By CAROLINE B. GLICK
08/17/2010
El calido apoyo del presidente americano Barack Obama del plan para construir una mezquita por donde estan las ruinas del Centro Mundial de Comercio le dice a Israel - y sus enemigos - todo lo que necesitan saber sobre el presidente de los Estados Unidos de América.
Hablando durante una comida rompiendo el ayuno de Ramadán en la Casa Blanca ante un publico de personas afiliadas a los diversos grupos de la Hermandad Musulmana en los EE.UU., Obama formuló sus apoyo a la mezquita en la Zona Cero en términos constitucionales.
En sus palabras, "Como ciudadano y como presidente, creo que los musulmanes tienen el mismo derecho a practicar su religión como todos los demás en este país. Y eso incluye el derecho a construir un lugar de culto y un centro comunitario en propiedad privada en el Bajo Manhattan, de conformidad con las leyes y ordenanzas locales. Esto es América. Nuestro compromiso con la libertad religiosa debe ser inquebrantable. El principio de que personas de todas las religiones son bienvenidas en este país y que no van a recibir un trato diferente por parte de su gobierno es esencial para quienes somos. La escritura de los fundadores debe perdurar."
Por supuesto, ninguno de los que han expresado su oposición al proyecto de la mezquita en la Zona Cero han afirmado que el grupo islámico detrás del proyecto de la mezquita este actuando ilegalmente en la búsqueda de construir una mezquita. El casi 70% de estadounidenses que se oponen a la construcción de una mezquita en la Zona Cero se oponen a la mezquita porque creen que es un error construir una mezquita en el lugar donde menos de una década atrás musulmanes que actuaban en nombre del Islam asesinaron a casi 3.000 personas en un acto de guerra contra los EE.UU. y un acto de terror contra el pueblo estadounidense.
Obama ha sido puesto en la picota por sus opositores debido a su posición. Y sus compañeros demócratas, frente a la probabilidad de grandes derrotas en las elecciones al Congreso en tres meses, según se informa estan profundamente frustrados por sus declaraciones. De hecho, el alboroto que los comentarios a favor de la mezquita de Obama ha desatado ha sido tan duro que plantea la cuestión de por qué lo hizo.
HAY DOS explicaciones posibles para el movimiento de Obama. O él fue motivado por política o estuvo motivado por ideología. La opinión que Obama fue motivado por política es facil de desestimar. Con más de dos tercios de los estadounidenses diciendo a los encuestadores que se oponen al proyecto de la mezquita en la Zona Cero, no tiene sentido político para un político atacar con una posición a favor de la mezquita. De hecho, los demócratas prominentes o bien se negaron a pronunciarse sobre la cuestión o, como el gobernador de Nueva York David Paterson, han recomendado que los constructores de la mezquita construyan su mezquita en otro lugar.
Quizás Obama pensó que podía podía salirse con la suya haciendo su declaración. Sin embargo, con los números de sus encuestas firmemente erosionados, es difícil imaginar que los asesores de Obama le hayan dicho que era un punto de vista realista.
Esto deja a la ideología. Pero que ideología motiva a Obama a apoyar tal iniciativa impopular en tan explosiva coyuntura política? A Obama y sus partidarios les gustaría hacernos creer que este es un asunto de derechos civiles. En su defensa de la mezquita en la Zona Cero, Obama afirmó que su posición se basa en valores americanos tales como, "Las leyes que se aplican sin distinción de raza, o religión, o riqueza o posición social. Nuestra capacidad para mostrar no sólo tolerancia, sino respeto hacia aquellos que son diferentes a nosotros."
Pero si Obama está motivado por una creencia en los derechos civiles que es tan fuerte que lo impulsa a asumir causas profundamente impopulares en una temporada de elecciones, entonces uno podría esperar razonablemente que su apoyo a los derechos civiles sea absoluto. Es decir, se podría esperar que él use el mismo criterio para todos los grupos, en todos los lugares y en todo momento.
Pero para Obama, hay algunos grupos que deben ser privados de los mismos derechos civiles que defiende tan absolutamente en su defensa del plan para construir una mezquita en la Zona Cero. Como Obama ha dejado claro desde sus primeros días en el cargo, él cree que a los judios se le debe negar el derecho a su propiedad en Jerusalén, Judea y Samaria, simplemente porque son judios.
Obama es tan firme en su creencia que a los judios se le deben negar los derechos civiles en la capital de Israel y en el corazón de la historia judía que ha provocado múltiples crisis en sus relaciones con Israel para avanzar en este punto de vista intolerante. Casi desde su primer día en el cargo Obama ha mostrado una posición radical en la que ha insistido en que a los judios les debe ser prohibida la construcción de cualquier cosa - sinagogas, hogares, guarderías, escuelas - en Judea, Samaria y Jerusalén en las tierras que poseen. A los judios - israelíes y no israelíes - se les debe impedir ejercer sus derechos de propiedad, incluso si sus planes de construcción ya han sido aprobados "de conformidad con las leyes y ordenanzas locales."
Al mismo tiempo, Obama ha insistido en que Israel no tome ninguna medida para hacer cumplir sus "leyes y reglamentos locales" en contra de las estructuras ilegales construidas por los árabes en Jerusalén, Judea, o Samaria.
El próximo mes la moratoria de 10 meses profundamente discriminatoria y jurídicamente dudosa sobre la construcción de judíos en Judea y Samaria por la que Obama coacciono al primer ministro Binyamin Netanyahu a instituir esta por terminar. Así que ahora Obama está poniendo todo el peso de la Casa Blanca sobre Israel para obligar a Netanyahu una vez más a prolongar la prohibición discriminatoria que niega los derechos civiles y los derechos de propiedad de los judios, simplemente porque son judíos.
Obama afirma estar adoptando la anulación de los derechos civiles judíos en aras de la paz. En su opinión declarada, para forjar la paz en el Oriente Medio es necesario que los palestinos logren la estadidad. Pero es difícil ver cómo la creación de un Estado palestino encuadra con la supuesta dedicación de Obama a los derechos civiles.
En una reunión informativa con los medios de comunicación egipcios la semana pasada el líder palestino Mahmoud Abbas dijo a los reporteros que a ningun judio se les permitirá vivir en un futuro Estado palestino. También dijo que mientras él estaría de acuerdo en permitir que las fuerzas de la OTAN se desplieguen en el futuro Estado palestino, no se permitirá que ningún soldado judío sirva en las unidades de la OTAN estacionadas en el territorio de dicho Estado. Como él mismo dijo, "No estaré de acuerdo en que haya judios entre las fuerzas de la OTAN y no voy a permitir que siquiera un israelí viva entre nosotros en la tierra palestina".
La idea que un Estado palestino inherentemente anti-semita, basado en un odio a los judios tan fuerte, pueda vivir en paz con Israel es simplemente ridícula. Sin embargo, reveladoramente, en toda la presión estadounidense que se ha colocado sobre Abbas para iniciar negociaciones directas con Israel, en ningún momento se ha informado que la administración haya insistido a Abbas que abandone su antisemitismo. Obama no ha hecho ninguna declaración en respuesta al hecho que los palestinos exigen que los judios sean prohibidos de vivir en el futuro Estado palestino. Él ciertamente no se ha opuesto a esta posición a pesar que no encuadra con ninguno de los valores americanos de tolerancia y derechos de propiedad que el defendió con tanta firmeza en sus declaraciones sobre la mezquita en la Zona Cero.
ASI LA ideología de Obama que se sostiene con tanta fuerza que le provoca asumir posiciones antitéticas para los intereses políticos de su partido en una temporada de elecciones no son los derechos civiles. Más bien tiene que ver con su compromiso de promover los intereses de un grupo o grupos específicos por sobre los intereses de otros grupos específicos. En el caso de la mezquita en la Zona Cero prefiere los derechos de los musulmanes por sobre los valores de la inmensa mayoría de los estadounidenses. En el caso de los palestinos, él prefiere su nacionalismo antisemita por sobre los derechos civiles de los judios.
El comportamiento de Obama dice a los dirigentes de Israel algo muy importante respecto a cómo deben pensar acerca de sus relaciones con la administración de Obama. Les dice que Obama esta tan casado con su ideología que la presionara a pesar de las condiciones políticas. Esto significa que para Israel, tratar con Obama es como estar parado sobre una mina terrestre. Al igual que una mina terrestre puede explotar en cualquier momento, Obama puede atacar a Israel en cualquier momento. Él esta tan ideológicamente vinculado a la causa palestina contra Israel que se puede confiar en que provoque una crisis, cuando sea al menos políticamente rentable - desde su perspectiva - hacerlo.
Esta lección es particularmente urgente en vísperas de una nueva ronda de negociaciones directas con los palestinos y, cuando el congelamiento de los derechos de propiedad judíos está a punto de expirar. El fanatismo ideológico de Obama significa que nada que Israel haga en las próximas conversaciones nos ayudará.
Como los subditos de Obama en los medios como Tony Karon en la revista Time han puesto de manifiesto en las últimas semanas, la narrativa anti-Israel ya se coaliciono. Todo lo que suceda en relación con estas negociaciones es culpa de Israel. Es culpa de Israel que no hayan comenzado. Será culpa de Israel cuando se tambaleen. Será culpa de Israel cuando fracasen. Y si tienen éxito, Israel seguirá siendo culpable.
Frente a este presidente de los EEUU y su ideología radical, Netanyahu y sus representantes, deben entender que no pueden apaciguarlo. No lo pueden convencer de las buenas intenciones de Israel.
El líder de EE.UU., que ha rechazado las opiniones expresadas por el 68% de sus conciudadanos en favor de la construcción de una mezquita en la Zona Cero no va a ser movido por la razón. El presidente estadounidense que defiende a los constructores de la mezquita en la Zona Cero a pesar que su líder se niega a reconocer que Hamas es una organización terrorista y ha afirmado que los EE.UU. sabian que los atentados del 11/S llegarian a el; y el presidente estadounidense que defiende la causa palestina a pesar que es virulenta, y con frecuencia genocidamente antisemita no va a ser apaciguado mediante la creación de congelamientos por parte de Israel y otros gestos de creación de confianza.
Lo que esto significa es que Netanyahu y sus representantes, deberán concentrarse en la defensa de Israel y promover sus intereses nacionales. Es en los intereses nacionales de Israel garantizar los derechos civiles y derechos de propiedad de los judios. Es de interés nacional de Israel establecer con franqueza y defender los derechos legales de Israel en Judea y Samaria, y su soberanía en Jerusalén unida. Es de interés nacional de Israel hacer cumplir sus leyes, sin perjuicio de lo dispuesto hacia todos sus ciudadanos y esperar que todos sus ciudadanos respeten sus leyes.
Estamos tratando con un presidente auto-concientemente radical que tiene la intencion de rearmar la relacion de EEUU con el mundo musulman. No encontraremos ninguna comprension por su parte.
Fuente: The Jerusalem Post
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