Y CONTARAS A TU HIJO

By AMOTZ ASA EL
02/04/2010 16:48

Aviadi, cuando tenias cuatro viajamos una vez al Monte Hermon y tomamos la silla elevadora.
Te sentaste sobre mis rodillas. Yo abrace tu pequeño estomago energicamente para que no te soltaras, pero pusiste tus dos manos sobre la baranda tan confiadamente como un capitan comandando los mares abiertos desde cubierta, y miraste por encima de la imponente vista con la curiosidad de un descubridor. La suave pendiente, el sutil viento, el silbido de un pajaro pasando y el silencio en el cual ambos pasamos solemnemente entre cielo y tierra- todo te hechizaba.
Yo he visto muchas montañas en muchos lugares con los años, algunos chatos, otros conicos, algunos desnudos, algunos con vegetacion y algunos volcanicos; ellos me hipnotizaron tambien. Y quien mejor que nosotros, los residentes de Arnona conocemos que la vista desde encima de la montaña se ve en forma diferente cada mañana.
Y aun asi las montañas, asi como ellas fascinan, pueden tambien aterrorizar, y peor, pueden engañar. Es asi, por ejemplo, que los antiguos griegos estaban convencidos que los dioses realmente vivian encima de su propio Monte Hermon, el Olimpo, y los japoneses pensaron la misma cosa del Monte Fuji, y los arameos biblicos pensaron del Reino de Israel que "su dios es un dios de las montañas” (Reyes I 20:23).
Pero Di-s no reside en las montañas, como el abuelo por el que fuiste nombrado podria haber atestiguado.
TU ABUELO nos conto muy poco acerca de lo que paso durante la guerra, pero desde lo poco que el nos conto, siete lineas en el libro que publico en memoria de su hermano David, nosotros podemos aprender muchas cosas acerca de las montañas.
“El 15 de abril de 1944, fui gravemente herido” escribio. “Fue cerca del Rio Prut en Galizia oriental cerca de una aldea llamada Mikuliczyn.”
Debido a su herida, el abuelo fue evacuado al occidente a un pueblo llamado Munkacs.
Yo chequee y aprendi que el lugar donde tu abuelo fue herido era en las laderas orientales de las Montañas Carpatos, y el lugar donde termino pronto despues era en sus laderas occidentales. Esto significa que en el interin el cruzo los Carpatos. Los Carpatos estan entre las mas bellas montañas del mundo. Elevandose mas alto que el Monte Hermon, van por casi 1500 km; estan densamente forestadas y tiene pintorescas aldeas, pasturas, refugios de cazadores, casas de verano y resorts de esqui.
Pero tu abuelo no trepo esas montañas en una silla elevadora, mucho menos en los brazos de su padre. El cruzo los Carpatos con una pierna destrozada y esquirlas a traves de su cuerpo, luego que una bomba exploto cerca de el, y mientras la peor guerra en la historia se llevaba a cabo a ambos lados de la montaña. Al oriente, millones de soldados alemanes y rusos peleaban bajo un incesante aluvion de artilleria, morteros, blindados, aviones de combate y cohetes katyusha, dejando detras de ellos todos los dias miles de nuevas victimas entre pueblos en cenizas y ciudades arrasadas. Y al otro lado de la montaña, los judios estaban siendo asesinados.
Yo estudie y vi que el dia en el que tu abuelo fue herido, el 15 de abril, era ese año el dia despues del septimo dia de Pesaj. Fue tambien el dia en el cual los nazis empujaron a la mayoria de los 800000 judios de la Hungria fascista, incluyendo sus propios padres, a los ghetos desde los cuales fueron pronto llevados a sus muertes.
En otras palabras, hablando moralmente, la montaña que tu abuelo cruzo no estaba menos en llamas que la montaña que Moshe descendio antes de romper las tablas, excepto que en las bases del Monte Sinai la gente simplemente violo "No tendras otros dioses ante Mi" y "No haras idolos para ti", mientras que en las bases de los Carpatos ellos violaron "No mataras" y "No robaras" y "No daras falso testimonio" y "No anhelaras la casa de tu vecino". No es dificil imaginar a tu abuelo en el espiritu del Salmo 121, elevando sus ojos a las montañas y preguntando: "De donde vendra mi salvacion?"
LA OSCILANTE espada estaba sobre el, pero finalmente su abuelo surgio de los Carpatos, como Noe de la montaña Ararat, para ayudar a reconstruir el mundo que sobrevivio al diluvio. Y cuando el finalmente llego a la Tierra Prometida, el nuevamente trepo una montaña. Pero esta era una montaña completamente diferente. El abuelo Zvi trepo esta montaña- Monte Scopus.
Su propio padre, Ya’acov, de quien no tenemos siquiera una foto y por quien Yaki fue nombrado, dijo a tu abuelo en una de sus ultimas conversaciones: “Lo que estudies, nadie jamas podra quitartelo.”
Tu abuelo vio eso y estudio aqui durante los ultimos meses de la Universidad Hebrea antes que el Monte Scopu fuese desconectado de la Jerusalem judia luego de la Guerra de Independencia. El regreso aqui decadas mas tarde para estudiar aun mas, como jubilado.
No es dificil reconstruir lo que paso por su cabeza cuando el primero estudio la vista desde aqui, como miles de judios antes que el con los siglos desde la antigüedad. Las montañas de Jerusalem lo miraban como una palida sombra de las montañas en cuyas sombras el crecio. Las montañas de Judea apenas alcanzan las rodillas de los Carpatos, y ellas no ofrecen ninguna de las vistas de aquellos picos distantes, bosques virgenes, osos salvajes y lugares de esqui.
Pero el sabia que trepando aqui y estudiando como judio en el mismo lugar desde donde los romanos atacaron Jerusalem, el estaba completando el circulo. Y el tambien sabia que para que nosotros los judios trepemos la montaña de Di-s no hace falta que la montaña sea de 3,000, 5,000 o siquiera 10,000 pies de altura, sino que el hombre trepandola, como David observo en el Salmo 24, tenga manos limpias y corazon puro.
TU ABUELO, abuela, tios y tias sobrevivieron horrores, pero ellos fueron y continuan siendo gente ordinaria, aun a pesar que el destino los condeno a trepar las montañas solos.
En muchas formas, tu abuelo era como tu. Como tu, el gustaba de hacer bromas y tenia una risa sincera, el era curioso e investigador, y podia ocasionalmente imitar a alguien, y amaba el futbol, y cuidaba su apariencia y apreciaba la belleza, como tu puedes decir de la apariencia de tu abuela.
Aviadi, hoy tu comienzas a trepar tus propias montañas. Ya no necesitas mas que tu padre te sostenga, como lo hiciste ese dia en el Monte Hermon cuando tenias cuatro. Pero aun asi, sea en los pies de las montañas, sobre la ladera, debajo, o en su cumbre, recuerda que tu, nosotros, tus hermanos, tus primos, tus amigos, tus vecinos, y practicamente todos los que conoces- ya no estan solos.
Fuente:www.middleisrael.org