lunes, 17 de mayo de 2010

LOS CORRECTOS HEREDEROS DE PALESTINA


Sarah Honig

En 1799, justo antes de fracasar en conquistar Acre, Napoleon Bonaparte escribio una carta importante a "la nacion judia". En ese punto, aun confiado del triunfo militar, el se percibio como el gran liberador del pueblo mas oprimido de la historia- los "israelitas". Ellos constituian "una nacion unica, la cual, durante miles de años, llenos de conquista y tirania ha sido privada de sus tierras ancestrales, pero no de su nombre y existencia nacional!"
Cuando Napoleon aspiraba a establecer un renaciente estado en Palestine, iba a ser incuestionablemente un estado judio. El no tenia dudas respecto a quien pertenecia esta tierra ancestral, con quien esta asociada y quien fue el unico pueblo que la hizo una unidad soberana distinta.
Dirigiendose a los judios como los "justos herederos de Palestina", Napoleon anuncio que el estaba luchando para vengar "los casi 2000 años de ignominia impuestos sobre ustedes; y, aunque el tiempo y las circunstancias parecerian ser menos favorables a una reafirmacion de sus derechos o siquiera a su expresion- y de hecho defiende compulsivamente su completo abandono- Francia les ofrece en este mismo momento, y contrariamente a todas las expectativas, patrimonio de Israel!"
PERO CUANDO el actual titular de estado frances habla de los correctos herederos de Palestina, el quiere decir arabes- descendientes de conquistadores extranjeros o de inmigrantes llegados mas tarde itinerantes de todo el Medio Oriente- quienes solo en las ultimas decadas han descubierto el mote europeo de Palestina (mal pronunciado como Filastin). Nicolas Sarkozy quiere soberania arabe establecida aqui rapidamente, sin ninguna molesta pedanteria acerca de derechos judios, ni siquiera acerca de la igualmente molesta defensa propia judia.
Sarkozy falla en mencionar que el estado arabe que el imagina sobre el flanco oriental de Israel, dejara a Israel con la guardia baja- su centro de poblacion mas denso- expuesta y que la linea mas fina del estado judio se empequeñeceria a nueve insostenibles millas. Nimiedades menores como la supervivencia judia no deben interferir con el cumplimiento automatico de su gran plan.
Sarkozy ademas es petulante y manifiestamente impaciente. Su voluntad debe ser hecha y hecha ahora. El, despues de todo, es un proveedor superior de sabiduria que debe ser reconocido como corresponde como tal sin hesitacion o desviacion.
Cuando la obediencia no es inmediata o suficiente, Sarkozy esta entendiblemente contrariado. Ese es el motivo por el cual el castigo al primer ministro de Israel por ser muy lento para captar. “Yo estoy desilusionado con el,” se dice que dijo Sarkozy. “A pesar de la amistad, simpatia y compromiso que tenemos hacia Israel, continuamos sin aceptar este retraso. Yo no entiendo donde esta yendo [Binyamin] Netanyahu o lo que el quiere.”
Aqui reside la crux. Sarkozy no esta solo haciendo imperiosas demandas; el esta emitiendo sus dictados como un amigo. Los amigos profesos presumen que poseen autoridad moral para poner a sus protegidos en su lugar. El justo reproche de los amigos se entiende que pica mas que una reprimenda de tipos hostiles.
El no es el unico amigo aparente que se ha tomado la libertad de darnos catedra. Asi lo ha hecho el mas popular de todos los italianos – Silvio Berlusconi. En todos los otros temas Berlusconi se entusiasma exhibiendo su disconformidad. En la ocasion, el niño terrible de Roma incluso rompio filas con el prevaleciente buen tono europeo y se posiciono con Israel. Esto nos concedio- odiados y solitarios en un mundo hostil- raros momentos de comodidad. Pero estos se disiparon. Cuando nuestro compañero de pecho deseo aceptacion de sus pares europeos, la primer excentricidad que el estuvo dispuesto a olvidar fue la consideracion por las dificultades unicas de Israel.
Algo por el estilo probablemente motive a Sarkozy. Incluso los politicos de idiosincracia mas frontal necesitan afirmar sus bases de poder. Sarkozy no es la excepcion. Una forma de chuparles las medias a sus detractores es expresando exasperacion con la inexplicable insubordinacion israeli. No existe mejor forma de recuperar la admision al elegante club de la mojigateria popular.
LO QUE INDISCUTIBLEMENTE une a todos los matices de opinion en Francia- incluyendo los buenos samaritanos liberales y agitadores musulmanes- es la excoriacion de Israel. Los musulmanes obviamente tienen su agenda. La censura arrogante de Israel, sin embargo, permite al frances etnico restar importancia a los peligros jihadistas en su medio y engañarse que los paliativos socioeconomicos son los curalotodo prescriptos.
Uniendose a este coro compuesto Sarkozy instantaneamente se convierte en uno del monton, mas que en una rareza discordante.
En la Francia de hoy, esto hace olas de sentido politico. La segunda ciudad mas grande del pais, Marsella, es un tercio musulmana. Mas mezquitas han sido inauguradas en Francia desde 1970 que iglesias en todo el siglo XX mas la primera decada del siglo XXI. No hay cuenta oficial de los musulmanes en Francia. Algunos hablan de 12%. Pero esto es probablemente un estimado ultraconservador. Lo que es seguro es que los magrebies- legales o no- no se casan con los ideales igualitarios introducidos por Napoleon en una Europa muy poco liberal.
Lo que la mayoria de los franceses saben pero prefieren no reconocer es que aunque sus comunidades burguesas musulmanas demandan igualdad, ellas no aprecian la decencia ni respeto por el multiculturalismo y moderacion de sus anfitriones. Ellos explotan las libertades occidentales pero no se casan con ellas. Ellos no desean integrarse sino transformar a Europa a su imagen.
Las multitudes musulmanas de Francia demandan su parte de lo que otra cultura produjo y acomodacion por parte de esa cultura al punto de inhibir sus propias normas en deferencia a aquellas impuestas por el Islam. Ellos perciben no solo que eso como posible sino como su derecho inherente. Considerando el exclusionismo, expansionismo, volatilidad, violencia y xenofobia de sus propias sociedades, esa es una curiosa- casi antinatural- expectativa. Si la situacion fuese al reves, los musulmanes dificilmente exudarian el espiritu de liberalismo pluralista.
LA CASA vecina a la mia fue por un tiempo alquilada por una familia de inmigrantes de Francia. Ellos dijeron que su gran placer aqui es poder enviar a sus hijos a la escuela. Cuando los cuatro jovenes asistian a la escuela publica francesa, eran molestados por compañeros de clase musulmanes. Despues de transferirse a escuelas judias, eran golpeados por musulmanes esperando fuera del patio del colegio para atacar a alumnos judios. Vestir una kipa era invitar al castigo publico. Aqui, ellos pueden descuidarse en el lujo de no temer por su seguridad.
Ese es el motivo por el cual en las calles alrededor de mi barrio tanto frances puede ser escuchado ahora. Para mas y mas judios franceses, Israel es un refugio, como fue imaginado por el sionismo clasico. Es esa seguridad elemental que Netanyahu no puede conceder para hacer peligrar y sacrificar quiera o no- ni siquiera ante el capricho de Sarkozy. Eso es lo que esta en juego.
Cuando Sarkozy caracteriza de mala manera como "retraso" es cualquier cosa menos razonable. Comportarse en cualquier otra forma seria la cosa irrazonable. Este no es un frivolo juego de palabras europeo. El descuido de los intereses existenciales del pais seria inconciente y las consecuencias letales e irreversibles.
Aun en tiempos y circunstancias inherentemente diferentes, Napoleon entendio la esencia de los temas de auto-preservacion judia por no decir nada de nuestros derechos en nuestra tierra. El urgio a los judios a aprovechar "el momento, que puede no regresar por miles de años, para afirmar la restauracion de derechos civicos entre las poblaciones del mundo que han sido vergonzosamente retirados de ustedes por miles de años- su existencia politica como una nacion entre las naciones."
Sarkozy ahora intenta que subyuguemos estos a sus caprichos.
Fuente: The Jerusalem Post

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.