By ROBIN SIMCOX and DOUGLAS MURRAY
Londres
La guerra de Inglaterra contra el Islam radical debe ser la primera guerra en la historia humana en la cual un pais paga a sus enemigos mejor que a sus propias tropas. Si tu combates a los taliban y al Qaeda en Afganistan como soldado ingles, puedes esperar ganar unas £17,000. Pero si eres un ciudadano de Reino Unido, o incluso un extranjero cuya peticion de asilo ha sido rechazada, y entrenas con los enemigos de Inglaterra, puedes hacer tu fortuna por cortesia del nuevo Banco de la Jihad de Reino Unido.
El gobierno del Primer Ministro David Cameron dijo la semana pasada que iba a gastar millones de libras para compensar a 16 sospechosos terroristas que fueron encarcelados por EEUU en Guantanamo. Todos afirman que ellos fueron torturados o abusados por los americanos y sus aliados. Sus abogados afirman que no evitando esto, el gobierno de Reino Unido es complice.
A principios de este año el nuevo gobierno ordeno una investigacion sobre la supuesta conspiracion britanica en la tortura. Pero el Primer MInistro Cameron sintio que el primero tenia que resolver casos civiles llevados contra el gobierno por los detenidos. Mientras afirmaba que no concedia ninguna culpa, el gobierno hizo exactamente eso intentando pagar a los demandantes. El daño a la reputacion del gobierno y a la seguridad del pais podria ser irreparable.
Aun cuando puede ser duro de creer si tu eres un lector de periodicos ingles, aquellos prisioneros de Guantanamo no son pilares de rectitud inglesa. Tomemos el caso de Binyam Mohamed. El no es un ciudadano britanico sino un buscador de asilo rechazado que partio para Afganistan en el año 2001 para recibir entrenamiento paramilitar, incluido en manejo de armas y explosivos. Parte de su entrenamiento fue de un alto agente de al Qaida. Y esto es solo lo que el admitio a su representante legal.
Mientras estaba bajo interrogatorio en Guantanamo, Mohamed dijo que el habia propuesto ataques sobre los trenes subterraneos americanos a importantes figuras de al Qaida, se entreno con al Qaida en Pakistan, recibio instrucciones para viajar a los EEUU para llevar a cabo ataques terroristas y, junto con Jose Padilla (quien comenzo una sentencia de carcel de 17 años en agosto de 2007), planearon un ataque con "bombas sucias" radioactivas en los EEUU. Funcionarios de inteligencia americanos sospechan que Khalid Sheikh Mohammed mismo, el cabecilla del 11/S, dirigio las operacioens de Mohamed. Abu Zubaydah, un reclutador de al-Qaida para Osama bin Laden tambien detenido en Bahia Guantanamo, identifico a Mohamed como parte de la trama de la "bomba sucia."
Luego esta Richard Belmar, quien admite viajar a Afganistan para asistir a un campo de entrenamiento militar en julio de 2001. Alli el recibio entrenamiento en armas basicas, tacticas de guerra y navegacion. Belmar afirma que no fue hasta cerca del fin de su entrenamiento que el se dio cuenta que estaba en un campamento terrorista. El dice que pensaba que era "solo un campamento de entrenamiento militar para musulmanes."
Como Mohamed, el reconoce haber entrenado en el famoso campamento Farouq de al Qaeda, donde al menos siete de los secuestradores del 11/S se entrenaron junto con John Walker Lindh (el ciudadano americano condenado en 2002 por unirse a los talibanes). En los EEUU, la asistencia al campamento Farouq fue suficiente para una sentencia por parte de una corte federal a entre siete y 10 años de prision para seis americanos yemenitas por "dar apoyo material a una organizacion extranjera designada como terrorista."
No obstante, en su sabiduria, el gobierno britanico no enjuiciara a ninguno de los detenidos. En cambio ha decidido que no solo continuara siendo perfectamente legal entrenar con nuestros enemigos, sino que si tu eres tomado prisionero en el campo de batalla, podria haber una prosperidad economica para celebrar tu servicio.
Otros residentes perfectamente inocentes de Guantanamo que misteriosamente se encontraron disparando armas en campamentos de entrenamiento terroristas, y ahora esperan una ganancia inesperada, son un trio de ciudadanos ingleses conocido como los Tres de Tipton. Ellos admitieron ir a un campamento de entrenamiento taliban "en muchas ocasiones para darse cuenta lo que estaba sucediendo." Cuestionados en cuanto a por que ellos terminaron disparando rifles AK-47s mientras estaban alli, uno ofrecio "tu quieres sostenerlo. Tu quieres saber como se siente."
No es solo el estado el que esta en falta aqui. Secciones de nuestra sociedad civil estan tambien en este pacto suicida societario. Tomemos aun otro ciudadano britanico recibiendo una gran recompensa, Moazzam Begg. El admitio ante la Junta de Revision de Status de Combatientes de los EEUU en 2004 que el visito un campamento en la frontera Pakistan-Afganistan en 1993 que fue "responsable por entrenar a refugiados kachemires en armas pequeñas y tacticas de montaña," tanto como asistir a un campamento de entrenamiento en Afganistan en 1998. El tambien combatio en Bosnia. Un documento de la Comision Especial de Apelaciones de Inmigracion de octubre de 2003 lo identifica como un "extremista" que almacenaba armas en su casa. Pero Begg es ahora proclamado por los llamados grupos de derechos humanos como un heroe. El es festejado y llevado de gira por los de Amnesty International. El jefe de otra organizacion de derechos humanos, Liberty, ha elogiado a Begg como un "maravilloso activista. . . por los derechos humanos y en particular por la libertad humana."
Tomar en cuenta la completa enormidad de lo que Inglaterra esta haciendo requiere un momento de pausa. Todos los dias a nuestras tropas se les dispara, son heridas y asesinadas, mientras se les paga una miseria. Pero a los jihadistas, aspirantes a jihadistas y radicales selectos no solo se les permite entrenar para matar a nuestras tropas y las de los aliados, ellos ahora van a ser recompensados por el contribuyente ingles por hacerlo. La prensa continua encogida de miedo y la industria de derechos humanos se convierte en su megafono. Esto no trata solo acerca de como un pais se abochorna a si mismo. Se trata de como perecen las democracias.
El Sr. Simcox es becario de investigacion y el Sr. Murray director del Centro para la Cohesion Social.
Fuente: The Wall Street Journal
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