viernes, 24 de abril de 2009

UN EMPUJON EN LOS CAMINOS DE LA MEMORIA

By DAVID BREAKSTONE

En un viaje reciente a los EEUU para visitar a mis padres, yo descubri algo bastante desconcertante. Mi padre esta teniendo dificultades con su memoria de corto plazo. Pero ese no es el problema. El tiene 86 y eso es esperable. El problema es que a los 55, mis dificultades son mayores que las suyas. El a veces no puede recordar lo que sucedio seis dias atras; yo me encuentro a mi mismo bloqueando la mayoria de las ultimas seis decadas. Luego de 35 años en Israel, el recuerdo de mis años formativos en America han sido todo menos destruidos.
Examinando a traves de los recuerdos de vida junto con mis padres, pasamos a traves del album de graduacion de secundario de mi padre 70 años atras. Yo me gradue con la clase de 1970. El era capaz de recordar mas acerca de sus años como adolescente que yo. Pensando que una caminata a traves del viejo vecindario podria ayudarme a empujar la memoria, eso es lo que hice. Las cosas solo fueron de mal en peor. "Ay, yo no se si alguna vez camine por esta calle", pense para mis adentros unos pocos minutos mas tarde, no reconociendo la gran, majestuosa estructura al final de la calle.
Fue atemorizante descubrir que el edificio no conocido fue la escuela secundaria a la que asisti cinco dias a la semana. Entonces una tranquilizadora ola de recuerdo. Me encontre a mi mismo pasando por la casa de mi primera novia, la que rompio conmigo a los 12 porque el pelo ondeado ya no se usaba mas. Esto desato un flujo de recuerdos de momentos embarazosos de la adolescencia que duraron la mejor parte de una decada. Yo pense que aquellos eran recuerdos que se suponia que el cerebro reprimia. Un aparente mal funcionamiento.
Doblando la esquina estaba la sinagoga a la que yo iba de chico y la escuela hebrea donde prepare mi bar mitzva. Mi porcion de la Torah... veamos, yo naci en el primer dia de Pesaj, la respuesta inesperada pero bienvenida de mi madre al hecho de por que esta noche era diferente de todas las demas. Una vuelta atras a mis verdaderos primeros recuerdos. Mis padres estaban despertandome en el medio de la noche. Una pesada esencia de carne asada continuaba en el aire. Yo habia ido a dormir vestido esa noche, llevando incluso mis sandalias, y ahora ellos me estaban diciendo que era hora de irse. Nosotros nos apuramos, pasamos las puertas que habian sido pintadas mas temprano con la sangre de cordero. Mucha excitacion. Mucha confusion. Seiscientas mil almas preparandose para un viaje...
Estuve dando vueltas. Aqui estaba nuevamente la escuela. Otro recuerdo. Chicos de los años 60, mis compañeros y yo decidimos rebelarnos reemplazado la tradicional, formal fiesta de promocion, con un practico baile en la plaza. Pasamos meses armanto una vaca tamaño real para ser parte del escenario. Yo podia aun visualizar el producto terminado, pero no mucho de lo que ocurrio haciendolo. No, esperen, estaba volviendome a la memoria. Todos estaban en un alto grado de ansiedad. Sintiendose atemorizados y perdidos, pedimos algo que pudiera protegernos. Fuimos instruidos para traer toda nuestra joyeria de oro y arrojarla dentro de un gran caldero que colgaba al fuego. Lo hicimos tan entusiastamente, el sentido de haber sido abandonados sin liderazgo no dejandonos pensar. Cuando el precioso metal fue fundido, el hermano de nuestro lider, quien habia desaparecido en la montaña 40 dias antes, lo moldeo en la forma familiar de un becerro. Nosotros bailamos con frenesi esa noche, en jeans y remeras mas que vestidos largos y trajes, verdaderos inconformistas, no dispuestos a aceptar las convenciones de nuestros sabios.
Ahora yo estaba pasando por la casa de otra novia de infancia. Una curiosidad inesperada cruzo mi mente. A los 16, nosotros estabamos hablando seriamente, por supuesto, de casarnos. La unica cosa que podia recordar acerca de esas conversaciones era que ella, viniendo de una familia mas religiosa que la mia, era insistente conque nuestro hogar tendria que ser kosher. Yo rechazaba totalmente la nocion. De pronto un fuerte, invernal viento comenzo a soplar, y yo fui alejado como una hoja al viento. De ninguna manera, le habia dicho, no sabiendo que solo unos pocos años despues yo me volveria mucho mas observante que ella. Y aqui estaba mi maestro, siendo torturado hasta morir por los romanos justo frente a mis ojos, dio su ultimo aliento, cumpliendo el mandamiento de amar al Señor tu Di-s con todo tu corazon, toda tu alma, y toda tu potencia. Donde estaba yo ahora? Completamente perdido. Yo mire mi reloj. Habia estado vagando por 40 minutos, y me encontre a mi mismo en una adorable area boscosa en un camino que terminaba en un estrecho, serpenteante arroyo. El parque en el que yo habia amado jugar cuando era muchacho. Hogar. De hecho, el hogar estaba del otro lado. Cuantas veces mis amigos y yo caimos al agua retandonos a intentar cruzarlo. Tendriamos el coraje de tomar ese paso gigante? Estabamos listos para la tarea? Sabriamos que hacer una vez del otro lado? Estariamos preparados para la responsabilidad?
El que nos habia llevado tan lejos pero quien seria prohibido de acompañarnos mas lejos estaba alentandonos, aun cuando el nos habia advertido respecto a nuestro destino si nos rebelabamos, aunque el sabia que seguramente lo hariamos. Yo podia recordar sus palabras aunque no podia recordar su cara. Yo siempre fui terrible para las caras. Entonces otra vez comenzo a ponerse en foco. Ojos penetrantes, brillantes, una mirada imponente, un barba completamente negra cuidadosamente recortada, un porte noble. Unos 200 de nosotros estuvimos reunidos en el salon monumental. Una bandera reminiscente del antiguo talit colgando de la pared detras de la tarima. La excitacion era palpable. Finalmente, despues de muchos siglos de dispersion, la promesa de retorno estaba al borde de ser cumplida. Un estado judio seria nuestro, si solo lo quisieramos.

Y retorne al hogar. "Has estado fuera por mucho tiempo," me dijo mi madre con preocupacion que yo encuentro tranquilizadora. "Donde has estado?" No era una pregunta facil de responder. Las memorias de nacionalidad se habian vuelto mas vividas que aquellas de infancia. "Estaba comenzando a preguntarme si ibas a volver".

Yo sonrei, recordando como por los primeros 25 años o algo asi despues de mudarme a Israel me preguntaba la familia y amigos cuando lo haria. Donde habia estado? Que habia recordado? Me senti como que estaba intentando abrir un archivo en un CD que habia tenido una vida imaginaria quemada en otra que era mas real pero menos resonante.
"Cual es el sentido de los estatutos y leyes que Di-s te ha ordenado hacer?" Cuando aquellos "grandes momentos" se vuelven mas frecuentes y menos largos, ellos deben evocar el mismo panico que unosiente cuando ese ominoso mensaje aparece en la pantalla de la computadora: "El programa no responde. Si usted presiona 'terminar ahora' cualquier dato no guardado podra perderse". Pero ha sido salvado. "Y tu contaras a tu hijo sobre ese dia, diciendo, Esto es hecho por lo que Di-s hizo por mi cuando me saco de Egipto."
Es esta la respuesta a la pregunta del hijo sabio o del debil? Cual, efectivamente, es la diferencia entre los dos hermanos, o las dos partes del mismo, o los estadios de desarrollo, o las dos generaciones, o las dos inclinaciones? El primero habla bajo la influencia de una memoria colectiva a la que el ultimo no puede acceder. El hijo que nuestra tradicion reverencia es el que vive la vida de sus ancestros, como su padre hizo antes que el y como su hijo hara despues de el.
Justo antes de esta visita, mis padres se habian vuelto grandes abuelos por primera vez. Si Di-s quiere, yo tambien estare recibiendo una nueva generacion para la mesa del Seder este año. "Y tu contaras a tu hijo en ese dia, diciendo..." Cada uno de nosotros es un vinculo indispensable en la cadena. Si nosotros no infundimos en nuestros hijos historias de nuestra nacionalidad, si nosotros no tenemos exito en pasar nuestros antiguos recuerdos, nosotros los condenamos a una vida de exclusion. Nosotros no hacemos espacio para ellos en la mesa. Nuestro fracaso se convierte en su ignominia.
"Su casilla de correo ha excedido el limite establecido por su administrador. Ud no podra recibir nuevos mensajes hasta que borre...." Un saludo familiar con el que me despierto la mayoria de las mañanas. Probablemente mi padre hace bien, aun sin apagar su computadora. Pueden ustedes imaginarse manejando un trabajo atrasado de 86 años de comunicaciones? Lo que yo generalmente hago bajo las circunstancias es sacarme de encima algo de lo que ha llegado recientemente. Lo que fue salvado para mi memoria años atras continua a salvo. Eso no es necesariamente algo malo. Las oportunidades son que lo que hice ayer no fuera ni cercanamente tan excitante como cruzar el Mar Rojo. Pero quien se acuerda?



El autor es un educador judio que vive en Jerusalem y es ex presidente del comite ejecutivo del Instituto Schechter para Estudios Judaicos.

Fuente: Jerusalem Post

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