Por Frida Ghitis (25/10/10)
Cuando el Primer Ministro Binyamin Netanyahu ofreció a su gabinete de prensa imponer el congelamiento de la construcción de asentamientos si los palestinos reconocen a Israel como el hogar nacional del pueblo judío, tuve sentimientos encontrados acerca de la propuesta. Después de todo, no hay duda que Israel es la patria judía. Las Naciones Unidas lo establecio de esa manera, y la comunidad internacional la reconoce como tal.
Por qué pedimos a los palestinos, que no les gusta este hecho, repetir lo obvio? Y, sin embargo, la intensidad del rechazo de los palestinos a la idea ha descubierto un desafio tan fundamental para la "solución de dos estados" que ahora estoy convencida que la paz verdadera y duradera no puede venir a menos que los palestinos y otros árabes abiertamente acepten a Israel como un nación judía.
Nación judía, por supuesto, no significa derechos especiales para los judios o status de segunda clase para los no-judios. Israel es un país democrático cuyas leyes indican claramente la igualdad de todos los ciudadanos. Al igual que otras democracias, no siempre logra su objetivo de igualdad, pero sus tribunales, grupos de ciudadanos y otros trabajamos continuamente para llegar a ella.
E Israel no es el único país que incluye una religión o nacionalidad en su auto-definicion.
Cantidad de estados adoptan una religión o una nacionalidad al mismo tiempo manteniendo la diversidad y la lucha por la igualdad de derechos. Los ciudadanos judíos del Reino Unido son leales a un país cuya bandera tiene no una sino dos cruces cristianas. Hay docenas de paises auto-descriptas como cristianos, la mayoría de ellos democracias en pleno funcionamiento con derechos de las minorías.
La Liga Arabe privada de democracia cuenta con 22 miembros auto-identificados como estados árabes, mientras que 55 países se definen como naciones musulmanas pertenecientes a la Organización de la Conferencia Islámica. Sólo una nación minúscula en la Tierra es un estado judío.
POR CASI una decada los EEUU ha urgido a los palestinos a reconocer a Israel como un estado judio. El año pasado, el Presidente Barack Obama dijo a la Asamblea General de la ONU que, "El objetivo es claro, dos estados viviendo uno junto al otro en paz y seguridad- un estado judio de Israel, con verdadera seguridad para todos los israelies."
Y, sin embargo, cuando Netanyahu - al igual que su predecesor - pidio a los palestinos reconocer el carácter judío de Israel, no como un requisito previo para las conversaciones, sino como una medida de construcción de confianza, su reacción casi instantánea fue el rechazo vehemente. El Presidente de la Autoridad Palestina Mahmoud Abbas, declaró: "Nunca vamos a firmar un acuerdo reconociendo a un estado judío.", insistió el jefe negociador Saeb Erekat, "Esto es completamente rechazado."
Y cuando un funcionario palestino dio a entender que podría ser factible, fue rechazado inmediatamente.
Nabil Shaath, asesor de Abbas, señaló: "No vamos a hacerlo. Olvídense de ello. "
Los palestinos no parecen dispuestos a reconocer siquiera a Israel como el estado de otro "pueblo".
El Primer ministro palestino, Salam Fayyad, se retiro con furia de una reunión con el viceprimer ministro israelí, Danny Ayalon, después que el sugirio que un resumen de sus discusiones incluya el término "dos estados para dos pueblos" en lugar de "dos estados".
Mientras los palestinos sigan negando la antigua conexión entre los judios y la Tierra de Israel, mientras que rechacen el derecho del pueblo judío a un estado, cualquier acuerdo de paz será escrito en la arena en la orilla del mar: la más pequeña marea se lo llevara.
Los israelies quieren saber que si hacen los sacrificios necesarios para la paz y un estado palestino es creado, el conflicto se habra resuelto, que la paz significa el final de las campañas para destruir al estado judío.
Mientras los palestinos y otros se rehusen a aceptar que Israel es, en efecto, un estado judío, que los judios tienen derecho a su propio país, no puede haber ninguna certeza que aquellos siniestros designios terminarán.
EL RECHAZO a la propuesta de Netanyahu - y a las exigencias estadounidenses - para ese reconocimiento, se produjo al mismo tiempo que el presidente iraní, Mahmoud Ahmadinejad, visitó la frontera entre Israel y Líbano para reafirmar su llamado a la destrucción de Israel. Hassan Nasrallah de Líbano, el jefe de Hezbolá, dijo a la multitud que lo vitoreaba que "el presidente Ahmadinejad tiene razón cuando dice que Israel es ilegítima y debería dejar de existir."
Una encuesta reciente en Estados Unidos encontró que más de tres cuartas partes de los judios de América creen que el objetivo de los árabes "no es la devolución de los territorios ocupados sino la destrucción de Israel."
Lo quieran o no los palestinos, Israel ya es el estado nacional del pueblo judío.
Los israelíes ya han reconocido el derecho de los palestinos a tener su estado. Mientras los palestinos no reconozcan el derecho del pueblo judío a tener el suyo, la paz verdadera puede que nunca llegue.
La autora escribe acerca de asuntos globales en el The Miami Herald.- MCT
Fuente: The Jerusalem Post
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