Por Leandro Fleischer
La demonización de Israel no tiene límites. Los absurdos argumentos expresados desde una profunda ignorancia, las ridículas hipótesis sobre hechos que se desconocen totalmente, la ceguera de un ojo con respecto al islamismo radical, la minimización o, incluso, justificación del terrorismo y la falta de atención que se le presta a los crímenes cometidos por organizaciones y gobiernos terroristas, tanto islámicos como comunistas, incluso en contra de personas pertenecientes a su propio pueblo; demuestran el odio y el resentimiento de muchos. La prensa y algunos líderes políticos son los principales responsables y, luego, una enrome cantidad de personas que, como durante el nazismo, se creen cada barbaridad que se dice o escribe. No obstante, todos critican a la prensa y dudan de su confiabilidad, salvo ¿cuándo? Sí, cuando la misma demoniza a Israel. Es curioso.
Sin embargo, no por ser víctimas de un horrendo lavaje de cerebro, puede quitársele toda responsabilidad a la gente común. Es más sencillo odiar que razonar, acusar al prójimo que aceptar la propia culpa y condenar al pluralista que aquel que puede asesinarte por hacerlo. Como me dijera Horacio Vázquez Rial en una entrevista que le realicé hace aproximadamente 6 años: "la gente está dispuesta a que le laven el cerebro".
Los artículos publicados por tantos medios de comunicación con respecto al baile realizado por los soldados israelíes en la ciudad de Hebrón, me llevaron a confirmar que el nuevo antisemitismo no ha disminuído para nada, aunque probablemente pudo haber aumentado.
Aquellos encargados de mantenernos informados, ofrecieron un lamentable espectáculo en el cual se mezclaron el odio con una ignorancia, la cual yo denomino "voluntaria", pues prefieren desligarse de la verdad en pos de condenar a los israeíes por cualquier acción que realicen. Sin embargo, la demonización de Israel, aparentemente, ya no sólo pasa por las acciones de defensa del único país que aún debe luchar por su existencia y para que no exterminen a toda su población, sino también por juegos y bromas que hacen un grupo de adolescentes entre ellos. Pero si se condena, incluso, la existencia de Israel ¿Por qué estos judeófobos no han de condenar una danza también?
En demasiados medios de "comunicación", cualquier lector hubiera entendido que el baile realizado por este grupo de jóvenes soldados, el cual fue filmado y posteriormente publicado en el sitio de internet "Youtube" no era más que "otro intento" israelí de "humillar" a los árabes. Debido a que en el video se escuchaba de fondo el llamado al rezo desde las mezquitas, los "reporteros" afirmaban con una seguridad sorprendente que los soldados habían acordado realizar la coreografía en ese momento con la intención de burlarse de los musulmanes y de su religión. Nada más alejado de la realidad. Pero la realidad no tiene importancia para ellos, sino "la maldad y humillación judía para con los pobres palestinos".
Yo, por mi parte, prefiero exponer otra versión de los hechos, alejada de la ignorancia y el odio.
En el área de Israel donde yo resido, hay una gran cantidad de habitantes árabes. Los llamados al rezo desde las mezquitas se escuchan desde mi domicilio o desde cualquier otro punto del poblado donde vivo. El sonido que se emite desde una mezquita sóla es suficiente. Sin embargo, nadie detiene sus actividades. Aquel que esté trabajando, lo seguirá haciendo, quien esté bailando, lo seguirá haciendo, etc. Nadie se ofende, pues forma parte de la rutina.
Estos soldados son adolescentes de 21 años, quienes estaban por liberarse del ejército y decidieron hacerlo de este modo. La intención no era ofender a los fieles musulmanes en uno de sus momentos sagrados del día ni dar ningún tipo de mensaje a nadie, salvo a ellos mismos. Estos jóvenes, después de sus tres años de duro servicio, quisieron despedirse de una forma original, sin ofender a nadie y, como se puede observar en el video, en ese momento se encontraban sólos en esa calle y la simpática coreografía duró unos pocos segundos. Ahora bien, si hubieran entrado en una mezquita a realizar el baile, desde ya que me uniría a la condena, pero crear todo tipo de hipótesis envenenadas de odio, sin conocer la zona siquiera, es un acto antisemita por donde se lo mire.
No sé si lo supieran estos malintencionados periodistas, pero el aburrimiento que provocan los patrullajes en busca de terroristas o las guardias que deben hacer las fuerzas israelíes, derivaron en otras distracciones similares en el pasado que unieron a los soldados con niños y jóvenes palestinos en clases de baile, partidos de fútbol y demás. Pero la prensa no está allí cuando eso sucede. Curioso ¿verdad?
Todo este tipo de distracciones realizadas por los soldados no funcionan solamente como remedios para matar el aburrimiento, sino también para aliviar la carga y la presión que deben llevar estos jóvenes, quienes a tan temprana edad, deben lidiar con terroristas sanguinarios cuyo objetivo es asesinar judíos y arrojarlos al mar, según ellos mismos lo reconocen. Inclusive, muchos de ellos (salvo los cobardes líderes desde ya) están preparados para inmolarse con tal de cumplir con dicho objetivo.
Me llama la atención que la prensa no publique, ni una sóla vez, las muestras de odio racial y llamamientos a asesinar judíos que existen tanto en las instituciones "educativas", en los discursos politicos y en una enorme cantidad de medios de comunicación de los países islámicos. Y si los periodistas se dedicaran a investigar, incluso en internet, sin necesidad de moverse de sus cómodas oficinas desde donde demonizan a Israel mientras engordan su trasero en el acolchonado asiento, podrían percibir que toda esta propaganda de odio la promueven basándose en los mismos mitos y utilizando las mismas técnicas que los nazis. Para dar tan sólo un par de ejemplos: en algunos diarios, han publicado copias exactas del "humor" y las caricaturas del judío con nariz grande, feo y adicto al dinero y poder que podían verse en los diarios alemanes de los años 30' y 40', como también se realizan series sobre los "Protocolos de los Sabios de Sión", cuyas tramas se basan en los intentos de judíos por dominar el mundo o de degollar a un niño cristiano para preparar "matzá" (pan sin levadura) durante la festividad de "Pesaj" (más conocida como la pascua judía) y muchos más macabros etcéteras.
¿Dónde están las condenas a los ahorcamientos de homosexuales, a los nulos derechos de la mujer, a los fusilamientos de disidentes, a las lapidaciones de mujeres "adúlteras", a la ablación femenina, a las penas de muerte sentenciadas contra aquellos que dejaron el islam, a la persecución de críticos de dictaduras comunistas o teocráticas, a los campos de concentración con trabajos forzados y torturas para aquellos que se oponen pacíficamente, a las masacres llevadas a cabo en África, a los atentados terroristas, etc? Las estoy esperando aún, del mismo modo que no ví a nadie saliendo a la calle para condenar el atentado realizado por islamistas radicales en Uganda en donde fallecieron 74 personas que se encontraban mirando la final del mundial por televisión.
Estimados antisemitas, su odio obsesivo contra los judíos está derivando en que dejen de lado todos estos crímenes y que mucha gente inocente alrededor del mundo siga sufriendo. Nadie les pide que dejen de odiarnos, ya estamos acostumbrados, pues siempre lo hicieron ustedes y sus antepasados. Sólo espero que eso no les impida respaldar a las víctimas de las atrozidades nombradas anteriormente.
Hemos llegado al punto de que un baile de pocos segundos nos preocupe más que el terrorismo islamico a nivel global, el cual planea conquistarnos a través del miedo y de un cambio demográfico radical, objetivo que quiere lograr uniéndose a su principal aliado, las tiranías comunistas, a quienes utiliza como idiotas útiles temporales.
Fuente: Diario de America
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