domingo, 12 de abril de 2009

La madre de Ilan Halimi recuerda el martirio de su hijo‏


En un libro que se publicara el jueves, Ruth Halimi lamenta el fracaso de la policia y el silencio de 29 personas que, denunciando a los delincuentes, podrian haber salvado a su hijo, masacrado por la "banda de los barbaros"
Francia ha descubierto su sonrisa despues de su muerte. Una sonrisa a la que nada parece alcanzar, ni el odio, ni la tortura. Sin embargo, Ilan Halimi, 23 ans, estuvo secuestrado tres semanas y despues fue masacrado por una banda con prejuicios mas que pensamientos. "Jovenes para quienes los judios son siempre ricos", dice Ruth halimi, su madre que publica el jueves la terrible historia de 24 dias de detencion. Quienes, sino estos extraviados, podria pensar en eliminar a un joven vendedor de telefonia celular tan feliz como no adinerado? Quien podria no haber querido a Ilan cuya novia era asiatica y sus dos mejores amigos eran Karin y Jeremy? Lejos del recoveco comunitario, de las guerras de religion, lejos de la imagen fatal del judio rico, miembro implicito de una comunidad prospera y forzosamente unida, que reuniria los 450000 euros de rescate una mañana para recuperar a uno de sus hijos.
Debido a que el proceso a la "banda de los barbaros", que comienza a finales de abril, probablemente se celebrará a puertas cerradas, Ruth Halimi ha decidido revelar este calvario. "Porque la muerte de Ilan no sea en vano..." "Debido a que veintinueve personas sabian y ninguna salvo a Ilan. Porque los padres, por proteger a sus hijos de problemas judiciales, sacrificaron al mio. Porque yo he soñado en las noches que el cebo podria apiadarse de Ilan, que esto no habia pasado. Veintinueve personas, es mucho. » Ella los ve como jovenes perdidos, sin «totem, sin raices reales. Nada ni nadie cuentan para ellos salvo el dinero».

Ruth Halimi quiere por lo tanto creer que las palabras pueden cambiar los destinos. Que el libro permanecera, que entrara dentro de las aulas. «Si este testimonio toca a una sola persona, sera suficiente.» Las palabras como los mandamientos. « Yo soy creyente, afortunadamente. A veces, yo pienso que Ilan se enfrento a las prohibiciones (al salir un viernes por la noche). Yo mantengo un dialogo con el, esa es mi forma de sobrevivir.» Ya que los lamentos no dejan mucho respiro. Descubierto el rapto, la familia se confio a la policia. Nada de pagar, es la regla, ya que el pago del rescate no garantiza el desenlace. Y sin embargo.
El libro resalte sutilmente el fracaso de la policia, que "al negar el caracter antisemita no identifico el perfil de la banda», asegura Émilie Frèche, la escritora que redacto el testimonio. «Si hubiera tenido el dinero, yo podria haber pagado, dice mientras tanto Ruth, pero estaban mas bien todas las especulaciones sobre mi cuenta. No podiamos buscar ayuda. Los policias nos habian confinado al silencio. El miedo nos inmobilizo.» El padre, que estaba mas solido psicologicamente, se convirtio en el interlocutor de los secuestradores. Pero en bambalinas los policias dictaban todas las respuestas. El recibio mas de 600 llamadas generalmente insostenibles. Los reclamos cambiantes, 450000 euros, despues 50000, despues 300000, un dia 5000. El padre debia hacer tiempo para localizar a los raptores. «Tu eres el mas fuerte, eres tu quien es el mas fuerte», le repetia la psicologa que acompañaba a los negociadores. Hasta esa mañana en que Ilan fue encontrado, desnudo, afeitado, quemado con combustible, herido con un cuchillo, el cuerpo deteriorado por las torturas, agonizante al borde de una via. «Todos los dias, yo le pido a mi hijo que me perdone.»
* 24 dias, Ruth Halimi, Émilie Frèche, Seuil, 184 pages.

Fuente: Le Figaro-France

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