DE QUE ESTAN HABLANDO LOS JUDIOS- Parte 4 de 6‏

Una solución de fondo para la "crisis de conversión" o una práctica?

La dificultad de definir quién es un Judio y, en consecuencia, la tarea más difícil de ponerse de acuerdo sobre la naturaleza de la "puerta de entrada" para el pueblo judío (la conversión), ha acompañado al pueblo judío a lo largo de la historia. De vez en cuando una crisis estalla cuando hay un cambio en la política con respecto a la cuestión de la conversión.
Tal crisis se ha desatado recientemente en respuesta al intento del diputado de Israel Beiteinu David Rotem, con el acuerdo de los partidos haredies en la Knesset, para cambiar la ley de conversión.
Este reciente intento fue recibido con grandes criticas por parte de las comunidades de la diáspora - alegando que el proyecto de ley facultará al Gran Rabinato y su capacidad para hacer cumplir su orden del día.
La primera pregunta que debe plantearse en todos los debates relacionados con la conversión es si se debe adoptar un enfoque fundamental o práctico. En otras palabras, hay algún sentido en un debate sobre la esencia de la conversión, el cual pretende sugerir una fórmula para determinar quién es un judio, o es tal vez mejor limitar el debate a la cuestión de las soluciones prácticas, mientras se evita tanto lo mas posible cuestiones fundamentales que conducirían inevitablemente a la crisis? En este contexto, el proyecto de ley Rotem ofrece un interesante modelo de "juego de guerra".
En una descripción esquemática, este es el modelo: Si el proyecto de ley Rotem tiene la intención de resolver un problema que requiere una solución urgente (la conversión de cientos de miles de residentes israelíes), y si es posible proponer una solución práctica que podría ayudar a aliviar el problema (conversiones privatizadas por parte de los rabinos de la comunidad, por ejemplo); y si es posible llegar a una versión esqueleto de una solución que no haga referencia a las cuestiones fundamentales (en esto, el proyecto de ley Rotem, en su version final y tabulada, finalmente fallo), entonces la solución esqueleto y limitada debe ser elegida.
Por supuesto, la dificultad de hacer una recomendación inequívoca en este modelo esquemático se deriva del hecho que en el juego de guerra de la ley Rotem, resultó que incluso el modelo esquelético tenía enemigos aún más vigorosos que podrían frustrarlo en futuras versiones. En el caso del proyecto de ley Rotem fueron los partidos haredies, pero hay otros posibles modelos esqueléticos a los que otros grupos probablemente se opondrán.
En cierto sentido, la dificultad en la construcción de un modelo consensuado esquelético deriva del hecho que incluso las soluciones prácticas a la cuestión de la conversión son siempre acompañadas por prioridades que reflejan puntos de vista ideológicos. La acción legislativa en todo el proyecto de ley Rotem, llevo, incluso en su versión esqueleto, las siguientes creencias:

• La conversión de los inmigrantes de la ex Unión Soviética es beneficiosa e importante para el pueblo judío. Esta es la creencia que puede inspirar el argumento sobre la base que la conversión en masa de los que no están interesados en mantener las mitzvot hace de la definición misma de judio, una superficial.

• El proceso de conversión actual es demasiado estricto, y debe encontrarse la manera de crear un procedimiento más clemente. Se trata de una suposición a la que muchos rabinos se oponen.

• Los rabinos reconocidos por el Gran Rabinato son los autorizados para convertir.
Esta práctica también tiene oponentes, incluso entre los rabinos ortodoxos.

La práctica refleja una prioridad de los fundamentos, y por lo tanto no garantiza una solución. La cuestión de si optar por soluciones locales y limitadas - cuyo éxito no está asegurado tampoco - en un intento de resolver al menos algunos de los problemas fundamentales todavía está abierta.

- Shmuel Rosner es un becario en el Instituto de Politicas del Pueblo Judio.
Fuente: The Jerusalem Post