jueves, 18 de noviembre de 2010

El peligro de la compañía



Por Angélica Mora

Desde hace varios años, personas como yo, que estamos atentas a las noticias, hemos visto el avance y la solidificación de pactos peligrosos en el Eje de países denominados "rebeldes" por Estados Unidos y las naciones aliadas.

La amistad de estos países sólo tiene el propósito de presentar un frente común contra el Coloso del Norte al que envidian por todo lo que es y ellos no son.
Las malas juntas de estos gobiernos son frecuentes, atraídas por los imanes del odio.

Una Meca de los encuentros es La Habana, centro del Mecanismo que luego es movido actualmente desde Caracas.
Aunque para la exportación se informa que las reuniones en Cuba son de trabajos bilaterales, no hay que tener mucha imaginación para adivinar las confabulaciones y tratos por debajo de la mesa que se hacen para avanzar en la ruta de ganarle partidas a Washington.

Actualmente, un ambicioso proyecto conjunto de los gobiernos de Irán y Venezuela está haciendo tambalear la paz y creando honda preocupación en varios países de América Latina.

Develando la trama, varias fuentes entre ellas un diario israelí, revelan que Hugo Chávez y Mahmoud Ahmadinejad se encuentran detrás de la polémica fronteriza entre Nicaragua y Costa Rica, con la complicidad de Daniel Ortega.

Según informa el diario israelí “Haaretz”, la reciente disputa limítrofe entre Nicaragua y Costa Rica es un globo de ensayo lanzado por Hugo Chávez y Daniel Ortega, dentro de un audaz plan para construir un nuevo canal marítimo en América Latina.

El reciente conflicto fronterizo entre Costa Rica y Nicaragua, señalan las fuentes, es una clara señal de la puesta en marcha de un proyecto por parte de los gobiernos de Caracas, Teheran y Managua, para crear el “Canal de Nicaragua”, obra que uniría los océanos Pacífico y Atlántico y que además rivalizaría con el Canal de Panamá.

El gobierno de Costa Rica denunció la semana pasada que tropas nicaragüenses entraron en su territorio a lo largo del río San Juan, el cual se encuentra en la frontera entre las dos naciones.
Nicaragua habría estado llevando a cabo trabajos de profundización del canal en el río cuando ocurrió el incidente.

Mientras tanto, Ortega no ha visto con buenos ojos la resolución de la OEA que conminó a su país a retirar sus fuerzas de territorio costarricense.

En forma petulante Ortega la rechazó y dijo:

"Nosotros estamos considerando retirarnos de la OEA. Estábamos ahí por inercia porque la OEA debió desaparecer hace rato".

Ortega calificó de "manipulada, mañosa, mentirosa y una conspiración" la votación en su contra, criticando de paso el que Colombia, México, Panamá, Honduras y Guatemala, "países infestados por el narcotráfico, hicieron causa común" a favor de la resolución.

El diario israelí indicó que fuentes en América Latina habrían dicho que el incidente en la frontera y la presión militar sobre Costa Rica, un país sin ejército, son el primer paso de un plan formulado por el presidente venezolano Hugo Chávez y su homólogo de Nicaragua, Daniel Ortega, con financiación y asistencia de Irán, para crear un sustituto al Canal de Panamá que tiene una gran importancia estratégica y económica.

Panamá, desde que terminó la construcción de la obra del Canal en 1914, ha servido como única vía marítima entre los océanos Atlántico y Pacífico.

Las cuotas de tránsito pagadas por los barcos y otras actividades relacionadas con el canal, representan el 75 por ciento de los ingresos anuales de la economía del país.
Por lo tanto, la economía panameña y su estabilidad política correrían peligro si se agrega otro canal y se termina con el monopolio del transporte marítimo.

Mucho se desprende del hecho que el Eje Caracas-La Habana no está satisfecho con que el Presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, sea un aliado de los Estados Unidos.
Tampoco perdona que el mandatario panameño no sea izquierdista, sino un hombre de negocios de centro derecha.

El Gobierno de Costa Rica, a través de su presidente Laura Chinchilla, rechazó indignada las declaraciones de Ortega y calificó como un "irrespeto" la afirmación que "el narcotráfico está dirigiendo la política exterior de Costa Rica".

Por otra parte, la Cancillería costarricense denunció lo que considera una "nueva amenaza" de Ortega, esta vez, contra el Río Colorado, al anunciar acciones que podrían desviar su cauce.

El ex presidente de Costa Rica Oscar Arias -premio Nobel de la Paz- dio a conocer su alarma por lo que ocurre y en ella señaló que entre las razones del conflicto no están -como insiste en afirmarlo el Gobierno de Nicaragua- una disputa de la línea fronteriza.

Las razones - dice Arias "son un burdo intento por parte del gobierno del Presidente Daniel Ortega para modificar en forma unilateral y por vías de hecho una demarcación fronteriza enteramente clara".

Agrega el ex presidente costarricense:

"Este desafortunado incidente no es más que un expediente para legitimar la devastación por parte del Presidente Ortega de la institucionalidad democrática nicaraguense, del desmantelamiento de los frenos y contrapesos, las libertades políticas y los mecanismos de alternancia en el poder que con todas sus precariedades fueron el legado de dos guerras civiles y más de 100.000 muertos en Nicaragua.

Esa es la verdadera tragedia y la verdadera violación a la soberanía que se esconde en este triste episodio.

Se trata de una violación que ya se perpetró en el descarado fraude de las elecciones municipales del 2008 y que se intenta consumar en el 2011, mediante la reelección de Daniel Ortega por cualquier medio, proceso en el cual este sainete militar es tan solo una estación más en el itinerario. Lo que estamos presenciando no es más que una vieja película en sepia, en la que el Comandante Ortega ha reemplazado al viejo Somoza con todos sus manes, hasta el de invadir recurrentemente a Costa Rica".

Expresa Arias que su gobierno "debe invocar el artículo 35.1 de la Carta de las Naciones Unidas, con el fin de elevar este acto de agresión que amenaza la paz regional ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Asimismo, debe iniciar sin más tardanza el cabildeo necesario con los 15 embajadores integrantes del Consejo y en especial con la Presidencia de turno, el Reino Unido, para que se adopten las medidas necesarias”.

Ahora en el conflicto ha salido a declarar nada menos que el ex comandante sandinista Edén Pastora, quien -¡sorpresa!- dirige el dragado del rio San Juan en disputa y quien advirtió que si Costa Rica “`no respeta los límites no vamos a vivir en paz”.

De estos se desprende que, el llamado “Comandante Cero” en sus días como guerrillero, está dentro de la confabulación nacida justamente en “Punto Cero” de La Habana, el sitio desde donde se proyectan todos los maquiavélicos complots que hoy afectan al Hemisferio.


Diario de America

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