miércoles, 12 de enero de 2011

A PROPÓSITO DEL RECONOCIMIENTO ARGENTINO AL ESTADO PALESTINO

Retórica, realismo, desarrollismo y
futuro en América Latina e Israel
A PROPÓSITO DEL RECONOCIMIENTO ARGENTINO AL ESTADO PALESTINO
Por Adrián Krupnik *
Como ya sabrá el lector, la Argentina, siguiendo la iniciativa brasilera,
ha reconocido a Palestina como Estado soberano e independiente.
Ambos países han hecho referencias a las fronteras anteriores a la
Guerra de los Seis Días de 1967, sin embargo, la Argentina ha aclarado
que serán las partes quienes deban acordar la delimitación de sus territorios.
Esta aclaración expone la nula conexión con la realidad que
guarda el reconocimiento hacia un Estado que aun no existe y para el
cual faltan cumplirse los requisitos más fundamentales. Todo esto es
independiente de lo deseable que resulte la existencia del Estado palestino
y las buenas intenciones que hayan podido guiar a ambos reconocimientos
diplomáticos.
Lo cierto es que iniciativas como estas no son en absoluto facilitadores
para destrabar el “proceso de paz” en Medio Oriente sino todo lo contrario.
En cuanto al modo en que esto afectará a las dirigencias políticas
de ambos pueblos, el mensaje enviado por este tipo de retórica
desvinculada de los hechos se traducirá en la idea de que la causa
palestina puede avanzar hacia sus objetivos sin necesidad de compromiso
político o dialogo alguno. Seria ésta una extraña capacidad que ninguna causa política
ha gozado en la historia. Así las cosas, los dirigentes de Fatah podrán exhibir un
“triunfo” ante sus bases y no verán la necesidad de modificar sus posicionamientos actuales.
Los terroristas de Hamas, apoyados por Hizbollah e Irán sacaran la misma conclusión
que han sacado luego de cada enfrentamiento
armado e interpretaran que el uso de la fuerza
será la metodología que los lleve al éxito dado
que el descredito público del Estado Judio es su
objetivo y no otro. Lo anterior redundara en
mayores sufrimientos para israelíes y palestinos
pero serán estos últimos quienes más pesada
carga recibirán, dado que estas cuestiones a lo
único que contribuyen es a perpetuar su miseria
haciéndolos objeto de manipulación por parte de terceros.
Por el lado Israelí, los sectores más moderados de la sociedad y el espectro político tendrán
cada vez menos argumentos para convencer al resto de la sociedad de que la causa
palestina refiere al retorno a las fronteras previas al 67 y no a las previas al 48. Por supuesto
que tal idea sólo podrá traer nuevos y acrecentados enfrentamientos. Las declaraciones
brasilera y argentina han decidido ignorar, entre muchas otras cosas, el hecho de que la
Autoridad Nacional Palestina “gobierna” Cisjordania con ayuda Israelí e internacional en
materia económica y de seguridad mientras que la Franja de Gaza es gobernada por Hamas
luego de que esta agrupación diera un golpe de estado en 2007. Cisjordania ha experimentado
un acelerado crecimiento económico desde ese mismo año y al compás de éste
se han ido desarrollando una pujante clase media empresaria así como unas fuerzas de
seguridad cada vez mas profesionalizadas. Por su parte, cada minuto que pasa, Gaza se
vuelve más y más un gran campo de entrenamiento paramilitar apoyado por Irán y elementos
turcos que han descubierto los beneficios de estar dispuestos a combatir a Israel
“¨hasta las últimas consecuencias... para los palestinos”. Es que para Irán y Turquía la retórica
fácil rinde beneficios… los costos podrán pagarlos israelíes y palestinos. Es lamentable
que sin siquiera percibir beneficio alguno, Brasil y Argentina hayan también decidido optar
por la retorica fácil y a destiempo. Por supuesto, mucho más complicado seria explicar a la
opinión pública mundial las tareas que el pueblo palestino debe realizar para consolidar su
Estado. Tal como debió hacerlo el pueblo judío antes, durante y luego de 1948, una fuerza
política deberá monopolizar el uso de la fuerza legal y para tal fin deberá estar dispuesta
a reprimir a sus compatriotas. La Haganá, comandada por Ben Gurión, procedió de este
modo en relación al Irgun, liderado por Begin, y así deberán proceder las fuerzas de seguridad
de la ANP en relación al golpista Hamas. Este es el mensaje realista, el que no es agradable
para ver ni para hacer declaraciones pero el único que puede generar cambios substanciales
en el “proceso de paz”.
Retórica y realidad latinoamericana
En cuanto a cuestiones domesticas latinoamericanas, el desencuentro entre retorica y realidad
también ha dejado y sigue dejando duras lecciones. Comencemos por comparar a
Chile y Argentina durante sus respectivas dictaduras. Ambos países fueron liderados por
genocidas que adhirieron al credo neoliberal. Sin embargo existieron diferencias pocas
veces reconocidas. En la Argentina el plan económico de Martínez de Hoz liquido un proyecto
de industrialización nacional al tiempo que unos pocos grupos económicos se adueñaban
de sectores rentables protegidos para luego quebrar y transferir sus deudas al
Estado. En Chile, en donde desde lo retorico se había adherido al mismo credo neoliberal,
Pinochet castigo con la expropiación a aquellos grupos económicos que durante la crisis
de la deuda de los 80 pretendieron ser “salvados” por el Estado. Además, bajo la misma
retorica neoliberal, Pinochet nunca destruyo la asociación de representantes del empresariado
chileno y la misma estuvo en condiciones de negociar políticas de protección para
sus distintos sectores. Como vemos, el neoliberalismo de las dictaduras fue similar en lo
retorico pero muy distinto en su aplicación real.
También podemos dar ejemplos actuales de cómo retorica y realidad política separan sus
caminos. En el caso del kirchnerismo la retorica anti norteamericana y anti FMI de hace
algunos años se aparto de una realidad mucho mas negociadora, pero contribuye sin
embargo a generar condiciones para dicha negociación. El caso del chavismo es sin dudas
el más patético y dramático. La retorica independentista y revolucionaria encubre un proceso
de pauperización que no puede sino agudizar la dependencia del Estado a su renta
petrolera proveniente de Estados Unidos y la miseria del pueblo venezolano.
Como vemos, son muchas las maneras en que retorica y realidad
política pueden diferenciarse. A veces su diferenciación es
estratégica, otras veces es simple ingenuidad pero siempre
existen consecuencias reales. En todo caso sólo existe un camino
para que los pueblos alcancen paz y una mejor calidad de
vida, ya sea en América Latina, Israel o el proto-Estado
Palestino.
En un bello capítulo de su libro “Imagining Zion”, Ilan Troen
describe las actividades de un comité de planeamiento creado
por Ben Gurion con anterioridad a la creación del Estado de
Israel. La planificación ocupo un lugar central desde antes del
nacimiento del Estado Judío. De particular interés es la existencia
de un debate académico-politico que tuvo lugar desde inicios
de 1911. Lo que se debatió fue la “capacidad económica de
absorción” del protectorado Britanico en Palestina. La batalla
comenzó en la arqueología. Ellsworth Huntington’s habia publicado
“Palestina y su Transformacion” brindando una explicación
determinista para la baja productividad del suelo. Si esto resultaba
cierto, los libros blancos británicos que negaban la inmigración judía en base a fundamentos
económicos serian justificados. Por tal motivo David Ben Gurion e Itzhak Ben-Zvi
respondieron años después con lo que sería un best seller titulado “La Tierra de Israel en
el Pasado y el Presente” en el cual daban una explicación política para la baja productividad
agrícola. La tesis sionista logro imponerse
y a la investigación académica
siguió el desarrollo político y científico.
Fue debido a una estrategia de desarrollo
planificada y seguida durante ya más de
medio siglo que Israel ha logrado su sustentabilidad
económica y el bienestar de
sus ciudadanos. No hay otra receta posible.
Es muy necesaria la creación de un Estado Palestino, tanto para palestinos como para israelíes.
La misma, sin embargo, no tendrá lugar por declaraciones de retorica vacua sino sólo
cuando se logren el monopolio de la fuerza y la sustentabilidad económica. Es por estos
dos objetivos por los que la comunidad internacional debiera trabajar.
* Sociólogo, Universidad de Buenos Aires (UBA) Maestría en Estudios Internacionales, Universidad Torcuato Di
Tella (Tesista). Schusterman Center for Israel Studies Fellow, Brandeis University.NUEVA SION

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