Fuente: El Med.io
22/8/14
Unicef estima que en el campo de Zaatari una cuarta parte de los enlaces que se celebran tiene por protagonistas a menores de edad. Según una refugiada entrevistada por la BBC, una muchacha de 18 años ya es considerada “vieja” y por tanto no apta para el matrimonio. De ahí que abunden los casos de menores ya casadas, algunas incluso con sólo 12 años.
Usama al Qawsi ha emitido una fetua por la que autoriza observar el cuerpo desnudo de la mujer con la que se piensa contraer matrimonio con el fin de comprobar que existe atracción: “Si puedes ver algo que te haga querer casarte con ella, hazlo”.
El ministro de Religión ha desautorizado a Al Qawsi, que por su parte ha aducido para defender su edicto que Mahoma sancionó este tipo de prácticas.
El líder religioso volvía de pasar unas vacaciones en Malasia junto con su familia cuando en un control rutinario de equipajes fue interceptada su maleta, donde hallaron varios licores de alta graduación. Hasán Abu Weam aseguró desconocer quién había puesto ahí esas botellas.
Ella –Maral Malka– es judía y él –Mahmud Mansur– musulmán, y se casaron recientemente en Yafo. Por el rito musulmán, pues ella ha decidido convertirse al islam. Lo que parecía una boda normal (no es la primera vez que se celebra un matrimonio entre dos personas de credos distintos) dejó de serlo cuando la organización radical judía Lehava decidió organizar una manifestación a las puertas de donde se celebraba el enlace.
Tal fue el revuelo que el propio presidente de Israel emitió un comunicado al respecto: “Hay una línea roja entre la libertad de expresión y de protesta y la incitación. Mahmud y Maral decidieron contraer matrimonio y mantener su libertad en un país democrático. Las expresiones de incitación contra ellos son preocupantes, independientemente de cuál sea mi posición, o la de otros, sobre el tema en particular”
Usama al Qawsi ha emitido una fetua por la que autoriza observar el cuerpo desnudo de la mujer con la que se piensa contraer matrimonio con el fin de comprobar que existe atracción: “Si puedes ver algo que te haga querer casarte con ella, hazlo”.
El ministro de Religión ha desautorizado a Al Qawsi, que por su parte ha aducido para defender su edicto que Mahoma sancionó este tipo de prácticas.
El líder religioso volvía de pasar unas vacaciones en Malasia junto con su familia cuando en un control rutinario de equipajes fue interceptada su maleta, donde hallaron varios licores de alta graduación. Hasán Abu Weam aseguró desconocer quién había puesto ahí esas botellas.
Ella –Maral Malka– es judía y él –Mahmud Mansur– musulmán, y se casaron recientemente en Yafo. Por el rito musulmán, pues ella ha decidido convertirse al islam. Lo que parecía una boda normal (no es la primera vez que se celebra un matrimonio entre dos personas de credos distintos) dejó de serlo cuando la organización radical judía Lehava decidió organizar una manifestación a las puertas de donde se celebraba el enlace.
Tal fue el revuelo que el propio presidente de Israel emitió un comunicado al respecto: “Hay una línea roja entre la libertad de expresión y de protesta y la incitación. Mahmud y Maral decidieron contraer matrimonio y mantener su libertad en un país democrático. Las expresiones de incitación contra ellos son preocupantes, independientemente de cuál sea mi posición, o la de otros, sobre el tema en particular”
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