Naftali Moses
Mientras la tension continua para levantarse sobre el muy alto costo que a nosotros se nos esta pidiendo pagar por la invaluable vida de nuestro soldado capturado Gilad Schalit, yo cuento mis bendiciones una y otra vez. Primero, porque no puedo siquiera imaginar el horror de la agonizante espera de la familia Schalit. Yo no tengo una cuerda de esperanza, ni un vacilante "quizas" o "puede ser" para torturar mi alma, porque yo se que nunca volvere a ver a mi hijo. La ultima vez que vi su muy joven y muy inocente cara fue la noche que el y sus amigos fueron asesinados en la biblioteca del Merkaz Harav. Yo identifique su cuerpo para la policia.
Segundo, yo se que el terrorista que tomo la vida de mi hijo ha perdido la suya, frenado en su terrible locura por un valiente soldado y un bravo civil. Entonces tambien, me fue evitada la agonia de preguntarme como ha estado alimentandose en prision, o sobre el manejo de justicia. Y tercero, me fue evitada la agonia de preguntarme lo que haria si el asesino de mi hijo estuviese entre aquellos liberados a cambio de nuestro soldado cautivo. NO, yo nunca necesitare examinar los medios por noticias de su liberacion, ni peticionar ante los tribunales contra el. Ni nunca debo esperar la esperanza de lo simple- que la prision de alguna manera haya atemperado el celo asesino del asesino. Y lo mejor de todo, yo nunca tendre que preguntarme si sabiendo que la poca justicia que nos atrevimos a hacer ha sido deshecha podria tentarme a ajustar las cuentas por mano propia. Procuraria yo, como el terrorista que asesino a mi primogenito, un arma y haria inteligencia previa? Estacionaria y observaria las salidas y llegadas de mi objetivo? Me entrenaria en las colinas de Judea, disparando, gritando, disparando nuevamente, seguro que el ruido era muy dificil de rastrear apropiadamente? Y cuando terminara mi mision, que diria a mi esposa y tres hijos vivos? Les daria un beso de despedida o los dejaria sin aviso?
Y que le diria al asesino de mi hijo cuando lo encuentre? Le pediria a mi amigo de la inteligencia de Tzahal que me diga unas pocas frases en arabe antes de comenzar- ustedes saben, exactamente lo suficiente como para que el sepa quien fue el que habia llevado su vida a su fin. Ana abu Ibrahim Daud Musa, Yo soy el padre de Avraham David Moses? Yo estoy seguro que durante su tiempo en nuestras prisiones, con los periodicos y radio libres, el hubiese aprendido los nombres de sus ocho jovenes victimas.
Y le hubiese importado? Podria el reconocer que la sangre pide por sangre- que el brutal asesinato no puede quedar impune? Podria el incluso recibir bien la bala que hubiese abierto la puerta de su propia vision del mas alla?
Y despues de todo, cuando yo me sentara con la policia y les informara que si, que se habia hecho justicia, que dirian ellos? Mientras ellos me colocaran esposas, sabrian que lo que yo les conte era cierto? Veria yo alivio en la cara del detective, sabiendo que este terrorista, liberado en el horroroso calculo del intercambio de prisioneros, nunca mataria nuevamente?
Yo estoy de hecho contento porque no necesito preocuparme con todas estas imaginaciones tortuosas en los dias y semanas que vendran.
Pero yo se que las decenas, si no cientos, de familias cuyas vidas han sido hechas pedazos por terroristas que pueden pronto caminar fuera de la prision una vez mas se mantendran despiertas de noche y agonizaran sobre el significado de la justicia en el Medio Oriente.
El autor tiene un PhD en historia medica e investiga etica medica israeli. El actualmente esta completando un libro sobre la masacre de Merkaz Harav. *Aclaramos a los lectores del blog que fue un terrorista arabe que ingreso a una ieshiva y abrio fuego asesinando a 8 de sus estudiantes.
Fuente: The Jerusalem Post
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