Aguilas y hormigas
ELIAS FARACHE S. | EL UNIVERSAL
miércoles 30 de julio de 2014 12:00 AM
Israel tiene años preparándose para un eventual ataque de cohetes y misiles. Se ha cuidado de las águilas. Tiene experiencia en ello. En el 2006, sendos ataques de cohetes de todas las dimensiones fueron lanzados desde el Líbano. En el 2008-2009, sucedió lo mismo. También en el 2012. En las dos últimas oportunidades, desde Gaza.
Gaza es un enclave muy densamente poblado. Sus autoridades son del Hamas, movimiento que con mucha sinceridad anuncia que no reconoce la existencia de Israel y pretende erradicarlo. Gaza es, a todos los efectos prácticos, un segundo estado palestino virtual. Con sus propias autoridades e instituciones que son algo así como el doble de su contraparte en la Autoridad Nacional Palestina que gobierna en las zonas de la llamada Margen Occidental.
En el año 2012, se gestó un alto al fuego con Hamas. Por vías interpuestas, ya que Hamas no reconoce ni negocia con Israel. Era la continuación del alto al fuego del año 2009, consecuencia de la operación Plomo Fundido. Esa operación que, al igual que esta, Margen Protector del 2014, deja a Israel como perdedor en la feroz campaña de medios que, como siempre desde 1967, los árabes, palestinos o no, ganan. Poco se puede hacer al respecto.
Desde el 2012 al 2014, Israel se ha cuidado de los ataques de los cielos. Denuncia, sin mucho éxito real, la intención de Irán de "borrarlo del mapa", preocupado por su desarrollo nuclear sin bases muy ciertas a necesidades de energía doméstica, pero alarmante en cuanto a intenciones de modificar el mapa del Medio Oriente. Con algo más de éxito, Israel logró un sistema de intercepción de cohetes y misiles, el muy mentado "Cúpula de Hierro", que ha permitido inhabilitar los cohetes y morteros lanzados dese Gaza en estos últimos días, que no han sido los últimos días de Israel gracias a, precisamente, Cúpula de Hierro.
Mientras Israel se ha cuidado, con mucha eficiencia, de las amenazas de los cielos, del ataque de las águilas... las hormigas han hecho su trabajo.
Una red de túneles que llegan bien adentro la geografía israelí.
Túneles excavados y apertrechados para los fines crueles de llegar al corazón de centros poblados israelíes y perpetrar matanzas. No es algo que creemos o intuimos. Es algo quese ha descubierto recién desde el 17 de julio de 2014, horas antes del inicio de una retardada ofensiva terrestre sobre Gaza ante la presunción que la situación era grave, que se podía solicitar cese al fuego y negociar... pero no tan grave como para enfrentar una entrada directa al territorio israelí vía túneles de muy buena ingeniería y planificación más allá de lo previsto en los escenarios más crueles.
Israel ha logrado acometer y vencer la amenaza de las águilas y los cielos. A costa de mucho dinero y disciplina de sus ciudadanos. En su esfuerzo por cielos seguros, ha descuidado la labor de las hormigas. Esas hormigas que con tesón y muchos recursos: monetarios, de relaciones públicas, media, infraestructura, ayuda humanitaria, mentiras y medias verdades; cobijadas bajo un manto de lástima y solidaridad mal entendida, han logrado excavar bajo tierra, la red de túneles que sólo la prepotencia del momento y la suerte del desvalido real, han hecho posible sea descubierta y pronto, con suerte e inteligencia, eventualmente desmantelada.
Aguilas y hormigas. El terror de quienes lo perpetran da dividendos. Estados Unidos y sus aliados han negociado con Irán su plan nuclear. El Secretario de Estado John Kerry, ha venido presentado proyectos de acuerdos a Cese de Fuego donde Hamas obtiene la estatura de estado, de negociador reconocido. Poca mención se hace en los borradores de acuerdos a la necesidad de desmantelar el arsenal de Hamas en Gaza, o su condición de movimiento considerado terrorista, no por Israel, si no por EEUU y la Unión Europea.
Al 27 de Julio de 2014, desde el inicio de la Operación Margen Protector, Hamas ha lanzado sobre Israel 2507 cohetes, y 412 han sido interceptados por el sistema Cúpula de Hierro.
Aguilas y hormigas contra Israel. Seguro que actuando como gusanos no se podrán vencer.
eliasfaraches@gmail.com
Gaza es un enclave muy densamente poblado. Sus autoridades son del Hamas, movimiento que con mucha sinceridad anuncia que no reconoce la existencia de Israel y pretende erradicarlo. Gaza es, a todos los efectos prácticos, un segundo estado palestino virtual. Con sus propias autoridades e instituciones que son algo así como el doble de su contraparte en la Autoridad Nacional Palestina que gobierna en las zonas de la llamada Margen Occidental.
En el año 2012, se gestó un alto al fuego con Hamas. Por vías interpuestas, ya que Hamas no reconoce ni negocia con Israel. Era la continuación del alto al fuego del año 2009, consecuencia de la operación Plomo Fundido. Esa operación que, al igual que esta, Margen Protector del 2014, deja a Israel como perdedor en la feroz campaña de medios que, como siempre desde 1967, los árabes, palestinos o no, ganan. Poco se puede hacer al respecto.
Desde el 2012 al 2014, Israel se ha cuidado de los ataques de los cielos. Denuncia, sin mucho éxito real, la intención de Irán de "borrarlo del mapa", preocupado por su desarrollo nuclear sin bases muy ciertas a necesidades de energía doméstica, pero alarmante en cuanto a intenciones de modificar el mapa del Medio Oriente. Con algo más de éxito, Israel logró un sistema de intercepción de cohetes y misiles, el muy mentado "Cúpula de Hierro", que ha permitido inhabilitar los cohetes y morteros lanzados dese Gaza en estos últimos días, que no han sido los últimos días de Israel gracias a, precisamente, Cúpula de Hierro.
Mientras Israel se ha cuidado, con mucha eficiencia, de las amenazas de los cielos, del ataque de las águilas... las hormigas han hecho su trabajo.
Una red de túneles que llegan bien adentro la geografía israelí.
Túneles excavados y apertrechados para los fines crueles de llegar al corazón de centros poblados israelíes y perpetrar matanzas. No es algo que creemos o intuimos. Es algo quese ha descubierto recién desde el 17 de julio de 2014, horas antes del inicio de una retardada ofensiva terrestre sobre Gaza ante la presunción que la situación era grave, que se podía solicitar cese al fuego y negociar... pero no tan grave como para enfrentar una entrada directa al territorio israelí vía túneles de muy buena ingeniería y planificación más allá de lo previsto en los escenarios más crueles.
Israel ha logrado acometer y vencer la amenaza de las águilas y los cielos. A costa de mucho dinero y disciplina de sus ciudadanos. En su esfuerzo por cielos seguros, ha descuidado la labor de las hormigas. Esas hormigas que con tesón y muchos recursos: monetarios, de relaciones públicas, media, infraestructura, ayuda humanitaria, mentiras y medias verdades; cobijadas bajo un manto de lástima y solidaridad mal entendida, han logrado excavar bajo tierra, la red de túneles que sólo la prepotencia del momento y la suerte del desvalido real, han hecho posible sea descubierta y pronto, con suerte e inteligencia, eventualmente desmantelada.
Aguilas y hormigas. El terror de quienes lo perpetran da dividendos. Estados Unidos y sus aliados han negociado con Irán su plan nuclear. El Secretario de Estado John Kerry, ha venido presentado proyectos de acuerdos a Cese de Fuego donde Hamas obtiene la estatura de estado, de negociador reconocido. Poca mención se hace en los borradores de acuerdos a la necesidad de desmantelar el arsenal de Hamas en Gaza, o su condición de movimiento considerado terrorista, no por Israel, si no por EEUU y la Unión Europea.
Al 27 de Julio de 2014, desde el inicio de la Operación Margen Protector, Hamas ha lanzado sobre Israel 2507 cohetes, y 412 han sido interceptados por el sistema Cúpula de Hierro.
Aguilas y hormigas contra Israel. Seguro que actuando como gusanos no se podrán vencer.
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