke lo pone-- y desarrollar herramientas que ayuden a evitar el genocidio.
En la opinion de Avraham Burg, un ex presidente de la Knesset, el parlamento de Israel, una nacion que afirmaba ser tanto la heredera como la encarnacion de las victimas no debio haberse permitido asumir el papel de juez en el caso de Eichmann. Burg hubiese preferido un tribunal con jurisdiccion internacional, pero era algo que claramente no iba a ocurrir. "El Estado de Israel queria tomar venganza y educar al mundo... Nosotros entendimos la Shoah como afectandonos exclusivamente, y la nacionalizamos y monopolizamos", dice Burg, mas que duramente, en retrospectiva. Pero incluso Burg admite que hubo un aspecto liberador del juicio. "Por primera vez", dice, "los adultos podrian hablar abiertamente de las cosas que habian experimentado una y otra vez en sus pesadillas."

Fuente: Der Spiegel

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