viernes, 13 de agosto de 2010

Mensaje XVIII - Rab Isaac Ruben Yacar‏

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2 de Elul de 5770

12 de Agosto de 2010

Encendido de las Nerot de Shabat: 18:10hs.
Shabat Finaliza: 18:01hs.

Perasha Shofetim



Querer lo imposible
Tres filósofos consejeros tenía el César Adriano, y nada hacía sin consultarles a ellos. Cierta mañana les formuló un petitorio: “Quiero hacer de mí mismo D’s”.
El primero de los consejeros dijo: “Si puedes quitar el Cielo y la Tierra, te haremos D’s”.
El segundo dijo: “Si puedes crear el Cielo y la Tierra, te haremos D’s”.
El tercero dijo: “Si puedes quitar el Cielo y la Tierra y hacer otros de distinto color, te haremos D’s”.

Cabizbajo se fue Adriano a su casa. Su mujer le preguntó:
- ¿Por qué sufres?
- Hoy quise hacerme a mí mismo D’s y mis filósofos no me lo permitieron.
- Ellos no te dijeron lo correcto. Te daré otro consejo. D’s depositó en ti algo, devuélvele este algo y podrás hacerlo.
El César sorprendido preguntó:
- ¿Cuál es ese algo del que tú hablas?
“El espíritu”, -dijo ella-.
- Y si D’s me quita el espíritu, ¿qué haré?


Ella reflexionó y dijo:
- Si no tienes dominio sobre el espíritu que está dentro de ti. ¿Cómo podrías, ser D’s?
(Midrash Tanjumá – Shofetim 12)

Este suceso ocurrió con el Rey, el César, quien tenía dominio sobre todo. ¿Para qué deseaba Adriano transformarse en D’s?
¿Cuál era su beneficio? ¿Cuál era su objetivo?
Todo el tiempo que él era Rey, había alguien superior sobre su persona a quien al final de cuentas tendría la obligación de hacerle un balance y rendirle cuentas.
Él vivía bajo el dominio de la justicia que lo esperaba: La Justicia Celestial. Y de este yugo, él quería liberarse por intermedio de hacerse D’s.

Sabemos de cuatro personas quisieron hacerse D’s a sí mismos, y fueron tragados como mujeres.
1) Paró 2) Jiam 3) Ioash 4) Nebujadnetzar.
(Midrash Tanjumá – Vaerá 9)

Rey de Israel ¡Que diferencia!
La Perashá Shofetim relata la designación de un Rey. En hebreo, Rey se dice Mélej. Su raíz es cercana a la palabra Malaj - Ángel, que significa emisario.
Así es que el Rey, es el embajador del Pueblo para resolver los asuntos de Estado. Aparentemente, el Rey actúa de acuerdo a su voluntad.

Pero el verdadero Rey, o Presidente en el día de hoy, es el que da de todo lo suyo a favor del Pueblo y de la Nación a los cuales él gobierna.
Esta definición cabe muy bien a cualquier Rey de las Naciones del Mundo. Pero aquel Rey que es elegido por Hashem, como está escrito:

“Deberás nombrar Rey únicamente a quien elija Hashem”, no solamente será el emisario del pueblo, sino que también será el emisario de Hashem.

Cuando Hashem hace alusión a un Rey expresa que posee una autoridad limitada. Un Rey sometido a las leyes de la Torá.

El aspecto más evidente de la insignificancia del Rey, reside en que debe tener siempre consigo un rollo de Torá del cual leerá en los días de su vida.

¿Cuál es el motivo? “Para no engrandecer su corazón por sobre el de su hermano”.

El Rey judío se encuentra sometido al Rey Supremo, al ‘Melej Maljei Hamelajim’ - El Rey de los Reyes. En relación a Él, el Rey judío no debe sentirse

un soberano sobre sus ciudadanos, sino como un ‘ciudadano’ que está junto a sus hermanos.
Esta igualdad está sostenida en las leyes de la Torá, que junto con los múltiples poderes que le confieren al Rey, también lo obligan a cumplir con las Mitzvot a

l igual que los ciudadanos. Esta limitación procura que su posición de Rey judío, no se le ‘suba a la cabeza’, tal como le sucedió a Adriano.

Sonría, lo están filmando
A ninguna persona le gusta ser dirigida. La libertad de ser uno mismo, es lo que buscamos todos y cada uno de nosotros. Pero analizando esto profundamente,

desde que el hombre nace, se encuentra en la situación de que siempre hay alguien sobre él.
En la lactancia, no sólo es necesario que la criatura se encuentre bajo la tutela de alguien, sino que es una obligación. Y así sucede también en la infancia y

adolescencia. Aunque el adolescente crea que él es el dueño, y que está por sobre todos. Luego llega la edad en la cual, uno decide por si mismo todo, y se casa.

Y no quiere decir que tiene alguien sobre él, pero si a su lado. Y entre comillas tenemos que rendir cuentas. Después, nacen los hijos y comienza a funcionar

una nueva cámara filmadora de todos nuestros actos. Hasta ahora era una cámara satelital, que estuvo desde el día en que nacimos y perdurará hasta los 120 años.

Pero entre las distintas cámaras no secretas que nos filman, aparece la de mayor complejidad, que son nuestros hijos. Ya que observan, copian nuestros actos y

registran todo para imitar lo que nosotros hacemos.
En resúmen, vivimos vigilados, controlados y tenemos alguien sobre nosotros constantemente.


Asé Lejá Rab - Haz Par Ti Un Rab
Haz para ti un Rab que te guíe y que le puedas consultar sobre todas tus inseguridades. Y no te muevas ni a la izquierda ni a la derecha de lo que te dice,

y así resolverás todas tus dudas y te conducirás en el camino correcto de nuestra Sagrada Torá.

“Iehoshúa Ben Perajia y Nitai de Arbel recibieron la tradición de ellos (Iosé Ben Ioeszer, de Tzereida, y Iosé Ben Iojanan, de Ierushalaim).

Iehoshúa Ben Perajia dijo: Procúrate un maestro; obtente un compañero; y juzga a todas las personas favorablemente.” (Avot 1:5)

Procúrate un maestro: una persona capaz, que te acepte como alumno, y, mediante su sabiduría y conocimiento, te dé la oportunidad de alcanzar la

perfección espiritual.
El consejo de esta Mishná es el punto que hemos mencionado acerca de tener a alguien sobre nosotros. Y qué mejor que Jajamim o Rabanim, que su nivel

espiritual es más elevado y su comprensión de la vida no tiene límites.


SHEMÁ ISRAEL HASHEM ELOKENU HASHEM EJAD
Baruj Shem Kevod Maljutó Leolam Vaed

La lectura de los tres párrafos del Shemá, es una obligación trascendental de la Torá, y como tal, debemos hacer hincapié en recitarlo honorablemente.
Aunque deberíamos intentar concentrarnos en el significado de los tres párrafos, es fundamental que por lo menos enfoquemos nuestra atención en los

primeros dos Pesukim: SHEMÁ y BARUJ SHEM. Esto se debe a que la lectura del Shemá representa el cumplimiento de la Mitzvá fundamental que tiene que

ver con aceptar la soberanía absoluta de Hashem. Al declarar que D’s es Uno, Único e Indivisible, subordinamos cada faceta de nuestras personalidades,

posesiones y hasta nuestra propia vida a Su Voluntad.

En el jardín de la casa del Rebe había un árbol alto. La madre del Rebe relató que a los cinco años su hijo trepó hasta la cima del mismo. Ella lo llamó:
- ¡Mendel! ¿Por qué será que los otros niños que trepan al árbol se caen, y tú pudiste llegar hasta arriba?
Su hijo respondió: - Ellos miran hacia abajo, se ponen nerviosos y caen; yo miro sólo hacia arriba. Cuando miras sólo hacia arriba, no te caes

En el mes de Elul y los días de Rosh Hashaná y Iom Kipur, entramos bajo el yugo de “Hamelej Hamishpat” – El Rey de la Justicia.
Debemos vivir bajo el sentimiento de un final donde tendremos que rendir cuentas sobre nuestros hechos.

SHABAT SHALOM!!

Rab Isaac Ruben Yacar.

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