lunes, 31 de enero de 2011

UN LEGADO FARHUD DE ODIO



Por EDWIN BLACK especial para el THE JERUSALEM POST
12/16/2010 04:12

Mientras israelies y palestinos luchan con un proceso de paz del siglo XXI, el mundo debe enfrentar la historia perdida que fue tan central en determina la presente crisis. En muchas formas, un punto de inflexion fue el dia en que los arabes masacraron a los judios debido a que estos se atrevieron a sentarse en el Kotel mientras rezaban. Este simple acto de oracion fue tan inaceptable para los arabes que ayudo a lanzar una crisis mundial de odio que provoco una jihad islamica mundial, forjo una alianza arabe-nazi durante el Holcausto y aun se repite hasta este dia.
El año era 1929. La Palestina judia estaba aun siendo poblada por torrentes de refugiados de Europa oriental.
El Mandato para Palestina de la Liga de Naciones incluia la provision para una patria judia. La Declaracion Balfour, ampliamente apoyada por muchas naciones, era un tema de derecho internacional. Pero los arabes en Palestina se rehusaban a coexistir con los judios en cualquier forma excepto como dhimmis de segunda clase (subditos no musulmanes de un estado de ley de Sha'ria).
El Islam habia estado en guerra con el pueblo judio desde su misma definitoria concepcion en el año 627 cuando Mahoma extermino a los judios de Medina y lanzo la conquista islamica que inundo el norte y subsumio a Siria-Palestina.
Por siglos, judios y cristianos en tierras arabes tuvieron permitido existir como dhimmis, ciudadanos de segunda clase con derechos religiosos limitados. Estas restricciones fueron aplicadas por los turcos que, hasta la Iª Guerra Mundial gobernaron la region geografica indeterminada conocida como Palestina, la cual incluia a Jerusalem.
Cuando el Imperio Otomano cayo, despues que la Iª Guerra Mundial termino en 1918, los ingleses fueron obligados por el Mandato a mantener el status quo de los turcos en el Muro Occidental (Kotel). Ese status quo, de acuerdo con numerosos decretos de la Sha'ria, sostenia que los judios podian rezar en el Kotel- el ultimo remanente del Templo- solo calladamente y nunca sentados, incluso en el calor. Ni tampoco se les permitia a los judios separar hombres de mujeres durante la oracion.
Los judios reverenciaban el Kotel como su lugar accesible mas sagrado y una conexion directa con Di-s. Pero bajo la tradicion turca y arabe, el Kotel no era el lugar santo de los judios.
En cambio, era reverenciado por los musulmanes como al-Buraq, el lugar donde Mahoma ato su caballo alado durante su milagroso ascenso al cielo. Durante ese milagroso viaje, de acuerdo con la tradicion islamica, Mahoma volo por el aire sobre su magnifico caballo a la mezquita mas alejada. La mezquita mas alejada era en Jerusalem, por lo tanto al-Aksa, significando “la mas alejada.” Por lo tanto, el Kotel se volvio preferentemente un lugar santo musulman, solo disponible para visitas judias con permiso y bajo directrices estrictas que no connotaran rezos independientes o propiedad.
EN 1928, en Yom Kippur, los judios decidieron traer bancos y sillas para sentarse mientras rezaban, y ellos tambien trajeron una mejitza, es este caso una particion delgada para separar a hombres de mujeres. Esto provoco indignacion entre los arabes, y los britanicos incluso intentaron retirar las sillas de abajo de la gente sentada para obligarlos a pararse. La ofensa catapulto a Haj Muhammad Amin al-Husseini, el gran mufti of Jerusalem, a repentina importancia islamica internacional, mientras musulmanes en todas partes – desde India a Londres – objetaban a los judios sentados. Husseini incluso convoco una conferencia internacional de emergencia de musulmanes en Jerusalem para evitar que los judios se sentaran en el Kotel para rezar.
El mufti y su maquinaria tambien comenzaron un movimiento incesante de protesta contra la percibida usurpacion judia del Muro. Como la autoridad religiosa principal, fue Husseini quien ordeno que el muezzin, el hombre que llama a los musulmanes a la oracion desde el minarete, que se posicionara dentro del alcance del oido del pavimento del Kotel, y luego subiera el volumen para molestar a los judios durante la plegaria y probar el dominio islamico.
Al mismo tiempo, fue Husseini quien ordeno el renacer de la cacofona ceremonia dhikr, completa con repetitivos gritos de “Allahu akbar,” tanto como fuertes gongs y cimbalos, una vez mas interrumpiendo las oraciones judias con ruido estrategico. El mufti tambien fue el que permitio que las mulas fueran hechas pastorear a traves del area de oracion judia, echando heces y creando el sentimiento y olor de lo que un diario de Jerusalem llamo "una letrina."
El 15 de agosto de 1929, cuando los judios nuevamente celebraron Tisha Be’av sentandose, tanto como cantando "El Kotel es nuestro", los arabes comenzaron aun otra en una serie de masacres.
Las masacres en muchas ciudades culminaron en las inenarrables atrocidades en Hebron.
Comenzo en Jerusalem. “Itbaj al-Yahood! Itbaj al- Yahood!” Masacren a los judios. Masacren a los judios. Con cuchillos y palos, la turba ataco a cada judio a la vista, quemo rollos de Torah y arranco notas de suplicas a Di-s de las grietas en el Kotel y les encendio fuego.
Los ataques se extendieron a traves de la tierra. Los judios fueron apuñalados, tiroteados, golpeados con piedras, mutilados y asesinados en varios pueblos y suburbios. El caos continuo por dias. Con multitudes de miles de arabes portando dagas y palos buscando judios, los servicios de cables transmitian titulares tales como "Miles de campesinos invadieron Jerusalem y atacaron todas las partes de la ciudad."
Fue declarada la ley marcial. Carros blindados fueron traidos desde Bagdad. Aviones britanicos pasaron a ametrallar a los merodeadores arabes. Luego el 23 y 24 de agosto de 1929, Hebron se convirtio en una sangrienta pesadilla nocturna.
Las turbas arabes fueron de casa en casa, irrumpiendo en cada habitacion buscando judios escondidos. Libros religiosos y rollos fueron quemados o hechos jirones.
Los indefensos judios fueron decapitados, castrados, se les rebanaron los pechos y dedos y, en algunos casos, sus ojos fueron quitados de sus cuencas.
Infantes o adultos, hombre o mujer- no importo.
La carniceria duro por horas, con los policias arabes observando- o uniendose. La sangre corrio en riachuelos por las estrechas escaleras de piedra fuera de los edificios. Casa por casa, habitacion por habitacion, el salvajismo fue repetido.
Un joven muchacho, Yosef Lazarovsky, mas tarde escribio del horror: “Yo recuerdo un arabe de tez marron con un gran bigote irrumpiendo a traves de la puerta. El tenia un gran cuchillo y un acha que agito a traves de los marcos de la puerta hasta que la rompio. Lleno de furia, gritando, ‘Allah akbar!’ y ‘Itbaj al-Yahood!’...
Mi abuelo intento sostener mi mano, luego el intento correrme a un lado y esconderme gritando, Shema Yisrael... y luego yo recuerdo otro arabe... con un acha que pego en el cuello de mi abuelo.”
Ni una sola víctima fue simplemente asesinada. Cada una fue mutilada y torturada en concordancia con sus identidades, la informacion especifica fue provista por los arabes locales. El judio que prestaba dinero a los arabes fue tajeado y los pagares quemados en su cuerpo. La cabeza del panadero fue atada al horno y luego horneada. Un profesor juido que habia estudiado filosofia coranica por años fue capturado, su craneo abierto y su cerebro extraido. Otro hombre fue clavado a una puerta. Unos 67 judios fueron brutalmente asesinados.
Londres envio comisiones especiales de investigacion que determinaron que bajo el status quo de la Sha'ria, los judios no tenian permitido sentarse. Los judios fueron inclusive acusados de provocar las masacres por sentarse deliberadamente.
El mufti uso la controversia del Kotel para continuar su campaña contra los britanicos y los judios. Como parte de esa guerra, el lidero una alianza arabe e islamica ampliamente aceptada, internacional y popularmente aceptada con la Alemania Nazi. Finalmente, cuando los britanicos intentaron arrestarlo, el huyo a Irak. Alli, el mufti y los agentes nazis ayudaron a inspirar el Farhud de 1941, un festival de asesinatos, saqueos y violaciones a los judios de Bagdad que duro dos dias.
UNA VEZ QUE los britanicos finalmente ayudaron a restablecer el orden, el mufti huyo nuevamente, esta vez a Alemania, donde fue tomado bajo los auspicios personales de Adolf Hitler y Heinrich Himmler. El formo una division musulmana de 8000 hombres de la Waffen SS, que se asocio con los sanguinarios ustasha en Croacia para cometer los mas atroces crimenes en el infierno que fue el Holocausto. Los ustasha llevaban globos oculares judios en collares.
La alianza con los nazis abarco cada aspecto de la guerra, desde oficinas de inteligencia en Paris a planes, unidades de paracaidistas,
batallones de artilleria, un plan para exterminar a todos los judios en Palestina. Esta alianza fue mas que un hombre, el mufti de Jerusalem- fue un movimiento de fervor popular islamico internacional que se extendio a traves del Medio Oriente y Europa.
Despues de la caida de Hitler, el legado de odio continuo en las expulsiones de posguerra de un millon de judios de las tierras arabes.
Periodicamente, el fervor que encendio las masacres de 1929 asoma incluso hoy. Surgen Intifadas, estallan disturbios y el llamado movilizador arabe, hablado y recordado colectivamente, continua siendo en Jerusalem – donde a los judios no se les debe permitir sentarse en el Kotel cuando ellos rezan.

El escritor es autor de IBM y el Holocausto. Este articulo esta tomado de su reciente libro publicado, El Farhud, Raices de la Alianza Arabe-Nazi durante el Holocausto (Dialog 2010).
Fuente: The Jerusalem Post- Este articulo fue traducido por Marcela Lubczanski especialmente para el blog de OSA Filial Cordoba

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