domingo, 3 de agosto de 2014

Sanguinetti calificó de cínico al gobierno uruguayo por pretender llamar en consulta al embajador en Israel ante conflicto en Gaza


“Los movimientos occidentales que se consideran ‘progresistas’, se alinean con estos movimientos terroristas de un modo realmente inmoral”, señaló Sanguinetti
Cuestionó que “los occidentales que se consideran ‘progresistas’, se alinean con estos movimientos terroristas de un modo realmente inmoral (…) Desgraciadamente, nuestro gobierno se inclina a esa solución y hasta habla de traer en consulta a nuestro embajador en Israel, lo que sería un acto inamistoso para con un Estado amigo, favorable a la organización terrorista, y lo que es casi peor, cínico sobre el conjunto de la situación”.
Este jueves el gobierno uruguayo deploró las operaciones militares en la Franja de Gaza, y expresó su “más profunda consternación por el repudiable ataque realizado por las Fuerzas Armadas de Israel contra una escuela de ONU que se saldó con el asesinato de decenas de civiles indefensos refugiados bajo la tutela del foro mundial”. Asimismo, evaluó llamar en consulta al embajador en Israel, e instalará una embajada en Palestina.
Cancillería, en su contundente comunicado rechazó la acción bélica y pidió el alto al fuego inmediato.
Desde el comienzo de las hostilidades han muerto más de 1.400 palestinos, en su mayoría civiles y 59 israelíes.

Cinismo

En tanto, el ex presidente Sanguinetti, expresó su opinión, a través de un editorial en la publicación del Partido Colorado, el “Correo de los viernes”, en defensa de Israel en el conflicto en la Franja de Gaza, bajo el título: “¿Qué es la desproporción?”.
“Todo comenzó con el asesinato de tres jóvenes colonos israelíes, seguido luego de otro de un joven palestino. Esos asesinatos encendieron la mecha para que el latente conflicto se estallara nuevamente”, expresa Sanguinetti.
Dijo que “la endémica agresión con cohetes que parten de Gaza se acentuó e Israel resolvió repelerla, primero por aire y luego por tierra, para desarmar una estructura terrestre, fundamentalmente subterránea, que por debajo de la frontera se había construido para incursionar sorpresivamente en su territorio”.
“A partir de allí, hemos vuelto a caer en lo habitual. Los medios internacionales destacan las represalias israelíes y se soslayan las agresiones que las provocaron. Se insiste en la idea de la ‘desproporción’ de las réplicas, por el simple hecho de que hay más víctimas del lado palestino que del lado israelí. La sangrienta contabilidad, al día miércoles, establecía 1.300 muertos palestinos contra 59 israelíes. El pecado de estos últimos ha sido no dejarse matar y poseer un sistema de defensa antimisilístico que le ha permitido preservar los puntos neurálgicos del país, como el aeropuerto de Tel Aviv, al que se ha tratado de atacar”, relató el ex mandatario colorado.
A la vez se pregunta: “¿La desproporción está en el balance?”. Para luego agregar: “Es bien sabido que bastaría el cese de la agresión para que desaparezca la réplica”.
“¿La desproporción es que hay muchos muertos civiles en Gaza? ¿Alguien ignora que se usa la población civil como escudo y que la organización terrorista de Hamas ordena no desalojar los lugares que Israel indica como posibles objetivos? Hamas sunita como Hezbolla chiita, por caminos diversos, siguen proclamando lo mismo: la destrucción de Israel. ¿Cómo se negocia y se pacta con una teórica contraparte que parte de la base de la desaparición del otro?”, interroga Sanguinetti en su editorial.
Asegura que “lo lamentable es que en Occidente hay una tendencia creciente a acusar a Israel e insistir con la construcción de un Estado palestino que nadie niega, pero que no puede edificarse sobre la base de la destrucción del vecino”.
“Es notorio que en 1948 se crearon los dos Estados y que esta interminable guerra es el resultado sangriento de haberse renunciado a ese Estado árabe por no aceptar la existencia de Israel. Desgraciadamente, en los últimos tiempos se ha ido adelantando el reconocimiento del Estado Palestino a cambio de nada, haciendo así ilusoria la necesaria negociación para lograr simplemente el respeto recíproco a la existencia del otro”, comenta el ex jerarca de gobierno.
Sanguinetti afirma que “una hipócrita mayoría de Estados, en las Naciones Unidas ha propiciado ese reconocimiento y se alinea hoy fácilmente en contra de Israel, al sumarse intereses coincidentes. Los rivales de EE.UU, los países europeos temerosos de las represalias terroristas en su interior, los países sensibles a la prédica antisemita (hoy tramposamente disfrazada de antisionismo), los ricos Estados y Emiratos Árabes aterrorizados por los sectores radicales y luego una suerte de humanismo bobalicón y frívolo que se orienta hacia el más débil, aunque sea el provocador”, rechaza.
“Todos ellos hacen como que ignoran que la Franja de Gaza es el mejor ejemplo de que las concesiones israelíes no sirven para avanzar en la paz”, indica.
Al tiempo expresa que “originalmente parte del Estado árabe creado por Naciones Unidas en 1947, fue apropiado por Egipto hasta 1967, en que la ocupó Israel luego de la guerra de los Seis Días”.
En 2005, a raíz de los acuerdos de Oslo, “se le reconoció la independencia e Israel se retiró. Sharon quien la había conquistado, asumió la responsabilidad política de devolverla, ¿y que han hecho los palestinos de su independencia?”
Sanguinetti cuestiona que “los terroristas de Hamas han sometido al país a su orientación violenta, se han dedicado a agredir a la población israelí con un constante golpeteo de cohetes y, lo peor de lo peor, quienes desean ayudar a Palestina le proveen de armas en vez de inversiones productivas”.
En tal sentido vuelve a preguntar: “¿Por qué no construyen hoteles para dar trabajo y explotar sus playas? ¿Por qué no canalizan inversiones productivas que generen riqueza y empleo?”

Alineación inmoral

“Los movimientos occidentales que se consideran ‘progresistas’, se alinean con estos movimientos terroristas de un modo realmente inmoral”, señala.
Asegura que “ellos son crueles, creen en la violencia, no respetan la idea ajena, subordinan a sus mujeres a un estado prácticamente animal, profundamente antidemocráticos practican el fanatismo religioso sin el menor espacio a la tolerancia”.
“¿Cómo pueden considerarse progresistas cuando se suman a lo más reaccionario, lo más retrógrado del mundo contemporáneo? Lo que se juega allí está mucho más allá de Hamas y el propio Israel: es el sistema de valores de nuestra civilización, agredido por los mismos que volaron las Torres Gemelas en Nueva York o la estación de Atocha en Madrid y que ven en el Estado judío apenas la primera muralla defensiva de esa enorme construcción que a lo largo de los siglos hicieron Jerusalem, Atenas y Roma y que se ha llamado históricamente Occidente”, manifiesta.
Sanguinetti expresa también: “Si duele la violencia, si las fotos del horror sacuden la conciencia, no menos indignante es el cinismo que rodea la situación. La hipocresía de los que claman por la pazy alimentan la violencia, de los que lloran por los niños victimados y nada dicen sobre los que los exponen, de los que se envuelven en banderas de justicia cuando ellos mismos las pisotean. Aquí mismo, en nuestro país, ¿no los vemos golpearse el pecho en nombre de la humanidad y defender al terrorismo más inhumano?”
Además expresa que “el tema reclama serenidad en el juicio”. Pero también “hablar claro, para que la verdad pueda tener algún espacio y se discuta sobre hechos y no fantasías, sobre razones y no dogmas, sobre historias comprobables y no imaginarios relatos”.

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