Por Angélica Mora
La perspectiva de un nuevo ataque terrorista, similar al de las torres gemelas de Nueva York es un hecho tan real que deberíamos preguntarnos no dónde sino cuándo.
Los gobiernos de los países que conforman el mundo aliado ya lo saben y las últimas escaramuzas de envíos de bombas a ciudades clave de las naciones aliadas son un fuerte remezón para mantenerlos alerta.
Es una desgracia que el mundo esté supeditado a los caprichos de regímenes que quieren imponer sus doctrinas políticas y religiosas a la fuerza y que nos miren a nosotros -los cautivos- como infieles.
CAUSAS
¿Cómo se inició toda esta amenaza?
Con la permisibilidad de los países a permitir la inmigración descontrolada de elementos ajenos a nuestras ideas y costumbres.
Ahora es demasiado tarde y ya células y nidos terroristas están incluso como vecinos nuestros, a la espera de una señal para atacarnos.
Si una virtud tienen nuestros enemigos es la paciencia. Lo demostraron al tratar de probarnos con el primer ataque al Centro Mundial de Comercio en 1993, cuando 6 personas murieron y más de 1.000 resultaron heridas.
Ocho años más tarde se produjo el ataque real de los aviones contra ese Centro, perfeccionado por el ensayo y dieron en el blanco con un éxito que ellos mismos se maravillaron.
Hoy está ocurriendo una cosa parecida.
El 3 de mayo de este año fue descubierto un carro bomba en el corazón de Times Square. Fue hecho en forma rudimentaria con materiales corrientes -fuegos artificiales, combustible y fertilizantes- por lo que las autoridades sospecharon que fue creado para provocar el máximo caos posible.
Al final, el explosivo se consumió por sí mismo y la ciudad y sus residentes pudieron considerarse afortunados.
Fue una suerte que un vendedor ambulante viera humo saliendo del carro estacionado en una de las calles más frecuentadas de Estados Unidos. Y fue afortunado que las autoridades respondieran con rapidez, y que los aspirantes a terroristas fueran lo suficientemente torpes como para crear una bomba que no fue capaz de estallar.
Sin embargo, fue sólo amago, como el terrorista que trató de prender una bomba en su zapato en un vuelo comercial.
El incidente de Nueva York fue suficiente como para sacudir los nervios de cualquiera y provocar una frenética investigación en la que miembros del Departamento de Policía de la ciudad han descrito como “el complot de carro bomba más serio en la ciudad desde el primer ataque al Centro de Comercio Mundial de Comercio en el 93”.
¿SUERTE O PRECAUCIONES?
Pero ¿hasta dónde nos va a acompañar la suerte?
Hoy la prueba de los envíos de los paquetes con bombas es un ensayo a lo que vendrá que -según pronostican los entendidos- será simultáneo contra varios países y tratará de ser peor que los ataques efectuados hasta el momento.
El Gobierno estadounidense está trabajando con las pruebas de inteligencia recolectadas y por motivos de seguridad las compañías de transporte FedEx y UPS han suspendido todas sus operaciones desde Yemen.
Se ha visto que se hace imperativo emplear máquinas eficaces en la revisión de los contenedores que transportan los aviones de carga. Ésta suele ser enviada en contenedores que por lo general no son abiertos para inspección debido a que el proceso demoraría significativamente el movimiento aéreo.
Actualmente los aeropuertos dependen de perros entrenados, detección de rastros indicativos e inspecciones visuales para revisar la mayoría de los contenedores, sin tener que abrirlos. Se está poniendo a prueba la tecnología para revisar los contenedores grandes con máquinas similares a las de rayos X para la inspección de pasajeros.
Hacerlo en todos los aeropuertos costará globalmente miles de millones de dólares. Mientras tanto, el flujo del comercio mundial no puede detenerse, debido a que es la clave para la recuperación económica y los terroristas lo saben.
Pero, es un catch 22. No hacer cambios rápidos aumenta sustancialmente el peligro del terrorismo en artefactos explosivos enviados a Estados Unidos y sus aliados.
La semana pasada, uno de los paquetes bomba hallados por la policía en Atenas iba dirigido al presidente francés Nicolas Sarkozy.
El artefacto, así como otro enviado a la embajada de Bélgica en Atenas, fue descubierto en poder de los dos sospechosos en una operación policial montada tras una explosión de un primer paquete bomba depositado en una empresa de correo y dirigido a la embajada de México.
El asesor antiterrorista de la Casa Blanca, John Brennan, alertó que podría haber más dispositivos explosivos -como los detectados- dirigidos a Estados Unidos desde el Reino Unido y Dubai.
ORIGENES
En cuanto a quién está detrás de la fabricación de los explosivos, parece ser que se trata de la misma persona que fabricó el artefacto para el atentado fallido de las navidades pasadas en un vuelo de Amsterdam a Detroit.
Los dispositivos contenían PETN, utilizado como componente para explosiones industriales. El autor, es alguien que tiene entrenamiento y experiencia.
Según indicaron fuentes federales se trataría de Ibrahim Hassan al-Asiri, un joven de 28 años, que se cree que está en Yemen.
El hecho de que se usara PETN en este plan es preocupante. Es un explosivo difícil de detectar y fácil de ocultar. No es complicado de hacer, pero hace falta conocimiento para ocultarlo de manera adecuada. Es muy potente y no se necesita mucha cantidad para lograr -con su estallido- hacer un orificio en un avión. La bomba descubierta en Dubai estaba conectada a una tarjeta SIM, un chip de memoria portátil que se usa generalmente en teléfonos celulares.
La Secretaria de Seguridad Territorial, Janet Napolitano, no ha aclarado si las bombas hubieran sido detectadas de todos modos por medio de los procedimientos actuales, de no haberse recibido la información de la inteligencia saudita.
La mayor parte de la carga enviada a Estados Unidos es revisada por gobiernos extranjeros, y el 38 por ciento no se revisa en absoluto, de acuerdo con la Administración de Seguridad del Transporte.
Asimismo, se investiga otra figura yemenita puesta en libertad por los sauditas en el 2006, Uthman al-Ghamdi, quien también estuvo detenido en la Bahía de Guantánamo.
Ghamdi ha vuelto a aparecer como mano derecha de Anwar al-Awlaki, el clérigo musulmán radical nacido en Estados Unidos que se cree está escondido en Yemen. Ambos hombres son considerados los principales líderes de la rama de Al Qaida en la Península Arábiga.
TRAMA DE UN LIBRO
La trama tiene el sello del grupo afiliado a Osama bin Laden en Yemen, conocido como Al Qaeda.
Está clasificada la forma en que los árabes se enteraron, pero días atrás un líder de Al Qaida en Yemen, Jabir Jubran al-Fayfi, se entregó al gobierno saudita. Tras ser detenido por las fuerzas estadounidenses en Afganistán en el 2001, estuvo detenido en la Bahía de Guantánamo antes de ser entregado a los sauditas. Pasó por un programa de rehabilitación para militantes y fue puesto en libertad, pero volvió a unirse a Al Qaida en el 2006.
Es sospechoso el hecho que Al Fayfi se pusiera en contacto desde Yemen con las autoridades sauditas para expresar su "arrepentimiento y su disposición a entregarse".
Las autoridades continuaban investigando si el plan se proponía volar los aviones de carga en el aire o al aterrizar, o si las bombas estaban destinadas realmente a las direcciones de Chicago que aparecían en los paquetes. Al menos una, es una iglesia de Chicago que fue usada en una época por una congregación judía. Los explosivos estaban disfrazados de tal manera que parecían cartuchos de tinta, como para una máquina de fotocopias grande.
EL LEÓN
Todo parece como un complot usado en las novelas del autor estadounidense Nelson DeMille, quien usa un argumento muy parecido en su serie "El León".
Su protagonista, un agente federal, lucha contra un personaje parecido a Al Fayfi.
Cuando el primer libro, "El Juego del León", fue publicado en el 2000 anticipaba un ataque de terrorismo contra EstadosUnidos. La novela se convirtió en el libro más vendido de ese año.
Luego se produjo el ataque real del 11 de septiembre del 2001.
Diez años más tarde DeMille publica su segundo libro: "El León" donde advierte de nuevos peligros. Y esto -señala el autor- es sólo el principio de lo que vendrá.
ALERTAS
Por esto, lo único que se puede hacer es estar preparados para la batalla invisible pero real.
Para hacerlo hay que redoblar la vigilancia y estar listos a enfrentar la continuación de una guerra que nuestros gobernantes permitieron que se creara más fácilmente dentro de nuestras naciones.
El empleo de una falsa tolerancia abrió las puertas a consentir emigraciones ajenas a nuestras costumbres y religiones y a que se instalaran los enemigos frente a nuestra puerta.
Ahora, desgraciadamente, sólo nos queda defendernos, como mejor podamos.
Fuente: Diario de America
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