domingo, 30 de enero de 2011

PUNTO DE VISTA: COMBATIR AL NUEVO ANTISEMITISMO

Jan. 24 2011
Por Amiel Ungar


EN EL FRENTE DE DEFENSA LAS COSAS SE ESTAN MOVIENDO en direcciones totalmente opuestas. Los enemigos de Israel están cada vez más cayendo en la cuneta de la demonología medieval antisemita, mientras que al mismo tiempo, los prominente judíos liberales argumentan que la mejor manera de apoyar a Israel es adoptar un enfoque más distante, mezclado con amor duro.
En cuanto a los primeros, MEMRI, el Instituto de Investigacion de Medios de Comunicación de Medio Oriente, ha suministrado traducciones de la cuota estandar en emisiones árabes. Por ejemplo, al-Jazeera, esa red de noticias arabe de calidad, entrevistó a un ex preso de Guantánamo que, evidentemente, no tiene cariñosas reminiscencias de la cárcel. Su rencor especial, sin embargo, está reservado para los equipos judíos en Guantánamo, que "empleaban brujería" para convencerlo que estaba siendo penetrado por un gato o para persuadir a otro preso a orinar en su leche. La televisión egipcia recibió al gobernador del sur del Sinaí y un buzo de Sharm al-Sheikh para presentar la afirmación que Israel está saboteando el turismo operando tiburones guiados por GPS (girar a la izquierda en el próximo arrecife de coral y continuar 100 metros hasta el próximo turista comestibles). Para no ser menos, los medios de comunicación controlados por la Autoridad Palestina nos informan que Israel ha inventado una nueva especie de ratas que están discerniendo lo suficiente como para atacar a los árabes sólo evitando a los judios - una hazaña que no ha sido repetida desde las Diez Plagas.
Algunos pueden consolarse con el hecho que estas historias morbosas y ridículas se limitan a proporcionar forraje para Colbert Nation, el programa americano de televisión satírico tarde en la noche, para satirizar. Muchos judios alimentaron las mismas ilusiones reconfortantes acerca de la notoria falsificación zarista "Los Protocolos de los Sabios de Sión." "Cómo podría cualquier persona sensata tomar en serio esta exposición de un presunto complot judío para la dominación del mundo?", se preguntaban. Lamentablemente, ellos estaban equivocados. Los "Protocolos", que todavía corren fuerte, se convirtieron en uno de los pilares de la ideología eliminacionista nazi y, en palabras del historiador británico Norman Cohn, una "orden para el genocidio."
Aunque movimientos islamo-fascistas, como la Hermandad Musulmana constituyen el núcleo tóxico de ese odio, no quedarán confinados unicamente al Cercano Oriente o a los musulmanes. El bacilo antisemita, una vez desatado, despertará sentimientos latentes más lejanos, particularmente en tiempos económicamente difíciles. El Metropolitano de El Pireo, Serafín Mentzelopoulos, por ejemplo, culpa por las penurias económicas de su país a los banqueros judíos, incluido Rockefeller.
A los judíos se les ha dicho que abandonen Malmo en Suecia y partes de Holanda por su propio bien, habida cuenta de la "incontrolable" ira musulmana.
Un vistazo a algunos de los comentarios en los sitios web de periódicos de América indican que EEUU no es inmune. Israel, escriben los que comentan, envenena pozos en Palestina, está dedicado a la limpieza étnica y el apartheid para tratar con su problema demográfico. Uno se pregunta cómo uno continua enfrentado a un problema demográfico después de toda la limpieza étnica, pero cuando los judíos fueron retratados como
plutócratas y niveladores bolcheviques, el odio puro se las arregló para superar una contradicción similar. Después de tan rica dieta, las insinuaciones del profesor de Harvard Stephen Walt y del periódico británico The Guardian sobre el poder ilimitado del lobby judío parecen casi lo suficientemente inocuas como para ser creídas.
Desafortunadamente, así como los antisemitas y sus tontos útiles se están movilizando, algunos de los partidarios liberales de Israel están sentados sobre la cerca.
Ellos le llaman la atención a Israel e informan al mundo que su defensa es cada vez más onerosa para ellos. Evitando el partidismo, ellos se ven a sí mismos como mediadores imparciales. Si ustedes invitan al primer ministro Benjamin Netanyahu, también deben invitar al presidente de la Autoridad Palestina Mahmoud Abbas. Las Unión Mundial de Estudiantes Judíos recibe al negociador duro palestino Saeb Erekat, quien anuncia inexpresivo que el repite lo mismo para el público árabe que lo que les dice a ellos. Si este proceso continúa, una defensa fuerte de Israel pronto será considerada sospechosa en estos círculos, porque carece del necesario "equilibrio".
Frente a tal neutralidad, el ataque total contra Israel, junto con los intentos por intimidar a sus seguidores, exige una réplica acorde dirigida por el gobierno israelí que mezcle indignación con destreza. Sin embargo, la guerra de información es demasiado importante como para dejarla sólo en manos del gobierno, la sociedad civil israelí debe soportar el peso de la campaña y también evitar el sabotaje de la misma.
Mi problema con los rabinos que han emitido la carta oponiéndose al alquiler de departamentos a los árabes no es sobre la sustancia, sino sobre la táctica. Ellos no habían comunicado con eficacia el caso que nosotros no estamos tratando con inocentes intentos árabes por mejorar las condiciones de vivienda, sino con una campaña concertada por parte del movimiento islámico para alterar el carácter demográfico de las ciudades israelíes. Ese caso era necesario plantearlo previamente a la aparición de la carta. En lugar de emitir su carta de advertencia a las niñas judías para que no salgan con árabes, las esposas de los rabinos debieron haber llevado a niñas retenidas contra su voluntad arrancadas de poblados árabes ante una cámara de YouTube. Eso hubiera explicado mejor que cualquier carta el trauma de intentar escapar de un pueblo árabe.
Purim pronto estará sobre nosotros con el conocimiento aleccionador que Amán ha encontrado sucesores contemporáneos. Los judíos pueden adoptar un enfoque olímpico estilo Kissinger o reunirse, empleando la estrategia y la persuasión para repeler la amenaza.

El editor contribuyente Amiel Ungar es columnista del diario Makor Rishon y el mensuario religioso nacional Nekuda.
Fuente: The Jerusalem Report- Esta nota fue traducida especialmente para el blog de OSA Filial Córdoba

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