**La Mochila De Los Recuerdos**
En los años que visité, por pueblos, ciudades, comarcas,
distintos sitios y
distintos paisajes, siempre fui de equipaje liviano. Menos
peso y movilidad más
ágil. Mi equipaje consistía, dos mochilas: una grande,
muy grande, y la otra más
pequeña. En la mochila grande, transportaba recuerdos,
reflexiones, vivencias, y
grandes ocasiones que estuve enamorado, de la vida,
del amor, y era feliz...
Cuando la inquietud, lo salobre de un mal recuerdo, mis ojos
anegados por las lágrimas,
difícil de contener, en ese momento, generalmente en el
camino o en la soledad del
hotel, abría la mochila y dejaba asomar mis tiempos felices,
elegía una y la dejaba salir ;
la leía y releía y como eran historias felices, mi ánimo
cambiaba, de tristeza a alegría,
reía y reía, mis ojos brillaban con el brillo del recuerdo,
mi corazón se apuraba feliz y
contento de la historia que acababa de escuchar...
Así era mi vida, sin amores pero con grandes recuerdos, que
hacían mi vida pasar, y
yo la acompañaba en ese feliz vivir. Años que extraño y que
mi edad no me permite
volver, pero sigo con mi mochila grande, y cuando la
tristeza, de mi vida pasada, se
apodera de mi, recurro de inmediato a mi mochila, abriéndola
y dejando salir un recuerdo
que me vuelva a hacer feliz...
Así va pasando mis días, que rechazo los malos momentos, y
los buenos que duermen
en mi mochila, esperando, con paciencia, cuando necesito de
ellos...
¿ En mi mochila chica ? En ella cargaba mis momentos
tristes, amargos, pesadumbre,
melancolía y dolor. Mi mochila chica no tenía fondo, así
como entraba salía, y por el
camino, quedó esperando algún viajero que quiere su vida
amargar.
Mario Beer-Sheva
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.