By MICHAEL FREUND
El sabado 4 de abril, marca el 316º aniversario del fallecimiento de una figura seminal en la historia de la juderia americana.
Y aunque el nombre del Rabbi Isaac Aboab da Fonseca puede no sonar familiar para muchos judios americanos del sur y el norte contemporaneos, el heroico ejemplo que el dejo en luchar por la libertad religiosa mientras simultaneamente defendia la integridad del judaismo continua siendo compulsivamente relevante.
Efectivamente, tanto como mucha de la juderia de la diaspora lucha por caminar la delgada linea entre fidelidad a la tradicion y apertura a la modernidad, es valioso recordar la tenacidad y resolucion de esta muy especial personalidad.
De Fonseca nacio en 1605 en el pueblo de Castro d'Aire en Portugal en una familia de Anusim (a quienes los historiadores se refieren por el despectivo termino de marranos). Sus ancestros habian sido judios que fueron convertidos forzadamente al catolicismo pero continuaron practicando el judaismo en secreto, arriesgando la ira de la inquisicion y sus secuaces.
Como la Iglesia intensifico sus esfuerzos por capturar y perseguir a los cripto-judios (marranos), la familia da Fonseca decidio abandonar Portugal. Luego de una breve estadia en Francia, ellos hicieron su camino a Amsterdam, donde el joven muchacho y sus seres amados abiertamente retornaron al judaismo.
Da Fonseca probo ser un prodigio, y para la edad de 21 años fue nombrado para servir como el Jajam, o lider espiritual, de una de las tres sinagogas de Amsterdam. Pero fue unos 15 años despues, en 1642, que el tomo la fatidica y en cierto modo peligrosa decision de aceptar el puesto de rabino en una comunidad al otro lado del Oceano Atlantico.
La ciudad portuaria de Recife, en el nordeste del estado brasileño de Pernambuco, habia sido recientemente capturada de los colonizadores portugueses por los holandeses. Los 600 judios de la ciudad, la mayoria de los cuales eran sefaradies de origen portugues, invitaron a Da Fonseca para ser lider de su comunidad.
Eligiendo audazmente abandonar su altamente respetada posicion en Holanda por las incertidumbres de vida en el Nuevo Mundo, da Fonseca hizo el viaje y asumio el puesto de Jajam de la Sinagoga Kahal Zur Israel. El asi se convirtio en el primero en ser nombrado Rabino de las Americas. La comunidad prospero bajo su liderazgo, pero solo cuatro años mas tarde, el ejercito portugues ataco Recife en un esfuerzo por recapturar la ciudad. Ofrecio a los judios proteccion si ellos acordaban no tomar parte en la pelea, pero da Fonseca y la comunidad no oirian nada de ello.
Agudamente conciente de la intolerancia de Portugal hacia los judios, la cual contrastaba fuertemente con la relativa libertad que ellos disfrutaron bajo el gobierno holandes, el rabino de Recife y su rebaño eligieron desempeñar un rol activo en la defensa de la ciudad, valientemente poniendose del lado de la causa de la libertad religiosa. Por casi toda la siguiente decada, mientras los portugueses sitiaron Recife, los judios tomaron parte en la feroz batalla, y Da Fonseca dirigio plegarias publicas en favor de la resistencia.
En un poema en hebreo que el escribio mas tarde, el rabino escribio que "muchos de los inmigrantes judios fueron muertos por el enemigo; muchos murieron de inanicion. Aquellos que estaban acostumbrados a delicadezas estuvieron contentos de satisfacer su hambre con pan seco; pronto ellos podrian no obtener siquiera esto. Ellos estaban en busqueda de todo y fueron preservados vivos como por milagro."
De acuerdo a la Sociedad Historica Judeo Americana, es el mas antiguo texto en hebreo conocido que haya sido escrito en America.
Finalmente, en 1654, los holandeses se rindieron y los judios fueron forzados a abandonar Brasil. El rabino y la mayoria de sus congregacion se dirigieron de regreso a Holanda, pero un bote cargando a 24 de ellos fue desviado de su curso y termino en Nueva Amsterdam (que despues seria conocida como New York), convirtiendose en los primeros judios en asentarse en Estados Unidos.
De regreso en Amsterdam, da Fonseca reanudo su puesto como Jajam y fue nombrado para servir en el Beit Din (Corte Rabinica) de la ciudad. Fue alli, poco despues, que el tomo parte en la aguda controversia alrededor del filosofo Baruj Spinoza.
Despues que Spinoza habia provocado un muy extendido enojo en la comunidad judia por sus puntos de vista sobre varios temas tales como la eternidad del alma y la naturaleza de la existencia de Di-s, una orden de excomunion fue leida publicamente contra el el 24 de julio de 1656, desde el pulpito de la sinagoga Talmud Torah de Amsterdam. Entre aquellos que consintieron la prohibicion sobre Spinoza estaba da Fonseca.
Los filosofos modernos, por supuesto, consideran a Spinoza algo asi como un heroe, aclamandolo como una de las personas que sento las bases para el racionalismo, el Iluminismo y la critica biblica. Naturalmente, ellos vieron su excomunion con ironia y menosprecio.
Como, entonces, reconciliamos nosotros la participacion de Da Fonseca en la prohibicion, particularmente a la luz de su previamente opuesta posicion en favor de la libertad religiosa? La respuesta, yo pienso, es bien simple, y puede ser resumida en una sola palabra, una que lleva dentro de ella el secreto de la supervivencia judia en la Diaspora: limites.
En lo que respecta a preservar un nivel de campo de juego para todas las religiones en una sociedad abierta, da Fonseca fue un firme defensor. El entendio que la libertad de practicar la fe de uno era un interes colectivo de todos, incluyendo por supuesto los judios. Pero cuando el judaismo y sus creencias fundamentales estaban siendo atacados desde dentro, el era no menos vigoroso en armar las barricadas y defender la fe. Porque el sabia muy bien que sin un ancla firme, los judios podrian facilmente salirse de curso y asimilarse.
En otras palabras, limites laxos son clave como una basica norma para la sociedad, pero limites estrictos son esenciales para preservar la fe de una comunidad. Tu simplemente no puedes tenerlo de otra forma. Entonces tan importante como puede ser en nuestros dias luchar por los derechos civiles en la esfera publica, no es menos crucial fortalecer las murallas que nos mantienen judios.
Siglos mas tarde, es una leccion que los judios de America harian bien en aprender de su primer lider espiritual, el Rabino Isaac Aboab da Fonseca.
Que sea su memoria para bendicion.
Fuente: Jerusalem Post
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