martes, 21 de abril de 2009

DANDO UNA OPINION A LA DIASPORA‏

By ALAN BAKER

Uno de los mas incurables temas que enfrenta Israel, su gobierno y el publico general es la naturaleza real de la relacion con la Diaspora. Es esta una relacion de reciprocidad, mutuos beneficios e intereses interdependientes? Es una relacion vital sin la cual ninguno podria realizar sus respectivos y mas basicos emprendimientos? O alternativamente, podria cada uno existir independientemente y seguir sus propios estrechos intereses? Estas preguntas estan desafiando y tocando sobre la verdadera naturaleza del vinculo entre el Estado de Israel y el pueblo judio en la Diaspora.
Un delicado pero vital componente de esta relacion que repetidamente amenaza con crear un cisma entre los dos, es el actual proceso de negociacion de paz en temas de preocupacion central para el judaismo- especificamente con respecto a la suerte de Jerusalem y la retirada del territorio.
Durante las pocas instancias en las cuales el proceso de negociacion ha mostrado alguna esperanza de progreso, estos pesadamente emotivos temas inevitablemente se han incrementado. En 2005 en el contexto de la retirada de la Franja de Gaza, la Union Ortodoxa de EEUU llego hasta a anunciar que no desistiria mas de expresar posiciones opuestas a aquellas del gobierno israeli cuando creyera que asi lo pedia la situacion.
Mas tarde, previo a las conversaciones de paz de Annapolis el 27 de noviembre de 2007, Agudath Israel de America, como su convencion nacional, aprobo una resolucion declarando que Israel no debe rendir ninguna parte de Jerusalem a la soberania palestina y que el gobierno americano no debe presionar en hacer eso. Incluso envio funcionarios para reunirse con miembros de alto rango de la administracion Bush para presionar el caso, afirmando que "el tema de Jerusalem es uno que es sui-generis: resiste por si mismo. Es el corazon de Eretz Yisrael."
Al mismo tiempo, un grupo de representantes de las organizaciones ortodoxa judia y cristianas, incluyendo Agudath Israel, el Consejo Nacional de Israel Joven, Cristianos Unidos por Israel, la Convencion Sureña Bautista y el Consejo Coordinado para Jerusalem, se reunieron con el asesor nacional de seguridad del Presidente Bush y otros altos funcionarios de la Casa Blanca y expresaron la oposicion de sus movimientos a las futuras concesiones israelies en Jerusalem, demandando que los judios americanos debian tener una opinion en cualquier discusion acerca de dividir Jerusalem. La Union Ortodoxa publico una declaracion inequivoca que todos los judios en el mundo tenian una parte en "la ciudad santa de Jerusalem" y que su particion era un movimiento con el que el gobierno israeli no debia acordar. La poderosa Conferencia de Presidentes de Principales Organizaciones Judias Americanas tambien reafirmo su apoyo por "una Jerusalem unida como la eterna, soberana capital de Israel"- una declaracion que fue luego criticada por el lider del Movimiento Reformista, quien declaro que "la comunidad judia en los EEUU... no debe decir al gobierno israeli que no se comprometa en el tema de Jerusalem".
Estas declaraciones fueron contrarrestadas en no menor e inequivoca manera por el Primer Ministro Ehud Olmert afirmando que "el gobierno de Israel tiene un derecho soberano a negociar lo que sea en favor de Israel."

El Presidente del Congreso Judio Mundial incluso publico una carta abierta al Primer Ministro Olmert el 3 de enero de 2008 declarando que "Jerusalem ha sido tanto la capital de Israel como la capital de todo el pueblo judio por 3000 años. Aunque reconociendo las prerrogativas inherentes a Israel como estado soberano, es inconcebible que cualquier cambio en el status de nuestra Ciudad Santa sea implementado sin dar al pueblo judio, como un todo, una voz en la decision."

Claramente, el desafio aqui es la extension en la cual el gobierno debe tomar en consideracion preocupaciones e intereses de la juderia de la Diaspora al negociar temas considerados centrales para el judaismo y el pueblo judio, y como esto podria ser hecho de la forma mas beneficiosa mutuamente y gratificante?

Un precedente pertinente podria ser el reconocimiento israeli, en el articulo 9 de su Tratado de Paz con Jordania (1994), que "respeta el presente rol especial del Reino Hachemita de Jordania en los lugares santos musulmanes en Jerusalem" y promete el involucramiento de Jordania en las negociaciones de status permanente sobre los sitios sagrados musulmanes en Jerusalem. Acaso merece algo menos la Diaspora judia?

Aunque puede logicamente no haber justificacion para la intervencion de la Diaspora en asuntos estrategicos y tacticos que son claramente, y por razones obvias, en la unica garantia de discresion del gobierno de Israel y Tzahal, hay no obstante temas de negociacion de tan profunda preocupacion para la juderia mundial y otros partidarios en el exterior que amerita un mayor nivel de involucramiento efectivo por parte de la Diaspora.

Actualmente, aparte de la en su mayoria aleatorios y a menudo personales contactos entre representantes de la Diaspora y lideres israelies- sean el presidente, primer ministro, titulares de agencia judia u otros ministros- parece no ser claro, formal, significativo y canal de alto nivel para dirigir y coordinar los contactos en temas de negociacion vitales. Con alguna reanudacion de las negociaciones del proceso de paz, esta carencia de un eje de contacto claro redespertara inevitablemente el cisma y realzara la frustracion y descontento.

Algunos canales de contacto que actualmente existen, para diferentes propositos, incluyen:

• un ministro con responsabilidad secundaria para asuntos de la Diaspora;

• la Agencia Judia, basada en la reunion de 1954 entre el gobierno y la Organizacion Sionista Mundial- Agencia Judia, reconociendo a la ultima como la representante de la juderia mundial frente al gobierno;

• un asesor de nivel junior para el primer ministro en asuntos de la Diaspora;

• una unidad de Asuntos de Diaspora de nivel medio en el Ministerio del Exterior; y

• un asesor de asuntos de la Diaspora en la oficina del Presidente.

Con una vision para proveer una respuesta a los pedidos de la juderia de la Diaspora por mayor influencia y posicionamiento con respecto a los temas centrales de negociacion para el pueblo judio, este escritor propone el nombramiento de un embajador especial para las comunidades judias del mundo- un funcionario gubernamental de rango senior, intimamente familiarizado con los temas de negociacion y con la juderia diasporica, con amplia experiencia diplomatica y sin identidad politica en particular. Esta persona tendria acceso tanto a los mas altos niveles de gobierno como al liderazgo de la Diaspora, y seria la reconocida, alta autoridad encargada de mantener las actuales relaciones de alto nivel entre el liderazgo de la Diaspora y el gobierno en todos los aspectos relacionados al proceso de negociacion entre Israel y sus vecinos.


El embajador especial lideraria y coordinaria las actividades de los organismos dispersos actualmente tratando con elementos especificos de la Diaspora, y consultaria con el liderazgo de la Diaspora y organizaciones de base sobre los temas centrales del legado judio e intereses elevados a negociacion. El o ella actuara como un intermediario entre el gobierno, y vice- versa , sobre estos temas.
Lograr tal objetivo sera complejo. Coordinar muchos organismos de gobierno no es tarea facil, incluso para el mejor de los embajadores, mientras esta tratando de comunicarse con las muchas y variadas organizaciones de la Diaspora afirmando hablar en nombre de la comunidad judia mundial. Pero este es un desafio que seria muy digno de enfrentar, y cuanto antes mejor.
El autor fue asesor legal del Ministro del Exterior y embajador para Canada. Recientemente se retiro del gobierno y actualmente preside el departamento internacional de derecho en la firma Moshe, Gicelter & Co.


Fuente: Jerusalem Post

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